martes, 16 de diciembre de 2014

Se intensifican las amenazas del paramilitarismo en el Tolima

Se intensifican las amenazas del paramilitarismo
Por Nelson Lombana Silva


Se intensifican las amenazas del paramilitarismo (¿Militarismo?) en el departamento del Tolima. Vastas zonas de éste vienen siendo inundadas de panfletos amenazantes contra campesinos y comerciantes. Informaciones radiales señalan que comerciantes del corregimiento de Gaitania, municipio de Planadas, vienen recibiendo tarjetas de navidad con grotescas y duras amenazas.



Se ha indicado, igualmente, que en el municipio de Natagaima, mientras una familia y amigos rezaban la novena por el eterno descanso de la compañera Gloria González Ibarra, individuos irrumpieron e impidieron continuar con el rezo, usando palabras soeces y amenazantes.


La situación de miedo por las amenazas en distintas regiones de este departamento, corazón de Colombia, lo mismo que en otros departamentos del país no tiene respuesta por las autoridades ni civiles, ni militares. Por el contrario, se guarda un silencio e indiferencia total. Por el contrario, al parecer algunos altos mandos de la policía departamental le restan importancia y gravedad a estos hechos que interrumpen la tranquilidad del pueblo tolimense en su conjunto.


Líderes comunitarios del corregimiento de Gaitania y otras zonas del departamento, señalan que cómo es posible que se venga amenazando casi que libremente a la comunidad en medio de la fuerte militarización. Como se sabe el sur del Tolima se viene movilizando activamente para rechazar la construcción de la hidroeléctrica Los Andes en el municipio de Planadas sobre el río Atá, toda vez que se constituye en un atentado contra el medio ambiente y a su vez, un robo descarado de los recursos naturales de la zona a cargo de las multinacionales y transnacionales que acechan como buitres hambrientos en todo el territorio tolimense e incluso, colombiano.


El Partido Comunista Colombiano, regional Tolima, rechaza una vez más esta infeliz práctica de amenazas y exige de las autoridades regionales un pronunciamiento claro y preciso. Acciones concretas que permitan develar con certeza de dónde proviene este cúmulo de amenazas. Además, castigo ejemplar para los directos responsables.


Sin embargo, existe consenso casi generalizado que dichas amenazas están encaminadas a sabotear el proceso de diálogo de paz que se adelanta en la Habana (Cuba) entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (Farc – Ep) y el gobierno nacional de Juan Manuel Santos Calderón. Es la vieja estrategia de pretender inmovilizar a la comunidad a punta de terrorismo de Estado para que no se pronuncie y de esta manera permita dócilmente la presencia rapaz de las multinacionales y transnacionales. “Esta es una navidad cruzada por la cruda amenaza”, señaló un líder campesino del sur del Tolima.



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