Por Agamenón
“Nos tocó que actuar a las reservas”, comentaron entre sí dos militares retirados, mientras montaban en bicicleta y recuperaban energías en una cafetería de la ciudad de Ibagué (Tolima). Fue un diálogo alto y altanero como para que todos los presentes escucháramos.
No hay duda, se cocina un golpe de estado blando en Colombia. En las redes sociales se dice que son cinco pasos o fases para hacerlo de acuerdo a los hechos presentados en varios países de este continente. Irían en el cuarto.
Esta oligarquía es la más atrasada del continente con amplia mentalidad feudalista, en términos coloquiales son verdaderos “burros cargados de plata”, incapaces de compartir una partecita ínfima con el pueblo humilde, trabajador y desempleado. No tiene argumentos. Su poder reside en la fuerza bruta del poder económico. Es más: No tiene capacidad de argumentar, por cuanto su “discurso” ha sido superado ampliamente por la historia y los hechos concretos del siglo XXI.
Hay todo un tinglado que se viene consolidando. La actitud vergonzante del autoproclamado más “estudiado” de Colombia, el señor Fiscal General de la Nación, hace parte seguramente del siniestro plan. No se justifica que un alto funcionario asuma una postura tan perversa, vergonzosa y peligrosa. Ese show mediático tiene un cometido nada bueno para Colombia, la democracia y el cambio que viene liderando el gobierno nacional de Gustavo Petro y Francia Márquez.
Estamos, entonces, ante una situación bien compleja, donde el pueblo pide con urgencia reformas concretas, el gobierno está dispuesto y esta oligarquía mueve cielo y tierra para que no se den y todo siga igual. Es la lucha de clases. Está al parecer dispuesta a quebrantar el orden constitucional con el golpe de estado so pretexto que todo siga igual y que el truculento negocio de las EPS, siga, no haya reforma laboral y pensional. ¡Qué horror!
El pueblo está en la obligación de dormir con un ojo abierto, bien organizado y dispuesto a salir a las calles a detener este Golpe de Estado. Las elecciones del 29 de octubre son fundamentales para fortalecer la correlación de fuerzas. En ese sentido, se hace un llamado a la izquierda y sectores democráticos, sindicales, populares, campesinos e indígenas a la más férrea unidad. En el Tolima se creó el Frente Amplio por Ibagué. Ahí cabe perfectamente todas las expresiones políticas, sindicales, populares, campesinas e indígenas, que están de acuerdo con las reformas que vienen liderando el presidente Petro y su gabinete.
No se puede cometer el mismo error en Ibagué
No se puede cometer los mismos errores en Ibagué, la soberbia del personalismo no puede dar al traste con los sueños del pueblo ibaguereño. La administración del doctor Guillermo Alfonso Jaramillo, fue excelente, era para que se le hubiera dado continuidad, pero desafortunadamente, su individualismo dio al traste. Desconoció todas las fuerzas y organizaciones que lo apoyaron y como un napoleoncito escogió a dedo su sucesor, un personaje duramente cuestionado por la opinión pública, sobre todo por la izquierda en sus diversos matices. Qué fácil hubiera sido convocar a todas las fuerzas que lo llevaron a la alcaldía y en comunión escoger su sucesor. De haber sido así, otro gallo estuviera cantando en el gallinero.
Hay que aprender de los errores, tener un mediano espíritu crítico y autocrítico y avanzar en la dirección correcta, que es la que orienta el gobierno, plantean los comunistas y muchas fuerzas más. La fórmula es única: ¡Unidad, unidad y unidad!
El Tolima e Ibagué, se han convertido como en el último escondite del uribismo con su poder mafioso. Es fuerte. Solo la unidad puede determinarle a Ibagué y al Tolima un futuro esperanzador. De lo contrario, si se persiste en esos egos horrorosos y anacrónicos, estamos condenados a otros cien años de soledad en esta parte de Colombia.
En esas condiciones, no podemos perder la serenidad, hay que persistir en el diálogo cortés, democrático y sin agresividad, siempre utilizando argumentos y contra argumentos. Hay que valorar la diversidad, pero sobre todo en la práctica. Esos conceptos de que bienvenida unidad alrededor mío, no sirven, son mezquinos y nada tienen que ver con los postulados de las izquierdas y los desafíos del siglo XXI con el estruendoso triunfo del Pacto Histórico en nuestro país.
El Frente Amplio por Ibagué, es un abrebocas histórico que tenemos que desarrollar con creatividad desde el barrio o la vereda más distante de la ciudad, desarrollando una verdadera batalla de ideas, como lo sostuvo el comandante Fidel Castro Ruz. Es acoger el llamado del presidente Gustavo Petro, de hacer todos los esfuerzos por tener en el territorio nacional candidaturas unitarias, consensuadas, donde incluso, las bases sean tenidas en cuenta. Es un craso error seguir considerando al pueblo “borrego”. En política también aplica el principio del científico Lavoisier: “Nada se crea, nada se acaba, todo se transforma” Hay una nueva realidad que hay que interpretar correctamente. La unidad es el camino. Manos a la obra: Hagámosla realidad en Ibagué y en el Tolima, como en toda Colombia.
Esta oligarquía es la más atrasada del continente con amplia mentalidad feudalista, en términos coloquiales son verdaderos “burros cargados de plata”, incapaces de compartir una partecita ínfima con el pueblo humilde, trabajador y desempleado. No tiene argumentos. Su poder reside en la fuerza bruta del poder económico. Es más: No tiene capacidad de argumentar, por cuanto su “discurso” ha sido superado ampliamente por la historia y los hechos concretos del siglo XXI.
Hay todo un tinglado que se viene consolidando. La actitud vergonzante del autoproclamado más “estudiado” de Colombia, el señor Fiscal General de la Nación, hace parte seguramente del siniestro plan. No se justifica que un alto funcionario asuma una postura tan perversa, vergonzosa y peligrosa. Ese show mediático tiene un cometido nada bueno para Colombia, la democracia y el cambio que viene liderando el gobierno nacional de Gustavo Petro y Francia Márquez.
Estamos, entonces, ante una situación bien compleja, donde el pueblo pide con urgencia reformas concretas, el gobierno está dispuesto y esta oligarquía mueve cielo y tierra para que no se den y todo siga igual. Es la lucha de clases. Está al parecer dispuesta a quebrantar el orden constitucional con el golpe de estado so pretexto que todo siga igual y que el truculento negocio de las EPS, siga, no haya reforma laboral y pensional. ¡Qué horror!
El pueblo está en la obligación de dormir con un ojo abierto, bien organizado y dispuesto a salir a las calles a detener este Golpe de Estado. Las elecciones del 29 de octubre son fundamentales para fortalecer la correlación de fuerzas. En ese sentido, se hace un llamado a la izquierda y sectores democráticos, sindicales, populares, campesinos e indígenas a la más férrea unidad. En el Tolima se creó el Frente Amplio por Ibagué. Ahí cabe perfectamente todas las expresiones políticas, sindicales, populares, campesinas e indígenas, que están de acuerdo con las reformas que vienen liderando el presidente Petro y su gabinete.
No se puede cometer el mismo error en Ibagué
No se puede cometer los mismos errores en Ibagué, la soberbia del personalismo no puede dar al traste con los sueños del pueblo ibaguereño. La administración del doctor Guillermo Alfonso Jaramillo, fue excelente, era para que se le hubiera dado continuidad, pero desafortunadamente, su individualismo dio al traste. Desconoció todas las fuerzas y organizaciones que lo apoyaron y como un napoleoncito escogió a dedo su sucesor, un personaje duramente cuestionado por la opinión pública, sobre todo por la izquierda en sus diversos matices. Qué fácil hubiera sido convocar a todas las fuerzas que lo llevaron a la alcaldía y en comunión escoger su sucesor. De haber sido así, otro gallo estuviera cantando en el gallinero.
Hay que aprender de los errores, tener un mediano espíritu crítico y autocrítico y avanzar en la dirección correcta, que es la que orienta el gobierno, plantean los comunistas y muchas fuerzas más. La fórmula es única: ¡Unidad, unidad y unidad!
El Tolima e Ibagué, se han convertido como en el último escondite del uribismo con su poder mafioso. Es fuerte. Solo la unidad puede determinarle a Ibagué y al Tolima un futuro esperanzador. De lo contrario, si se persiste en esos egos horrorosos y anacrónicos, estamos condenados a otros cien años de soledad en esta parte de Colombia.
En esas condiciones, no podemos perder la serenidad, hay que persistir en el diálogo cortés, democrático y sin agresividad, siempre utilizando argumentos y contra argumentos. Hay que valorar la diversidad, pero sobre todo en la práctica. Esos conceptos de que bienvenida unidad alrededor mío, no sirven, son mezquinos y nada tienen que ver con los postulados de las izquierdas y los desafíos del siglo XXI con el estruendoso triunfo del Pacto Histórico en nuestro país.
El Frente Amplio por Ibagué, es un abrebocas histórico que tenemos que desarrollar con creatividad desde el barrio o la vereda más distante de la ciudad, desarrollando una verdadera batalla de ideas, como lo sostuvo el comandante Fidel Castro Ruz. Es acoger el llamado del presidente Gustavo Petro, de hacer todos los esfuerzos por tener en el territorio nacional candidaturas unitarias, consensuadas, donde incluso, las bases sean tenidas en cuenta. Es un craso error seguir considerando al pueblo “borrego”. En política también aplica el principio del científico Lavoisier: “Nada se crea, nada se acaba, todo se transforma” Hay una nueva realidad que hay que interpretar correctamente. La unidad es el camino. Manos a la obra: Hagámosla realidad en Ibagué y en el Tolima, como en toda Colombia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario