martes, 23 de octubre de 2018

Así se vivió el paro de maestros en Ibagué

Por Nelson Lombana Silva

Cerca de un millar de docentes participó de la movilización por las principales calles de la ciudad de Ibagué (Tolima), en el marco del paro nacional de 24 horas, programado por la Federación Colombiana de Educadores (FECODE).



La protesta en esta sección del país, fue liderada por el sindicato de maestros del Tolima (SIMATOL), movilización que comenzó después de las nueve de la mañana en la calle 27 con carrera quinta, colegio Liceo Nacional y culminó en la plaza Simón Bolívar, después de las once de la mañana.


Los docentes y algunos estudiantes que también se sumaron a la pacífica marcha, exigieron entre otras cosas, financiación de la educación pública en Colombia y cobertura en calidad y cantidad. El cumplimiento de los acuerdos que hay entre FECODE y el Gobierno Nacional y la solución a la aguda problemática financiera de las 32 universidades públicas del país y el SENA. “Hay que ver las cosas que pasan, hay que ver las vueltas que dan, con un pueblo que camina pa delante y un gobierno que camina para atrás”, decía una consigna. Otra decía: “Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, esto no es un gobierno, son los paracos en el poder”.


El dirigente de los docentes del Tolima, Nelson Moreno Angulo, explicó las causas fundamentales de la protesta nacional del sector educativo en Colombia: “Esta protesta y esta movilización del día de hoy, tiene que ver fundamentalmente con el tema de la desfinanciación de la educación pública que va desde el preescolar hasta la educación superior, donde el gobierno cada día, ha ido reduciendo todo lo que tiene que ver con los recursos para la educación, como para la salud y con todo que tiene que ver con la inversión social”.

Agregó: “Por el otro lado, hay problemas fundamentales que tienen que ver con la aplicación de la jornada única sin recursos, lo que tiene que ver con los pésimos servicios de salud, que es prácticamente un cáncer que hay en lo que tiene que ver con estas empresas de salud, que nunca han cumplido y sin embargo, siguen con los contratos, se les repiten los contratos cada cuatro años y hasta la fecha no hay ninguna solución”.

Subrayó: “También está el tema de lo que tiene que ver con los traslados inconsultos como viene sucediendo en la ciudad de Ibagué, donde los maestros han sido trasladados de manera inconsulta en lo que tiene que ver con los ajustes de planta de personal, en la aplicación de la política de jornada única”.

Por su parte, el docente directivo William Polo, indicó: “Necesitamos ver la educación como una inversión y no como un gasto. Necesitamos que la universidad pública tenga recursos para infraestructura, para financiamiento, para investigación, para ciencia y tecnología. La inversión en educación pasa por el ensayo y el error, pasa por la necesidad de formar ciudadanos”.




Por su parte, Jairo Ancizar Mosquera Bermúdez, docente, líder sindical, representante de los escritores del Tolima ante el consejo municipal de cultura, presidente de la Asociación de egresados de ciencias sociales de la universidad del Tolima y catedrático de ésta, concedió a la página web: www.pacocol.org una corta entrevista durante el recorrido:

-         ¿Cómo analiza usted la situación actual de la educación pública en Colombia?

Gravísima. Creemos que las universidades de Colombia han buscado el camino y el gobierno no lo ha permitido, le ha vedado esa concentración que tienen. Físicamente las instituciones y las universidades se están cayendo. Vemos que el aporte es mínimo. Cómo así que el aporte para la guerra son 82 veces más que para educación y cultura.

La calidad de educación que queremos para América Latina debe ser buena y el gobierno tiene que invertir. Por eso, alabamos que las universidades públicas tengan hoy el acojo y el respaldo de las mismas universidades privadas, que los estudiantes todos comprendan que la educación debe ser un hecho. Así es que 2.5 billones de pesos que se aprueban en el Congreso en esta vigencia, no es lo máximo, está faltando más de la mitad.

Creo que el gobernador del Tolima, Oscar Barreto Quiroga, que está en la mesa directiva de la universidad, mire a ver cómo se alimenta la universidad más económicamente.

-         ¿Por qué cree usted que el Gobierno Nacional pretenda ahogar financieramente las universidades públicas del país?

Es un proyecto viejo. Quiere que el pueblo colombiano siga siendo analfabeta en el sentido que no puede progresar. Nos llevan a un lado para que el SENA y otras instituciones puedan proveer las necesidades de la profesionalización en Colombia. Y, también con el SENA hace lo mismo. O sea, que los recursos también son mínimos.

Entonces, uno no puede entender por qué estos gobiernos se vuelven tan paquidérmicos. La intensión es una intensión filosófica y política. Cuando digo filosófica es porque determina que el hombre colombiano no puede encontrar su mayoría de edad, lo que llamaría alguien: Las nuevas ciudadanías.

Esas nuevas ciudadanías se despiertan en la universidad a través del debate y la discusión constante. Por lo tanto, el gobierno es intencionado, retrasa intencionalmente el proceso académico y curricular para que la sociedad colombiana y los estudiantes, no puedan llegar al poder.

Eso lo explico muy bien: Hay una franca blanca que llama William Ospina, esa franja blanca es del 36 por ciento en Colombia. Lo que trata el gobierno de evitar es que esa franja blanca o amarilla, llegue al poder y son los jóvenes que están entre los 19 y 26 años de edad en Colombia, es la nueva generación y la generación que tiene que representarnos.

-         Ante este cúmulo de inconvenientes que usted reseña, ¿Cuál debería ser la respuesta de la juventud y el pueblo colombiano en general?

La verdad hay algo que se llama la fiscalización, la inspección. Cada colombiano debe entender que debemos inspeccionar el proceso, debemos ser veedores. En las juntas de acción comunal hace falta la población colombiana, en los sindicatos hace falta los docentes e igualmente, todos los trabajadores colombianos. En todas las juntas veedoras, los escritores, todos tenemos que unirnos. Hacerle caso a la experiencia, la movilización constante y el estatuto que existe para oponernos a esta política neoliberal y totalmente insidiosa que tiene el presidente que acaba de posesionarse.

-         ¿Por qué el grueso del magisterio no se moviliza tradicionalmente?

Lo que pasa es que el grueso del magisterio colombiano se ha ido burocratizando, ya tiene sus niveles de pensión, han logrado pasar el equivalente a esa sociedad que se llama el promedio. El desafío es que los nuevos sindicatos liderados por los jóvenes tienen que nacer fuertes. Menos sindicatos y más afiliados. Además, las instituciones educativas deben tener claro del nuevo hombre, del prohombre colombiano que tiene que tener una nacionalidad distinta, creer en el patrimonio real que tenemos, el cual es el conocimiento y su búsqueda. Por eso, estas manifestaciones porque todo el mundo está buscando una salida a través del conocimiento.

-         ¿Qué llamado le haría a los estudiantes universitarios que hoy están en la calle defendiendo la educación pública en Colombia?

Que a pesar de las diferencias que tengamos en las castas sociales, el pueblo colombiano tiene un gran sector después de los trabajadores y los campesinos, y son los estudiantes.

Les digo a los estudiantes que tienen que tener el sentido de unidad en Colombia, el sentido crítico. O sea, tenemos que tener carácter político, para oponernos a la corrupción que hay en Colombia. 50 billones de pesos perdidos en un cuatrienio es demasiado. O sea, tenemos que pelear por lo nuestro.

Yo abandero a los estudiantes que me lean estas declaraciones, que sigan y continúen en esto y no pierdan el norte, que el norte es la unidad, para desmontar estas clases políticas corruptas que hay en Colombia. 

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