“Golpe de Estado blando en Colombia en pleno desarrollo”: Semanario VOZ

General (R) Eduardo Enrique Zapateiro, cuando era comandante del Ejército Nacional de Colombia. Foto Comando General de las Fuerzas Militares 

 Por Nelson Lombana Silva

No es un rumor, no es un presagio, es una terrible realidad: Camina en Colombia un Golpe de Estado Blando contra el gobierno constitucional en cabeza de Gustavo Petro Urrego y Francia Márquez. Es vox populi. El semanario comunista VOZ La verdad del pueblo, en su edición número 3173, semana del 17 al 23 de mayo de 2023, lo dice claramente y sin ambages: “El Golpe blando, no es una invención, está en pleno desarrollo”, se lee en el editorial.

Para nadie es un secreto que un amplio sector de las altas estructuras del militarismo en Colombia, está carcomida por la corrupción, el narcotráfico y el paramilitarismo. Seguramente, esa será la base del golpe de estado, que, junto al uribismo y su patota, intentarán privar al pueblo colombiano del gobierno de la vida y la esperanza que encarnan en estos momentos Gustavo Petro Urrego y Francia Márquez.

Dice el editorial: “Una mayoría de las fuerzas militares, no están de acuerdo con el programa del Pacto Histórico, con el Plan Nacional de Desarrollo ya aprobado, ni con las reformas de salud, laboral y pensional, ni con las políticas y decisiones que ha venido tomando el presidente”.

Calcula el editorial que por lo menos un millón 200 mil personas que tienen directa o indirectamente que ver con los militares, hacen campaña diaria contra el presidente Gustavo Petro. Es una cifra enorme que debe preocupar sobre todo al país nacional del cual hablara Jorge Eliécer Gaitán.

Agrega el editorial: “No solo es una actitud ante su comandante supremo, es una militancia orgánica e ideológica contra el cambio, que incluye la agresiva campaña mediática y de redes como también la continuidad de convivencia y complicidad con el paramilitarismo. Además de varias estructuras de las fuerzas del Estado en contra de Defensores de Derechos Humanos, líderes y lideresas de las víctimas, y también persiguen a quienes procuran la restitución de tierras…”

Es decir, hay toda una trinca preparándose a todo vapor para dar el zarpazo, perturbar el orden público y devolver el poder a esa vieja casta oligárquica, corrupta y mafiosa que nos ha venido gobernando desde hace más de doscientos años. Hay que destacar el papel mediático en esta terrible cruzada contra el Gobierno del Cambio. Sin una sola huella de ética profesional, está comprometido hasta los tuétanos con los golpistas agazapados y no agazapados que se deslizan en la penumbra acariciando este monstruoso e innoble propósito.

El fiscal general de la nación, Francisco Barbosa, aporta a este macabro objetivo, distrayendo a la opinión pública, yéndose lanza en ristre contra el presidente de la república. Su comportamiento ni es un hecho aislado de este plan ni es simple casualidad. Es el mismo discurso de María Fernanda Cabal, mujer torpe, pero de un gran poder económico y mafioso en Colombia. Su discurso es fascistoide coincidente con el uribismo.

El coronel John Marulanda, devela el siniestro plan al afirmar: “Se están siguiendo los pasos de Perú, defenestrar a un presidente corrupto (…) aquí vamos a tratar de hacer lo mejor por defenestrar a un tipo que fue guerrillero (…), hablo como un miembro más de la reserva que, en sus funciones cumple con una de sus tareas”.

Muy grave esta afirmación. Tan grave que dejó obnubilado a todo el mundo, incluyendo a la izquierda y los sectores democráticos. Nadie dijo nada al instante. Eso también es para reflexionar y analizar crítica y autocríticamente. La reacción, diríase, fue tardía, en cámara lenta.  

Hay que aprender de los errores, perfilando la más amplia unidad popular, sindical, campesina, indígena, estudiantil, encaminada a hacer fracasar el Golpe de Estado. La calle que era exclusiva de la izquierda y los sectores democráticos, ahora tienen que compartirla con la derecha y la extrema derecha fascista. Es la lucha de clases, maestro.

El semanario VOZ La verdad del pueblo, valientemente le propone al gobierno profundizar la depuración de la fuerza pública y educarla en la doctrina del respeto a los Derechos Humanos de todos y todas, en Colombia. Dice: “El gobierno a la vez que mantiene los derechos de los militares, debe seguir profundizando la depuración cuidadosa y sistemática que ha venido desarrollando, pero esta debe ir más allá e iniciar un cambio en la formación hacia una doctrina humanista, recuperar el objetivo de la defensa de la Soberanía Nacional…”  

La situación resulta bastante compleja, de ahí la necesidad de la unidad, la organización y la movilización de las masas. Además, el fortalecimiento oportuno y real de los Medios Alternativos de Comunicación. Las elecciones sindicales programadas para el mes de mayo y las de las corporaciones públicas regionales programadas para el mes de octubre, deben marcar la pauta. Son elecciones sumamente importantes en la formación ideológica, sindical y política de las masas. Por eso, sus cuadros dirigentes deben ser muy responsables y consecuentes con el momento histórico, deben mostrar grandeza, desprendimiento y férrea vocación unitaria. El pueblo consciente, organizado y movilizado echará para atrás el Golpe de Estado, no hay duda alguna. La indiferencia, por el contrario, será carburante estimulante para esta terrible aventura terrorista de consecuencias incalculables.