domingo, 22 de junio de 2025

El folclor, una tradición de no olvidar

El colegio Sagrada Familia presente en las festividades folclóricas en Ibagué, Tolima. Foto Nelosi

Por Nelson Lombana Silva

Las fiestas folclóricas se viven con intensidad en la ciudad musical de Colombia, Ibagué (Tolima), por estos días, conmemorando el San Juan y el San Pedro. Las calles céntricas se encuentran engalanadas de alegría con la masiva presencia de propios y visitantes. Son verdaderos ríos humanos que disfrutan el ambiente, especialmente la música, la gastronomía y los diversos bailes populares tradicionales. Adicionalmente, el buen tiempo.

Es importante el certamen porque conserva la memoria, la tradición propia de nuestros ancestros, dándonos identidad ante otras culturas y tradiciones del orden regional, nacional e internacional. Conservar el folclore o folklore es una forma concreta de resistir y rechazar la invasión cultural gringa, que siempre se ha empecinado en tenernos como pueblo sin memoria y sin tradición.

Tolima. Foto Nelosi.
El folklore no es estático, evoluciona, se adapta a través del tiempo incorporando nuevos elementos e incluso, tomando elementos de otras culturas, simple y llanamente porque somos universales, no somos islas.  

Desafortunadamente, el capitalismo, que todo lo corrompe, destruye y lo convierte en mercancía, en el caso del folklore nacional no ha sido la excepción. Por eso, se suele utilizar muchas veces para el lucro y la guacherna, negando muchas veces su génesis. Por ejemplo, ya no se celebra con chicha, guarapo, aguardiente de zacatín y destilado con sabor a anís, impera ahora bebidas extranjeras como el wiski, la cerveza propiedad de los grupos financieros transnacionalizados, etc.   

¿Qué es el folclore o folklore?

Tolima. Foto Nelosi.
En los términos más elementales, el folclore o folklore, es el conjunto de tradiciones, costumbres, creencias, manifestaciones artísticas y expresiones culturales de un pueblo que se niega a rendirse y a perecer ante la arremetida de quien tiene ilegalmente el poder en sus manos. Contra viento y marea, hace brillar su recorrido histórico, sus sueños y sus frustraciones, sus aciertos y sus fracasos. No se avergüenza de su proceso histórico y lo reivindica. El caso, por ejemplo, del sombrero, el poncho, las alpargatas o cotizas y el raboegallo.

Estas diversas manifestaciones culturales y artísticas, son transmitidas de generación en generación, tal la música, la danza, los cuentos, las leyendas, los mitos, las artesanías, los juegos populares, etc. Así, pues, es una forma concreta de identidad cultural que distingue a un pueblo de otro y que se expresa de manera tradicional y popular.

Tolima. Foto Nelosi.
El Tolima Grande (Tolima, Huila), tiene una riqueza folclórica oceánica que hay que salvar del vendaval comercial, tratando siempre de conservar lo más granado de dicha tradición ancestral y autóctona. Es viable y meritorio el esfuerzo que hacen las bibliotecas públicas, las escuelas y colegios por revivir cada año estas bellas, hermosas y emocionantes tradiciones populares y folclóricas. ¡Que viva el folklore!, ¡Qué viva la ciudad musical de Colombia! Y como dice la canción: “Y si me das un trago, nos lo tomamos, nos lo tomamos”.





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