miércoles, 18 de diciembre de 2013

Campaña electoral corta, dura y desigual para la izquierda colombiana

Lily Ipuz Medina, a la cámara de representantes por la Unión Patriótica. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

La campaña electoral para elegir el parlamento colombiano es corta, pero dura y desigual como siempre ha sido para la izquierda colombiana. Las elecciones se realizarán el 9 de marzo en todo el territorio colombiano. Hay un período corto de inscripción de cédulas y el sorteo de los logos en el tarjetón se realizará el 19 de diciembre a las 9 de la mañana en la registraduría departamental en el caso particular del Tolima.



Para la derecha que tiene todo el dinero del mundo, no para hacer campaña electoral, sino comprar una vez más la conciencia débil y alienada del taciturno e inmóvil pueblo, al parecer el tiempo es suficiente. No así para la izquierda que no tiene ni dinero, ni maquinaria electoral, ni medios de comunicación, ni nexos con las mafias. Le corresponde hacer una campaña electoral puerta a puerta, voz a voz como en los tiempos antiguos, lo que significa una gabela inmensa para los oscuros candidatos de la derecha. A criterio incluso de algunos “comunistoides paquidérmicos” “esto así no rinde”, pero, ¿Qué se puede hacer?


Se necesitan candidatos de “acero” que se acuesten a las doce de la noche y se levanten a las cuatro de la mañana con la disposición de aumentar su caudal electoral y hacer de esta manera un papel decente y consecuente con la altísima responsabilidad que voluntariamente han asumido.


Sin embargo, eso no es suficiente. Con su insustituible liderazgo todo el Partido debe ponerse en la tarea de participar del debate electoral con conciencia social y de clase. La célula debe convertirse en motor, en máquina electoral en su barrio, en su vereda, en su sitio de trabajo. El debate electoral es una batalla ideológica y política, un aporte a la maduración de las condiciones objetivas y subjetivas del gran momento que significará la gran batalla. Nuestra misión es trabajar con ahínco en la construcción dialéctica de la correlación de fuerzas.


Las discusiones intestinas deben ser superadas. La tarea nuestra es que en todos los 47 municipios del Tolima se agite la bandera de la Unión Patriótica y se explique con mucha claridad cómo votar al senado por el camarada Carlos A. Lozano Guillén. Hay que tener un discurso corto, claro y preciso para explicar el tejemaneje del acuerdo. Enseñar desde ya a manejar el tarjetón, tener listos los testigos electorales y los que van a participar decididamente el día electoral. No hay que contar con esos que se comprometen pero que el día anterior se emborrachan y solo llegan después a exigir explicaciones y presentar justificaciones baladíes.


Lozano Guillén donde esté seguirá siendo Comunista, de la UP y unitario. De eso nadie debe dudarlo, más bien hay que dimensionar la complejidad de la unidad y condenar el antidemocrático sistema electoral en Colombia. El árbol no puede impedir ver con realismo político el bosque.


La campaña debemos llevarla a todas partes sin miedo y sin pena durante las 24 horas y no por ratos. Vale recordar que la campaña política no es para hablar mal del otro, es para agitar las propuestas de la izquierda, en este caso, las propuestas de la Unión Patriótica y para denunciar al enemigo de clase. Es decir, mi enemigo no es la otra opción de izquierda por débil que sea, mi enemigo es el sistema capitalista y la clase plutocrática que ha manejado durante tantos años al país injustamente. Qué ingenuidad pensar que la derecha carcomida por la corrupción, el narcotráfico y la sindicación de magnicidios, hoy tras de la rejas, le van a aportar votos la UP. 


Debo relievar la conducta revolucionaria del camarada Danilo López Carrero. Dando un ejemplo de maduración política, desprendimiento, renunció para facilitar la inscripción de la lista unitaria de la Unión Patriótica en el Tolima a la cámara de representantes. Con qué carácter sorteo la difícil situación. “Mi ambición personal no puede estar por encima de la ambición de la izquierda”, dijo con franqueza. Agregó: “Ya viajé por Rioblanco y Chaparral en campaña, pero no importa, soy orgánico y me ciño a la orientación del Partido”.


Interesante postura del camarada que da ejemplo. Sin embargo, hay algo aún más meritorio: “Tenemos que apoyar decididamente a la compañera Lily Ipuz Medina, al camarada Lozano y a la compañera Aída Avella Esquivel”. ¿Quién hace y dice eso? Solo una persona convencida y revolucionaria en el mejor sentido de la palabra. También hay que valorar la participación de la compañera Patricia Sánchez Giraldo. Su entusiasmo y su decisión para aportar al proceso es altamente elogioso. 


Son ejemplos estimulantes, que nada tiene que ver con esos personajillos que no tienen inconvenientes en caminar por la tercera de Ibagué a plena luz del día con verdaderas ratas de alcantarilla. Sin titubear nos quedamos con los ejemplos preclaros de Danilo, de Patricia y de la decisión de la camarada Lily Ipuz Medina de ponerse al frente de una dura y desigual campaña electoral. Que viva la unidad, sin sectarismos y sin ambigüedades.


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