El deber del gobierno es defender la libertad de prensa

Vista parcial del mitin. Foto Nelosi

Por Nelson Lombana Silva

Se realizó ayer en horas de la tarde mitin de solidaridad con los medios alternativos de comunicación y los periodistas recientemente amenazados mediante panfletos ampliamente difundidos por paramilitares de las águilas negras del bloque capital. El evento se realizó en el parque Manuel Murillo Toro, frente al palacio del Mango de la gobernación. Participaron de la movilización estudiantes de la universidad del Tolima, sindicatos, el movimiento cultural, la corporación Reiniciar y militantes del Partido Comunista, entre otros.

Consignas contra el terrorismo de Estado, el militarismo y el paramilitarismo corearon las personas asistentes, rechazaron las amenazas y asumieron el compromiso de impedir que los pregoneros del terror y de la muerte ganen la partida. Intervenimos para afirmar que le corresponde al presidente Santos definir si tiene voluntad política y capacidad para garantizar la libertad de prensa y la vida de los periodistas gravemente amenazados.

“Tenemos la certeza de que los panfletos no fueron elaborados en sucias alcantarillas, sino posiblemente en brigadas militares o quizás en esos mismos sitios de donde se vienen chuzando los diálogos de paz que se vienen desarrollando en la Habana (Cuba)”, dijimos.

Se dijo también que era un saboteo al proceso de paz que va tan avanzado por quienes viven como buitres carroñeros de la guerra. El gobierno nacional debe definir si es un rehén del militarismo reaccionario, las siete bases gringas en territorio colombiano y los miles de mercenarios norteamericanos que se lucran de las lágrimas y el dolor del pueblo colombiano.

En esta campaña de amenazar por todas partes, seguramente tiene que decir mucho las multinacionales y transnacionales que acarician la posibilidad de atemorizar al pueblo para que no defienda el medio ambiente y nuestra patria sea convertida fácilmente en desierto sin ninguna esperanza para las generaciones venideras. El gobierno departamental y las autoridades también deben fijar su posición y su definición frente a las garantías para la verdadera oposición moverse por el departamento.

En ese sentido se propusieron varias cosas: Fortalecer la solidaridad regional, nacional e internacional; fortalecer la unidad; defender los diálogos de paz de la Habana; convocar un encuentro nacional de medios alternativos para definir acciones de resistencia colectiva; multiplicar la resistencia por la defensa del medio ambiente rechazando la presencia en la región de las multinacionales y transnacionales, especialmente Anglo Gold Ashanti; impulsar la lucha por la defensa de la salud pública y de la educación pública, especialmente la universidad del Tolima y la red hospitalaria. “Levantamos la bandera de la paz, que es la bandera de la lucha, la esperanza y el porvenir del socialismo para Colombia”, terminamos diciendo.