Biblioteca espacio comunitario

 Por Nelson Lombana Silva

Los bibliotecas públicas son espacios comunitarios, amplios y democráticos, en los cuales la comunidad se reúne no solamente a leer o escribir, sino también a analizar su entorno, socializar inquietudes comunitarias, plantear soluciones y acciones de progreso y desarrollo.

En eso se ha convertido la biblioteca pública Cañón del Combeima con el transcurrir del tiempo. Poco a poco la comunidad del Cañón del Combeima, especialmente de Villa Restrepo, ha ido entendiendo que la biblioteca es espacio de encuentro, en el que se puede socializar sueños y utopías alrededor de un tema, de un libro o de la experiencia de sus líderes comunitarios.

El día anterior, precisamente, se reunió un grupo con el fin de escuchar y discutir la iniciativa de la lideresa Lucy Reyes Falla de hacer una organización de mujeres emprendedores del corregimiento de Villa Restrepo.

La exposición fue amplia y clara, generando en los asistentes gran expectativa. Fue clara al decir que el momento ameritaba la necesidad de que la mujer campesina se apropie de su rol, asuma su liderazgo y muestre su capacidad y creatividad en la dinámica de producir en el marco de la equidad de género.

Transformar la materia prima dándole un valor agregado que impacte y que le signifique mejorar su condición de vida. “No es posible que el campesino esté yendo a la plaza a comprar lo que perfectamente sabe producir en su medio”, señaló. De igual manera, dijo que muchos productos alimenticios propios de la región se pierden teniendo un alto contenido nutricional. La guayaba o el chachafruto, por ejemplo.

“En este gran proyecto en el cual estoy metida con algunas mujeres más – agregó – resulta fundamental la biblioteca pública, porque no solo ofrece un punto de encuentro, sino también de conocimientos. Pronto comenzaremos un ciclo de talleres en el marco del proyecto, talleres que aspiramos realizar en esta biblioteca. Ya en días pasados, el Sena adelantó un taller muy importante, en el que la colaboración de la biblioteca y del bibliotecario resultaron determinantes para el buen éxito”.

Los asistentes, no solo destacaron el proyecto, sino que se comprometieron a colaborar desde sus propios conocimientos profesionales. Uno de los asistentes, señaló: “Hay que fomentar la lectura entre la comunidad. Hacer que se enamore de los libros y del conocimiento que éstos tienen en sus páginas. No es leer por leer. Es comprender lo que se lee, para lo cual hay técnicas que estamos en condiciones de aportar”.

Precisamente, en la próxima reunión, que será dentro de un mes, el tema central será éste. Se aspira contar con el cura párroco, el corregidor y los principales miembros líderes y lideresas de la acción comunal.

Sandra Tierradentro, lideresa del corregimiento, destacó el encuentro de “muy importante” e instó a continuar en marcha con la iniciativa. “Todo esfuerzo por despertar y organizar a la comunidad es de vital importancia”, señaló.

Hay buen ambiente y se aspira mejorar. “La biblioteca – dijimos – siempre estará abierta a la comunidad de todas las edades, pensamientos y creencias, por cuanto la diversidad y pluralidad son una realidad humana que hay que comprender, valorar y respetar”. Pasadas las cinco se levantó la sesión, con el mejor entusiasmo y los mejores comentarios.