martes, 12 de septiembre de 2023

“Tenemos que tener memoria”: María Isabel Allende

Isabel Allende, hija de Salvador Allende, durante una ceremonia oficial que conmemora el 50º aniversario del golpe que derrocó a Salvador Allende e inició la dictadura de Augusto Pinochet, en el palacio de gobierno de La Moneda, en Santiago, Chile. Foto: Iván Alvarado

 Por Nelson Lombana Silva

El pasado 11 de septiembre, se cumplieron los primeros cincuenta años del abominable magnicidio del presidente Chileno, Salvador Allende, a manos de los Estados Unidos, la CIA con la complicidad de la burguesía chilena.



A sangre y fuego se desplomó el sueño de un pueblo que vio en su presidente una persona honesta y consecuente, identificada con los intereses populares. Era la época de los sangrientos golpes de Estado en este continente.

El pensamiento del presidente era socialista, quería nacionalizar los recursos naturales, llevar el alimento a todos los chilenos sin distinción alguna, aclimatar la paz y la convivencia entre todos y todas. Esas ilusiones fueron pulverizadas en ese negro 11 de septiembre de 1973, con la traición del sanguinario Augusto Pinochet Ugarte, un títere de los Estados Unidos, un fascista de tiempo completo. Fueron más de cuarenta mil asesinados durante su dictadura, miles de torturados, miles de  desaparecidos y miles que tuvieron que salir al exilio, entre ellos, el eximio poeta Pablo Neruda y la intelectualidad más granada de este país.

Durante la ceremonia recordatoria, su hija María Isabel Allende, senadora de la república, contó con la voz entrecortada por la emoción, los últimos instantes de su padre, el último abrazo y la orden de retirarse del palacio en llamas y de denunciar lo que estaba sucediendo en el país austral. “Tenemos que tener memoria”, dijo. Agregó: “La memoria es un primer paso para llegar a la verdad”. También, recordó la última proclama del inmolado presidente Salvador Allende, en donde decía: “Podrán avasallarnos, pero no podrán evitar los procesos. La historia es nuestra y la hacen los pueblos”.

Golpes de Estado blandos

Estados Unidos utilizó primero los golpes de Estado violentos, a sangre y fuego, bombardeando como hizo con el Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile, método al cual seguramente no ha renunciado completamente. Hoy, su metodología infame son los denominados: “Golpes de Estado blando”. Mediante montaje con la complicidad del parlamento comprado depone al presidente. Lo hizo en Brasil, en Honduras, en Bolivia, etc. En Colombia hace rato está en marcha contra el presidente del cambio, Gustavo Petro Urrego. Por eso, el pueblo debe estar alerta y movilizado. La historia no se puede repetir.

Salvador Allende fue médico y comunista. Recorrió el país metro a metro, conociendo la problemática del pueblo; se sintonizó con él y prefirió inmolarse antes que traicionarlo. El único político que está dispuesto a dar la vida por los demás, es el Comunista de verdad.

Lo mataron, físicamente, el imperialismo norteamericano y la burguesía chilena es cierto. Pero, lo que no pudieron matar fueron su ejemplo y su heroísmo. Por eso, decimos cincuenta años después: ¡Salvador Allende, vive y tiene que hacer mucho todavía en este continente! Un saludo de solidaridad al pueblo chileno, a los comunistas y a los que luchan por liberarse del yugo imperialista. Como diría Fidel Castro: “Patria o muerte, venceremos”.

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario