Vista parcial del evento organizado por Huidepaz en Ibagué Tolima. Foto Nelosi |
Durante los días 25 y 26 de marzo, se realizó en la ciudad de Ibagué (Tolima) encuentro regional “Incidencia para el desarrollo y la paz”, evento que buscaba plasmar los aportes de las organizaciones sociales del Tolima al proceso de diálogo de paz que se desarrolla en la Habana (Cuba) entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (Farc – Ep) y el gobierno nacional de Juan Manuel Santos Calderón. Varias organizaciones se unieron para la concreción de este evento que se desarrolló en 8 municipios de este departamento: Herveo, Ibagué, Coello, Natagaima, Ortega, Chaparral, San Antonio y Coyaima y que contó también con instructores de Huila.
Uno de los conferencistas fue el ex senador de la república Jairo Rivera Morales, quien planteó la necesidad de implementar una pedagogía para la paz, dijo que era imposible la paz sin justicia. Criticó el sistema capitalista al decir enfáticamente que “la corrupción es inherente al capitalismo”.
De igual manera, Rivera Morales criticó la postura ambivalente del presidente Santos, sobre todo la locomotora minero - energética. “El gobierno quiere la paz para el extractivismo”, indicó. Dijo que había estado en dos oportunidades en la Habana, que había dialogado con las dos partes integrantes de la mesa de diálogo y que “estaba absolutamente convencido que la guerrilla quiere la paz”.
En ese sentido, el dirigente liberal señaló la necesidad de meterle pueblo al proceso de paz. “Hay que meterle pueblo al proceso de paz”, subrayó. Llamó a defender a capa y espada los Derechos Humanos. “Tenemos que defender con ahínco los Derechos Humanos y la Soberanía Alimentaria”, agregó.
Por su parte, Andrés Restrepo, uno de los organizadores del evento, señaló: “No concebimos la paz sin un territorio”. Destacó la necesidad de divulgar los acuerdos de paz, lo mismo que hacer pedagogía para la paz. Destacó la importancia de aclimatar la participación de la sociedad civil, fortalecer las organizaciones sociales y políticas, la cultura política y “tejer bilateralmente”.
Al término de las disertaciones de los conferencistas intervino, Nelson Lombana Silva, miembro del Comité Central del Partido Comunista para fijar algunos criterios sobre conceptos fundamentales como paz, la díada Izquierda – Derecha y el postconflicto para refutar algunos expresados por los conferencistas. La intervención completa en esta primera parte fue la siguiente:
Compañeros y compañeras:
“Ante todo queremos expresar un saludo a los organizadores de este taller, porque es supremamente importante. Queremos hacer referencia inicialmente a unos conceptos”.
“El primer concepto tiene que ver necesariamente con el concepto de la paz. Porque de la paz todo mundo habla, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda pasando por el centro. Todo el mundo emite el concepto de paz y lo manipula y lo acomoda y trata de interpretarlo de acuerdo a sus propios intereses”.
“Por eso, nosotros (Comunistas) hemos tratado de diferenciar ese concepto de paz y por eso hablamos de paz con justicia social. Es decir, le colocamos ese apodo o ese sobrenombre. Y ese sobrenombre no es algo superficial. Por el contrario, es algo profundo, porque la paz no es algo abstracto, algo que flota en el espacio, es algo concreto, es producto de unos cambios estructurales de tipo social, de tipo económico, de tipo político, de tipo ideológico, de tipo cultural. Esa es la paz. Es decir, la paz como producto”.
“No es la paz que nos presenta el gobierno nacional de Santos. Ese es otro aspecto. La paz que quiere Santos es la paz de los vencidos, es la pax romana; es que la insurgencia entregue sus fusiles y aquí no ha pasado nada. Esa paz no puede ser posible”.
“Para los colombianos y colombianas la paz es algo inédito. Estas generaciones no hemos vivido un minuto en paz, siempre hemos vivido en las sombras oscuras del terror de la violencia, sobre todo el terrorismo de Estado. Por eso nos parece un imposible, una utopía irrealizable. Es más: La paz está mediada por la lucha de clases. El concepto de paz que tiene el burgués no es el mismo que tiene el pueblo. Así las cosas, la complejidad es inexorable y nos toca como pueblo asumir una posición consecuente con la construcción de la paz con justicia social como antítesis de la paz romana que propone la burguesía a través del gobierno nacional”.
“El segundo aspecto, es sobre la concepción de izquierda y de derecha. Escuchamos decir aquí que es lo mismo. Con la “famosa” desintegración de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín, todo el mundo salió a decir, a predicar el fin de las ideologías, el fin de la historia, que todo había caducado y que la humanidad había llegado a la máxima etapa de su desarrollo. Un norteamericano de mal agüero, Francis Fukuyama sale a decir algo sobre el fin de la historia, el fin de las ideologías. Pero, es un italiano ecléctico, Norberto Bobio, quien reivindica la existencia de la díada: Izquierda – Derecha. Dice en su bello texto. “Las ideologías reverdecen”.
“Eso es lo que estamos viendo hoy en día. Después del estruendoso escándalo de la caída de la Unión Soviética o desintegración, muchos se fueron para la derecha, muchos claudicaron y otros empezaron a leer entre líneas por qué se había dado este fenómeno y hoy, hay un nuevo despertar en América Latina, por todo el continente y en muchos sectores del mundo, porque la izquierda significa cambio, asumir una actitud crítica y derecha es que todo siga como está: El pobre más pobre y el rico más rico”.
“Entonces, hay unas diferencias profundas en los diferentes campos que en otro escenario posiblemente podríamos profundizar y explicar para su mayor comprensión y determinar que la díada Izquierda – Derecha tiene su razón de ser, no es un simple prurito”.
“También alguien dijo que la izquierda era cobarde y que tenía que asumir una postura distinta para ser poder. Decimos enfáticamente: La izquierda no es cobarde, lo que sucede es que la criminal derecha no lo ha permitido, porque a sangre y fuego se ha sostenido en el poder. La derecha ha venido asesinando a la izquierda. Solo un ejemplo: El brutal genocidio de la Unión Patriótica y el Partido Comunista, genocidio que no termina a pesar que Santos se hace gárgaras pronunciando las palabras paz, reconciliación y justicia”.
“Finalmente, queremos hacer énfasis sobre el término de postconflicto. Ese es un concepto a nuestro modo de ver, neoliberal. Es decir, decir que con la simple firma de la paz en Colombia va a correr ríos de leche y miel como dijo el camarada Edison Peralta González. Eso no es cierto. Los conflictos van a seguir y se van a profundizar, porque media la lucha de clases. Aquí, lo que se está buscando es que se desmonte el terrorismo de Estado, que el Estado no siga asesinando a la gente porque piensa distinto al sistema. Eso es lo que se busca. Seguiremos en conflicto al firmarse la paz, conflicto social, económico, político, ideológico, cultural, de todo lo que usted quiera y se imagine”.
“Entonces, ¿Cuál es la esencia, la almendra de este proceso de paz de la Habana (Cuba)? Es el concepto que de paz y del proceso tengamos nosotros como pueblo, para lo cual tenemos que movilizarnos. Esa es la esencia y la importancia de estos talleres. Nos tocó pensar, porque tenemos más de 500 años, para no ir más lejos, en donde no nos han dado la posibilidad como pueblo, como sujeto político, la posibilidad de pensar, tener cabeza propia. Piensa por nosotros el oligarca, piensa el rico, piensa el alto empresario, piensa el alto terrateniente. Ellos piensan y deciden por nosotros. Pues ahora nos tocó a nosotros como pueblo pensar y decidir. Ese es el desafío y por eso estamos aquí preparándonos. Muchas gracias”.
Principales conclusiones del encuentro
La discusión fue intensa. Había puntos de vista antagónicos serios. Por el Partido Comunista estuvieron además, los camaradas Gilberto Sierra Machado, presidente del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima (Sintragritol), Edison Peralta González, poeta y escritor, Alfonso Tavera Valencia, líder campesino de Cunday y Andrés Fabián Hernández y Luisa Fernanda Robayo, por la Juventud Comunista (Juco).
Se aprobó un documento el cual se hará llegar a la mesa nacional de diálogo de la Habana (Cuba) como un aporte de las organizaciones sociales y políticas del Tolima al proceso de paz que se viene desarrollando. Dicho documento tiene 7 acápites con sus respectivos subtítulos. Resumidamente:
1. Tierra y Derechos Territoriales: El Estado debe cumplir los compromisos firmados con los campesinos con motivo de las movilizaciones en 1990 y 2014; hacer realidad la norma 160 de 1994 que regula las zonas de reservas campesinas, la ley 70 de 1993 que regula los territorios colectivos de las comunidades negras y la ley 21 de 1991 que ratifica el convenio 169 de la OIT, que tiene que ver con la protección de las comunidades indígenas; derecho a la consulta previa en decisiones que afecten el territorio y a sus habitantes para que libremente se expresen y fijen su posición; apoyar los mercados campesinos, subsidio a los pequeños y medianos productores, comercialización campesina e indígena; soberanía nacional y alimentaria, salud, educación de calidad y con cobertura, vivienda digna y erradicación de la pobreza campesina en el Tolima; respeto por la cultura campesina e identidad regional, derecho a la asociación y la solidaridad; respeto por la diversidad de mujer y género; que los territorios desminados se conviertan en lugares para la paz, la economía campesina, la soberanía alimentaria y el desarrollo local y no se convierta en concesiones para multinacionales e industrias extractivistas; que la fuerza pública se comprometa a limpiar de minas y artefactos explosivos los territorios que ellos han utilizado también para instalar sus bases, batallones y realizar sus operaciones militares (Quiten el minado que ellos también han colocado);
2. Ambiente y Derechos Colectivos: Protección de los páramos y los nacimientos de agua; rechazo a la locomotora minero – energética del gobierno nacional, que tiene concesionado el 80 por ciento del territorio tolimense y el 100 por ciento del río Magdalena; aplicación de la consulta previa de las comunidades en proyectos que pongan en peligro su territorio, la cual debe ser de obligatorio cumplimiento; los recursos deben estar al servicio primero de la comunidad, en el caso energético, acuífera y petrolera; rechazar la corrupción de las corporaciones que se ponen más al servicio de las multinacionales que al servicio de la comunidad, caso de Cortolima;
3. Acceso y goce efectivo de Derechos: Como paso previo a la implementación de los acuerdos de paz, se garantice el acceso de las necesidades básicas de la comunidad: Salud, Educación, Vivienda, Vías, Créditos blandos, Comercialización, etc; la objeción de conciencia y el no reclutamiento de campesinos para las filas del ejército; derogar la ley 100 de 1993 que hace referencia a la salud, porque la salud debe volver a ser un Derecho; democratización de los medios de comunicación, libertad de prensa y apoyo a los medios alternativos de comunicación;
4. Alimentación, seguridad y soberanía alimentaria: Impulsar la soberanía alimentaria y revisión de los Tratados de Libre Comercio (TLC); recuperar las semillas nativas, derogar la resolución número 970 del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la cual prohíbe a los campesinos almacenar semillas nativas;
5. Socialización de acuerdos de paz y pedagogía para la paz: El pueblo colombiano debe empoderarse de los acuerdos de la Habana (Cuba); participar activamente del proceso de paz, el proceso de refrendación, la implementación, de la memoria histórica y la no repetición de la cruda violencia de Estado; defendemos la paz con justicia social, no concebimos la paz sin territorio; proponemos una comisión del Tolima para ir a la Habana (Cuba) integrada por campesinos, indígenas, jóvenes, mujeres, afrodescentientes; conocer la historia real de la violencia para que no se repita; pedagogía contra la guerra;
6. Fortalecimiento organizativo y recuperación de la cultura asociativa: Fortalecer las organizaciones sociales, culturales, sindicales, políticas de las comunidades; apoyar centros de estudio que permitan erradicar en las comunidades el analfabetismo político; fortalecer la convivencia, la participación y la capacidad de decisión de las comunidades debidamente asociadas u organizadas; recuperación y fortalecimiento de la cultura y la identidad regional; participar activamente del debate electoral con candidatos formados ética y políticamente que interpreten los intereses de la comunidad;
7. Incidencia política para la paz y la participación política: Apoyar decididamente el proceso de paz que se desarrolla en la Habana (Cuba); tener en cuenta la población civil, concretamente a los campesinos, indígenas y obreros, hombres y mujer por igual; respetar las normas del Derecho Internacional Humanitario (DIH) en todas su partes; participar activamente de la movilización nacional programada para el 9 de abril en favor de la paz, los diálogos y contra la guerra y el plan nacional de desarrollo; exigir el cese bilateral del fuego ya; rechazar la estigmatización contra los que defienden la paz en Colombia; la consigna de la paz se debe convertir en programa político que se materialice en los planes municipales, departamentales y nacional de Desarrollo; las partes sentadas en la Habana (Cuba) incluyendo los Estados Unidos se deben pronunciar contra las bases norteamericanas y la presencia de asesores militares en Colombia; los acuerdos de paz se deberían firmar en el sur del Tolima, porque fue allí donde comenzó la resistencia de los campesinos contra el terrorismo de Estado en los últimos 50 años; apoyamos decididamente la Asamblea Nacional Constituyente para convalidar los acuerdos de la Habana (Cuba); convocamos a todos los colombianos y colombianas a proteger el río de la Magdalena evitando su privatización; exigimos al gobierno nacional es desmonte total del paramilitarismo como política de Estado; exigir al gobierno nacional la apertura rápida de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (Epl), Ejército Popular de Liberación (Epl) y demás organizaciones guerrilleras.
Repetimos, son las principales conclusiones del encuentro que terminó con la participación activa de los asistentes, el entusiasmo y la esperanza de haber contribuido decididamente a la construcción de una verdadera política de paz con justicia social, documento que se hará llegar a la mesa nacional de la Habana (Cuba).
Hubo consenso en cuanto que la paz es hija de la justicia social, es producto del buen vivir, del buen vestir, del buen comer, del buen techo. Más obras y menos palabras, es como la conclusión final del encuentro, conclusión que se debe socializar con las comunidades más distantes del departamento y de la ciudad musical de Colombia, porque si no se hace, no se está cumpliendo con el deber de involucrar a más campesinos, indígenas y obreros, hombres y mujeres, sobre el verdadero significado de la paz que se construye poco a poco en la Habana (Cuba) entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (Farc – Ep y el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón.
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