Isabel Aponte Aponte directora de Asomucasa, lideresa de la Zona de Reserva Campesina de Santa Isabel y Anzoátegui, Tolima. Foto Nelosi |
Por Nelson Lombana Silva
Sin el apoyo de las administraciones municipales de Anzoátegui y Santa Isabel, Tolima, se creó zona de reserva campesina en estos municipios cordilleranos, ubicados al norte del departamento. El hito histórico lo lideró de principio a fin una Asociación femenina.
Se trata de la Asociación de Mujeres Cafeteras de Santa Isabel Tolima (ASOMUCASA), liderada por Isabel Aponte Aponte, hermana del gran líder Marco Fidel Aponte Aponte, quien murió en Bogotá el 27 de diciembre de 2017, producto de un cáncer avanzado.
Palacio municipal de Santa Isabel Tolima. Foto Nelosi. |
Gracias a su liderazgo y perseverancia, logró constituir la Asociación y en 18 meses concretar la zona de reserva campesina, sorteando toda clase de vicisitudes. Reconoce la lideresa el interés del Gobierno del Cambio que lideran Gustavo Petro y Francia Márquez. Por eso, afirma categóricamente: “Solamente le agradezco al presidente Petro por este logro”.
Destaca el liderazgo femenino, ejemplo a nivel nacional. “Para Santa Isabel y el Norte del Tolima, es una historia que mujeres unidas hayan sacado este proceso en 18 meses”.
Busto del General Simón Bolívar en el parque principal de Santa Isabel Tolima. Foto Nelosi |
Visitamos estos municipios, caminamos por sus calles húmedas y conversamos sobre el tema y el regocijo que embarga a estas comunidades tan sufridas por la cruda violencia engendrada por el bipartidismo y que hoy comienza a salir una luz de esperanza con el Gobierno del Cambio. Hablamos con el presidente del concejo municipal, Jhaison Eduardo Zambrano Paz y el segundo vicepresidente, Mauricio Peña Bonilla, quienes vienen liderando una sesión especial para este jueves 14 de noviembre, a partir de las diez de la mañana, con la presencia de altas personalidades del orden nacional y regional, entre ellas, la directora nacional de la Agencia Nacional de Tierras, con el fin de socializar el histórico logro que se dio a conocer en la reciente COP16 en Cali, Valle.
La entrevista con la lideresa Isabel Aponte Aponte, es la siguiente:
- Isabel Aponte Aponte, ¿Quién es usted?
Me crié en la vereda La Rica, municipio de Santa Isabel (Tolima), donde estudié mis primeras letras. Allí, existe la casa museo de los alcaldes, mediante acuerdo municipal de 2002, el cual fue liderado por Marco Fidel Aponte, mi hermano, siendo concejal. El concejo aprobó esta iniciativa. El acuerdo está en la casa museo de los alcaldes.
Allí, repito estudié la primaria, luego estudié en el perímetro urbano de Santa Isabel, haciendo hasta noveno grado. Me metí a la junta de acción comunal, donde he tenido bastante capacitación. He sido presidenta dos veces, actualmente soy la secretaria.
El 12 de marzo de 2023, a través de la junta de acción comunal, hicimos una convocatoria para crear el comité de impulso de reservas campesinas. Fui la fundadora de esta iniciativa. La mayoría fueron socios de la junta, treinta personas. Después se vincularon las compañeras de la Asociación de Mujeres Cafeteras de Santa Isabel Tolima (ASOMUCASA), somos cincos que estamos ahí, hace parte una docente también que es mi hermana llamada Adelina Aponte.
Nos tocó lucharla duro. La gente nos creyó de la importancia de las zonas de reservas campesinas, ente que está regido por la ley 160 del decreto 194 de la Reforma Agraria. Y, gracias al actual gobierno nacional que ha puesto los ojos en el campesinado y le ha dado el Derecho de ser reconocido como campesino.
Entonces, nosotras nos pusimos la meta, teniendo en cuenta que yo también he sido representante del sector cafetero desde 1990, como miembra principal. También me di a la tarea de involucrar a las veredas de la zona cafetera, porque ellos me han dado la confianza a través del voto para estar en el comité de cafeteros. También porque considero que en esta parte hay que comenzar a cuidar nuestras micro cuencas y porque la zona cafetera le ha dado mucha riqueza a Colombia.
Cuando teníamos que hacer las reuniones, siempre hacíamos las convocatorias a través de la Junta, la gente nos respondía y para ir a otros municipios como Anzoátegui y en este territorio a Palomar, hacíamos la “vaca”, entre todas reuníamos la plata para hacer la tarea. No le pedimos un peso a la administración municipal, ni a nadie, ni a los políticos de oficio. Es tanto que el día de la audiencia pública, llegó la representan liberal, Olga B y públicamente la rechazamos. Era la primera vez que la conocía y desde luego, hacía presencia en la vereda La Rica. Me pidió una entrevista por ser la coordinadora, yo le dije que se la daba pero sin ningún compromiso político.
La verdad he pensado y reflexionado todo lo que aprendí con Marco Fidel Aponte, que la política traducía a la politiquería en la actualidad, no es correcta, es deshonesta. Le dije: ustedes llegan cada cuatro años a buscarle el voto al campesino y después, te veo. No cumplen. Entonces, yo de mi parte solamente le agradecí al presidente de la República, Gustavo Petro, por este logro.
Para Santa Isabel y el norte del Tolima, es una historia que unas mujeres unidas hayan sacado este proceso en 18 meses; se invitaron de otras reservas y dijeron que ellos se habían llevado más tiempo de sacar las zonas de reservas campesinas. Nos felicitaron porque fue un éxito total, total.
- Señora Isabel: ¿Cómo empezó usted a formar a los campesinos en torno de las zonas de reservas campesinas?
Empezamos explicándole a la gente, especialmente a los más amigos. Ellos nos fueron creyendo. Nosotros convocamos para hacer la primera reunión en el perímetro urbano, el último sábado de febrero de 2023. La gente nos miraba con zozobra desconociendo el tema. En voz baja, algunos decían que qué sería eso…Así pues la asistencia fue casi nula.
Entonces, les propuse a los compañeros que la hiciéramos en la vereda La Rica. La hicimos el 12 de marzo de 2023 y hubo buena asistencia. Poco a poco se fueron vinculando los presidentes de las juntas de acción comunal de las veredas aledañas, como La Congoja, La cristalina, San Carlos, Guaimaral. Ellos también fueron fundadores y quedaron en el comité de impulso. De todas maneras, el comité está integrado por mayoría de mujeres y un hermano mío, que también lo nombramos cuando hicimos la primera reunión del comité de impulso, durante su fundación, se llama: Carlos Julio Aponte Aponte. Creíamos que lo incluíamos como un “relleno”, nunca creía que fuera a llevar la batuta para lograr sacar adelante este proceso comunitario. Se puso la camiseta. A mí me gusta trabajar el tema Social, me gusta mucho lo Social, no pienso en lo individual, pienso en lo social, siempre pensando en el desarrollo de las comunidades.
¿Cómo aprendió usted el tema de zonas de reserva campesinas?
Porque un muchacho que es amigo mío, es un cafetero del municipio de Líbano, que se llama Jhon Esneider Prieto. Él también está desarrollando una zona de reserva campesina en este municipio. Con él nos conocimos hace dos años con las elecciones cafeteras. Él se lanzó para el comité departamental y nosotros lo respaldamos en La Rica. No ganó, al parecer le hicieron trampa en el Líbano, pero de todas maneras, nos seguimos contactando y él fue el que me dijo.
Él vino a la vereda, dos veces a las reuniones. Incluso, el 3 de agosto que hicimos el plan de desarrollo sostenible, que fue un plan mucho mejor que el de las alcaldías de Anzoátegui y Santa Isabel. Fue bien sustentado por las comunidades. En ese momento, también nos acompañó.
También estuvo presente en la audiencia pública. Es un señor que trabaja bastante por el campo. Les ayuda mucho a los campesinos del Líbano a lograr procesos a nivel nacional, como la condonación de deudas a los campesinos.
¿Qué plan desarrolló usted para concretar la zona de reserva campesina?
Varias etapas, comenzando por la planeación gracias al apoyo de mi esposo que me ha colaborado para estar en estos espacios de participación. Él ha entendido que a mí me gusta estar ayudándole a la gente. También mi hijo fue una pieza fundamental, él está trabajando en Bogotá, trabaja en el acueducto, se llama Carlos Alberto Aponte Aponte, ingeniero ambiental, él era el que nos ayudaba a elaborar los croquis de los mapas para la zona de reserva campesina. Él fue otra herramienta importante del equipo, una sobrina que hay en Bogotá, era la que prestaba su correo para enviar las solicitudes a la Agencia Nacional de Tierras.
- La reserva campesina de Santa Isabel, ¿Cuántas veredas incluye?
Incluye 23 veredas. Son tres corregimientos: San Rafael, Colon, Palomar (Anzoátegui) e incluye cinco veredas de Anzoátegui y el resto son de Santa Isabel de la zona cafetera.
- ¿Con cuántas veredas cuenta el municipio de Santa Isabel?
El municipio de Santa Isabel cuenta con 24 veredas. La vereda de la parte superior no se podía incluir por ser zona de páramo. Los páramos no se pueden meter en zona de reserva campesina. Hubo solicitud que hicieron el año pasado, el 30 de diciembre de 2023, hacia la medianoche para que nos dieran la Resolución de inicio, nos dieron respuesta el 12 de enero de 2024, luego vinimos acá, creo, el último sábado de enero del año pasado y la alcaldesa nos dio la bienvenida, mediante solitud que le hicimos para que nos atendiera. Aprovechamos que había hartos presidentes y ahí se vincularon otras veredas de la zona cafetera que todavía no se habían vinculado.
- ¿Siente usted que los campesinos de Santa Isabel, se están sintonizando con la idea de zonas de reservas campesinas?
Claro. Ellos están muy contentos, demasiado contentos. Me han dicho: Cuando vuelva a haber reunión invítenos. No sé si lo logremos este año promover en Santa Isabel, en plaza pública, leer la Resolución de que ya fuimos declaradas zonas de reservas campesinas, Santa Isabel y Anzoátegui, que se llama: “Una fábrica de aguas escondidas entre las nubes”.
- ¿Qué dificultades ha tenido en todo este emocionante recorrido, en todas estas heroicas luchas?
La dificultad fue que en aquel día se nos estaba metiendo esa señora Olga B, estaba diciendo que dizque gracias a ella la zona se había constituido. Nunca. Ni siquiera la conocíamos. Yo fui muy clara y le dije ese día: No queremos políticos acá.
- ¿Cómo es la zona que queda de reserva campesina?
Es muy hermosa, tiene muchas fuentes de agua, tiene monte, bosquecitos. Nosotros a través de esta zona de reserva campesina vamos a concientizar a la gente que hay que reforestar las quebraditas, que hay que cuidarlas porque el agua es oro, completamente es el oro. Yo dije en la audiencia pública que había que empezar a querer la madre tierra, no estarla contaminando con los agroquímicos, ese randa que está acabando con los suelos y, fuera de eso, está matando a la gente, los tóxicos, o sea, las partículas que quedan en el ambiente.
- Se afirma que el nevado de Santa Isabel, está literalmente agonizando. ¿Qué hay de cierto?
Sí, eso dicen. He escuchado esto por la radio. Está a punto de desaparecer el nevado, porque la gente no lo ha cuidado. Pienso que hay que cuidar los recursos naturales, lo principal. Vea lo que han dicho por la radio, sobre el agua en Bogotá. Si no nos ponemos todo el pueblo colombiano la camiseta, posiblemente Bogotá se quedaría sin agua.
- ¿Cómo es la relación de trabajo con los demás miembros de la Asociación de Mujeres Cafeteras de Santa Isabel, Tolima?
Trabajamos en equipo. Yo convocaba a las demás socias. Son catorce. Les decía que se vincularan y asistieran a la reuniones, porque siempre las reuniones ha tenido como sede la vereda La Rica, en el salón comunitario, salón hecho gracias a que cuando fui presidenta y junto con Marco Fidel, como socios, se hizo un convenio con el colegio, se hizo un bazar quedando como ganancia un millón de pesos. Ese millón era para repartirlo por la mitad, una para el colegio y la otra para la junta.
Nosotros qué pensamos. Había un solo heredero de doña Eugenia Luz de Galindo. Mi hermano dijo que había que legalizar la casa, la que actualmente es el museo de los alcaldes, hay que legalizar el predio porque cuando el señor muera, ahí si pailas. Resulta que fue una buena idea. Hicimos una asamblea a través de la Junta y por dos votos ganamos, que esos 500 mil pesos fueran para legalizar la casa. La gente quería un equipo de sonido. Nosotros pedíamos la legalización de la casa.
Hoy vemos la importancia de haber legalizado dicha casa. Después en la administración de un señor Jaime Rincón Soto, pasó un proyecto a nivel nacional para hacer una casa por eso de la violencia, de víctimas y se lo aprobó el gobierno nacional, pero necesitaba un sitio que tuviera un título para invertir esa plata. Allí, tenemos un salón que valió $60 millones de pesos. Es uno de los mejores salones a nivel municipal. Ahí, es donde hacemos las reuniones comunitarias. Allí, fue donde hicimos la primera reunión para fundar el comité de zonas de reservas campesinas.
- ¿Qué apoyo ha tenido la ASOMUCASA de los gobiernos municipales de Santa Isabel y Anzoátegui en este proceso de Zona de Reserva Campesina?
Nada. Nada. Nada. Solo que la alcaldesa nos recibió un día y dijo que en el plan de desarrollo dejaba un espacio para zonas de reservas campesinas. En el caso del alcalde de Anzoátegui nada, es nada. Ni quisiera nos abrió las puertas. Fuimos a hablar con el alcalde y no creyó. Él y los funcionarios, lo primero que dijeron que cuánta plata les iba a llegar a ellos. O sea, ellos piensan primero es en cuánta plata viene del gobierno nacional para que la alcaldía haga lo que quiera con eso.
Pensamos que a través de estas reservas campesinas, la Asociación está haciendo la gestión para legalizar bien los documentos que se necesitan para que los proyectos que se vayan a pasar, lleguen directamente a la cuenta de Asociación. Estamos en esos trámites de investigar.
- ¿Cómo podemos relacionar este histórico suceso que parte la historia en dos de los municipios de Santa Isabel y Anzoátegui con la paz con justicia social?
Yo considero que sí, porque lo importante es la paz como dice el presidente Petro, nuestro presidente de la república, que haya una paz total, que haya igualdad. El presidente le ha dado mucha importancia al campesino y el derecho de que nosotros aprendamos a exigir nuestros derechos, sobre todo que se respete nuestros derechos como campesinos.
Yo estoy más que segura que a través de esta reserva campesina, durante dos o tres años, las reservas campesinas deben de reunirse y sacar listas propias al concejo municipal y por qué no un representante para la alcaldía, así sea, haciendo la escuela como decía mí hermano. No podemos seguirle creyendo a ellos, que se reúnen a puerta cerrada y sacan a dedo sus candidatos al concejo. Nosotros no podemos seguir en lo mismo. De hecho he venido hablando con campesinos pilosos para ir creando conciencia en no seguir siguiéndole la metodología de ellos.
- ¿Qué métodos está utilizando esta Asociación para socializar el gran logro de zona de reserva campesina en estos dos municipios cordilleranos?
Lo primero que nos dieron de esta reserva campesina, es que durante la audiencia pública se aprobó la legalización de las fincas que no tenían título. Nos dieron esa prioridad, por haber sido la Asociación que lideró este proceso. La directora de la Agencia Nacional de Tierras del Tolima, la doctora Yobana Ardila, se hizo presente. Muchos campesinos que sus fincas no tenían título lo adquirieron totalmente gratis. Es posible que en diciembre lleguen las escrituras, según la funcionaria.
La gente está muy contenta por esto, porque en Santa Isabel hace muchos años un alcalde, no recuerdo cual, les dijeron a la gente que los iban a ayudar, trajeron un abogado y los estafaron, mientras que en el proceso que estamos involucradas nosotras no se pega un solo peso. Acudió mucha gente y salió muy contenta.
- En este liderazgo de Zonas de Reservas Campesinas, ¿Ha sufrido usted amenazas?
Afortunadamente no. Por esos días sentí un poquito de nostalgia, porque hace quince días me llamó el doctor Fernando Piñeres, funcionario de la Agencia Nacional de Tierras de Bogotá. Él siempre se comunicaba conmigo por ser la coordinadora, me llamó y me dijo que fuera a la COP16 en Cali, a recibir la copia de la Resolución, que me tenía el cupo para que fuera como coordinadora, pero como tengo muchos trabajos en mi finca, trabajamos los dos solos con mi esposo, entonces pensé en mi hermana, la llamo la madrina de la reserva campesina, porque ella era la que daba la cuenta para que consignaran la plata para las ollas comunitarias, desde Bogotá. Le cedí el espacio a ella, el cupo. Fue y regresó afirmando que había sido una experiencia muy hermosa, muy bonita.
El municipio de Anzoátegui Tolima, ubicado en la cumbre de una de las estribaciones de la cordillera Central
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