jueves, 4 de diciembre de 2014

Tenaz noticia para la paz y la democracia en el Tolima

Ex gobernador Oscar Barreto Quiroga
Por Nelson Lombana Silva

Como un baldado de agua fría para la paz y la democracia en el departamento del Tolima, cayó la decisión de la Procuraduría General de la Nación de levantarle la sanción que pesaba contra el ex gobernador Oscar Barreto Quiroga. Es un golpe certero a la pulcritud y la decencia que teóricamente debe observar todo funcionario público.



La mano siniestra del Procurador Ordóñez se muestra una vez más en toda su magnitud en contra del decoro público y a favor de la corrupción y del ventajismo de una clase dirigente intrascendente que solo se mueve al impulso de la mezquindad y del subdesarrollo.


Al ex mandatario departamental las autoridades competentes le habían declarado “muerte política” por una década, una vez se le comprobó una serie de anomalías durante su lánguida administración al frente de los destinos del Tolima. Era tan evidente los cargos que se le imputaban que hasta sus mismos correligionarios estaban seguros del fallo adverso al señor Barreto Quiroga. Pero la astucia del señor Procurador lo sacó del laberinto y lo colocó en el camino de al parecer aspirar a volver al palacio del Mango.


Hay que recordar que muchos de los amigos que lo ayudaron a ser gobernador fueron a la cárcel, unos sindicados de paramilitares y otros de tener nexos con el narcotráfico. Ese club lo colocó en la gobernación, lo mismo que el club cerrado de contratistas.


No es una exageración. Solo un ejemplo puede medir la preocupación que existe al interior del sector de izquierda y democrático en esta sección del país. Durante los años de gobierno, el citado mandatario no pagó un peso a la universidad del Tolima. La dejó a su deriva. Por el contrario, buscó mecanismos para acelerar su privatización. El actual mandatario, Luis Carlos Delgado Peñón, giró en su primer año (2012): $4.896.302.850,oo pesos; año siguiente (2013) $5.621.832.945,oo y 2014, la suma de $4.936.108.216,oo. Eso directamente. Indirectamente, en su condición de representante de los gobernadores de Colombia, lideró cinco proyectos para la UT, por valor de $35.084.754.000,oo. Para un gran total de $53.400.000.000,oo aproximadamente. Desde luego, que no es la suma requerida por la universidad del Tolima, pues necesita mucho dinero más. Pero en relación a nada del anterior mandatario, esta cifra es supremamente importante.


Y así podríamos seguir enumerando la pobre gestión de un gobernante mediocre, violento y uribista que todos los días mantenía desafiando a la guerrilla por los medios de comunicación, pero se movilizaba casi con medio batallón del Jaime Roocke. Era un dicharachero de poco vuelo. Guerrerista por excelencia.


Ante esta realidad, las fuerzas democráticas del departamento tienen un gran desafío. La propuesta de la izquierda es fundamental y vigente: “Un Frente Amplio por la Paz, la Democracia y la Justicia Social”. La unidad es el camino, no hay otra alternativa. En ese proceso, hay que superar la sombra del árbol que nos impide ver el bosque. Lo colectivo debe primar sobre lo individual. Una vez más los comunistas tolimenses planteamos públicamente: Unidad, Unidad, Unidad…



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