domingo, 23 de noviembre de 2025

El comunismo es verbo no sustantivo, unidad por el Comité Local Ibagué

Vista parcial de la Asamblea Popular Comunista en Ibagué, Tolima. Foto Liy Ipuz Medina

Por Agamenón

Tal como estaba en la programación del Partido Comunista, Local Ibagué, se realizó ayer la asamblea popular comunista en la sede con la participación activa de los camaradas asistentes. Durante dos largas horas los asambleístas estudiaron detenidamente el momento político que vive la ciudad, el departamento, Colombia, el continente y el planeta. Si bien no fue nutrida la asistencia, sí resultó importante la radiografía y las propuestas de los asistentes durante el largo conversatorio. Quizás, la más importante es la vigencia del comunismo y la necesidad de salirle al paso a los enemigos agazapados y no agazapados que por dentro y por fuera se empecinan en llevar al Partido de la vida y de la esperanza a la socialdemocracia y a la conciliación vergonzosa de clase.

Dejó sentada la magna asamblea, no tanto por la cantidad, pero sí por la calidad de los planteamientos de los asistentes, de que el comunismo es verbo y no sustantivo como dice la canción. Es decir, el comunismo es movimiento, acción perenne contra las viejas y anacrónicas posturas y estructuras del capitalismo en su caso, momento histórico que se hace más violento y agresivo contra las masas decididas que avanzan en la construcción del sistema antagónico a este, el sistema socialista.

Comprender el momento político que vive el Partido, sus errores y aciertos, son fundamentales para avanzar en esta lucha despiadada contra este régimen brutal que cada vez se hunde en el mismo estiércol de su degradación. No es maquillando informes para justificar lo injustificable como se fortalece el Partido. Es mirando las grietas con decisión, con espíritu dialéctico, con fraternidad y con coraje como se fortalece la dinámica de la primera organización política de izquierda en Colombia: El Partido Comunista.

Este es un Partido estructurado en el pasado, en el presente y en el futuro, unidad dinámica y dialéctica que no se puede perder de vista. Olvidar la historia resulta catastrófico e imposible para entender el momento y proyectar el futuro. Historia no es solamente pasado, historia es presente y futuro. Por eso, entender el aporte de los mayores y la dinámica de la juventud resulta vital en estos momentos de grandes definiciones, en donde el cambio se vislumbra con esplendor y esperanza.

El comunismo no se digiere de la noche a la mañana. Constituye todo un proceso con avances y retrocesos, con aciertos y desaciertos, con interpretaciones correctas e incorrectas. El camarada Carlos Arturo Lozano Guillén, afirmaba que la formación de un cuadro comunista, se llevaba entre veinticinco y treinta años. Hoy, estamos admitiendo militantes por la mañana y por la tarde ya son cuadros dirigentes. Con ese proceder estamos afectando al cuadro y desde luego, al Partido. Con toda seguridad estamos forjando enemigos potenciales a corto, mediano o largo plazo.

No es prurito pensar así, si entendemos que la lucha revolucionaria de los comunistas se basa ante todo en la ciencia, en la historia y en la lucha a muerte contra el régimen capitalista y todos los tentáculos que lo sostienen. Una persona con solo voluntad y ganas o simple conveniencia personal, no tiene las suficientes agallas para entender la lucha de los comunistas. El comunista es estudioso, es analítico, crítico, autocrítico, humano, filántropo, desprendido, sencillo, amable, fraternal. ¿Somos así?

La modernidad mediática nos está incomunicando, nos está cosificando, nos está alejando de las masas. Creemos que con el simple chat es suficiente. Adiós al contacto directo con las masas, adiós al calor humano que implica estrechar la mano encallada del campesino, del obrero, del trabajador, del ignorante. Esto al parecer ha pasado de moda. Al parecer resulta cursi estar frente a frente con el analfabeto político, el dolor de la necesidad de quien ve en el Partido una trinchera de lucha y esperanza, el escuchar de viva voz y con sus gestos su drama latente y permanente. No queremos escuchar, queremos que nos escuchen y nos obedezcan ciegamente sin oponer resistencia. La crítica la miramos como traición y saboteo, anarquismo y contra revolución. No es guiados por la síntesis de los dos, sino simplemente como pienso yo, porque lo de los demás no es trascendente, lo trascendente e importante es lo que diga yo, pues me considero poseedor de la verdad absoluta y revelada.

La estructura del Partido comienza en la Célula

En ese mundo descomunal y monstruoso de la modernidad, la estructura básica del Partido, carece hoy de valor, no tiene importancia, no tiene sentido, la idea de la montonera gana espacio peligrosamente. Poco importa saber que en la célula es donde comienzo a formarme en este maravilloso mundo del comunismo, sueño es con ser reconocido como cuadro dirigente, mandar, pero no obedecer, sin tener un fundamento científico que implica estudiar el marxismo y el leninismo.

Ya hemos hablado sinnúmero de veces de células vivas y células muertas. Es una cruda realidad que maquillamos con el cuento peregrino que estamos en la modernidad y no en los tiempos del cólera donde era “sagrado” el encuentro celular en condiciones adversas que significó la ilegalidad del Partido y sus militantes tenían que reunirse a la luz de una esperma a estudiar el estatuto y el programa comunista en los cafetales o en los frondosos montes pletóricos de mosquitos y otros bichos de la naturaleza.

Se desconoce de cabo a rabo que el militante se forja, se forma en la célula fusionando creativamente la teoría con la práctica. Eso, como la canción popular, “Es cuestión olvidada”. Somos fugases porque practicamos de alguna manera el principio maquiavélico que dice que el “fin justifica los medios”. La sociedad capitalista dominada por la sociedad consumista nos golpea, nos permea y con fuerza. Aquellas palabras tan hermosas y sublimes como camarada, compañero (a), hoy están en desuso, carecen de valor y sentido de lucha y de revolución. La fraternidad por el camarada y/o la camarada ya no existe con pureza como en tiempos en que “éramos felices e indocumentados”, ahora media un interés personal, egoísta y personalista. Pareciera que estuviéramos viviendo el tiempo de la burocracia. En esa dinámica no es importante la formación ideológica y política, predomina la habilidad para abrirse a codazos cueste lo que cueste.

¿Cómo salir del laberinto?

Lo más importante de la Asamblea Popular Comunista realizada ayer en Ibagué (Tolima), fue la decisión irrevocable de perseverar en el fortalecimiento del Partido. La convicción plena de la grandeza de la organización, su vigencia e importancia, retumbó en el salón con fuerza, temperamento y convicción. Cada asistente expresó libremente y con clara conciencia que hay que corregir lo que haya que corregir, profundizar el diálogo fraternal, la crítica constructiva y la acción, en el marco del trabajo creativo y propositivo. “La crisis no es de ahora – dice la camarada Lily Ipuz Medina – es de vieja data y ésta se enmarca en el odio, en la vanidad y el orgullo. La solidaridad no existe y hay que recuperarla”.  

Para el camarada Orlando Pabón resulta de vital importancia recuperar la dinámica celular, la formación de cuadros integrales y la presencia unitaria en el Pacto Histórico y el Frente Amplio. “Tenemos que ser protagonista en todos estos procesos unitarios”, señaló.

El camarada Pedro Bolaños Batista, verdadero ejemplo de lealtad y compromiso con el Partido y la Comunidad, propuso como tarea básica, fundamental, reorganizar la dirección local, sortear las desavenencias y dinamizar la dirección. “La dirección es la cabeza y si ésta no está organizada con qué fuerza va a dinamizar el cuerpo. La dirección Local no puede desaparecer, debe fortalecerse y hay gente para eso. Yo colaboro en las bilaterales que haya que hacer con este fin”.

“El Partido Comunista, con nosotros o sin nosotros sigue su marcha victoriosa. Qué bueno que sea con nosotros, camaradas. Haremos todos los esfuerzos por fortalecer la dirección local y la dinámica celular. Los obstáculos se hicieron para ser vencidos. Siempre estaremos abiertos al diálogo, a la fraternidad, al respeto mutuo, a la crítica constructiva”, terminamos diciendo.

¡Viva el Partido Comunista!

¡Viva el Pacto Histórico!

¡Viva el Frente Amplio!

¡Viva la unidad!

¡Viva el semanario VOZ La verdad del pueblo!

¡Viva la página web: www.pacocol.org!

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