jueves, 10 de noviembre de 2022

“La biblioteca es casa de todos”: Irene Vasco

 


Por Nelson Lombana Silva

En el marco del encuentro departamental de bibliotecarios del Tolima, llevado acabo en la biblioteca “Darío Echandía”, de Ibagué, la famosísima escritora colombiana, Irene Vasco, se hizo presente con su infatigable tarea de formación de lectores, desarrollando un ameno taller, el día inmediatamente

anterior.

Irene Vasco es una escritora, licenciada en literatura, que ha publicado más de cuarenta cuentos infantiles y una serie de actividades relacionadas con el tema. Algunos de sus obras han sido galardonados.

Tiene los mejores conceptos de las bibliotecas públicas y su misión histórica que se desarrolla de la manera más desinteresada y permanente. Afirma categóricamente: “La Biblioteca es la casa de todos”, habida cuenta que allí no hay privilegios y todos y todas, tienen los mismos derechos y deberes.

Durante su animado taller, concedió la siguiente entrevista, la cual nos permite conocer aún más y mejor la regia personalidad de la escritora y formadora de lectores en Colombia:

-         ¿Qué sentimiento manifiesta usted estar una vez más en la ciudad musical de Colombia, Ibagué?

Siempre me emociona llegar a Ibagué (Tolima), sentir a los muchachos del conservatorio ensayando, sentir la musicalidad en toda la región, pero, sobre todo, que cada vez que vengo aquí, tengo encuentro con los bibliotecarios, que es lo que más me gusta.

-         ¿Cómo llegó a ese sueño maravilloso de escribir cuentos para niños?

Eso fue trasmisión de madre a hija, trasmisión del oficio como se hacía antes. Mi mamá era una artista y hacía programas de televisión, escribía para los niños y me pedía que le ayudara. Crecí de la mano de mi mamá.

-         ¿Cómo arma usted una historia para después plasmarla y dar origen a un cuento infantil?

Primero necesito que me cuenten muchos chismes; como no me pasan tantas cosas, no se me ocurren, pero los demás sí que tienen buenas historias. Me la paso anotando en papelitos por aquí, por allá, y de repente algo me marca mucho y digo: Aquí, hay un personaje, tengo que darle vida a este personaje y lo voy alimentando con todas esas otras historias.

-         Algo parecido a lo que decía Eduardo Galeano: “Voy recogiendo historias en papelitos y cuando me pica la planta de la mano me siento a escribir”. ¿Algo así parecido?

Bueno, nunca había leído eso que me está contando, pero tal cual.

-         Los niños de nuestra generación y los niños de hoy son diferentes. ¿Vale las mismas historias o se tienen que ir innovando?

Yo creo que el arte no hace distinción en tiempo de atrás o tiempo de ahora, lo que cambia un poco son los lenguajes, las aproximaciones, pera la literatura siempre va a atrapar; los personajes fuertes a los que les suceden cosas que conmueven y que desgarran y que mueven de su lugar, tienen validez en cualquier generación; los promotores ya no le leemos los clásicos a los niños, pero si en la biblioteca leyéramos, por ejemplo, la Isla del Tesoro, los niños se conmoverían como se conmovió usted con Relato de un Náufrago de Gabriel García Márquez. Relato de un Náufrago ya es un clásico y sigue teniendo vigencia en los niños contemporáneos.

-         ¿Cómo escribir un libro?

¡Ja!, esa sí es la pregunta…Voy a contestar con una respuesta que seguramente va a soñar muy extraña: Escribiendo. La gente siempre dice: Yo quiero escribir un libro, tengo muchas historias para contar, es que me encantaría escribir, pero no escribe. Hay que escribir, calentar la mano y comenzar a dar forma, llenarlo de historias, así sea en desorden. Luego, viene un proceso de decantación, de edición, de revisión…Pero, primero hay que escribir para poder hacer todo ese proceso siguiente.

-         ¿Cuál es su ambiente ideal para escribir?

No tengo un ambiente determinado. Escribo donde se me ocurren las cosas. Si voy caminando por el parque y se me ocurre algo, saco el celular y hago una anotación en esa cosa de notas. Si estoy en mi casa, trato de buscar un momento entre que estoy cocinando, dando una clase o preparando no sé qué, pero no tengo un horario, ni un sitio, ni nada establecido. Soy muy indisciplinada, tanto para leer como para escribir.

-         ¿Cuántos cuentos hasta el momento ha escrito y publicado?

Más o menos, cuarenta títulos publicados. Y los que no están publicados, porque hay cosas que uno escribe y son impublicables.

-         ¿Cuántos cuentos en proyecto?

En este momento estoy haciendo un proyecto maravilloso que me tiene enloquecida. Ya hice expedición Macondo y expedición el Principito; ahora estoy haciendo expedición de las Mil y unas noches. Es un viaje increíblemente maravilloso.

-         ¿Para qué se escribe?

Yo no sé…por que no sé que voy a hacer si no escribo, entonces qué hago con todo lo que tengo adentro, cómo lo saco. No sé pintar, no sé hacer música, cocino mal, es mi expresión.

-         Bueno, la tarea de los bibliotecarios es acercar el libro al lector o el lector al libro. ¿Qué recomendaciones haría usted en esta quijotesca tarea o misión?

Primero, ser uno lector. Uno tiene que contagiar la pasión por los libros, pero si uno no la siente, qué va a contagiar. Tener una buena referencia bibliográfica, conocer a su público para saber cómo les va a encantar, cómo va a atrapar a esos lectores con tal o tal libro, dependiendo de a quién se está dirigiendo.

-         Uno de sus cuentos, usted en una forma generosa, se lo dedica a los bibliotecarios. ¿Qué piensa usted de la misión histórica de las bibliotecas y de los bibliotecarios y bibliotecarias?

Para mí, la biblioteca es la casa de todos. Voy a leer un libro ahorita que se llama más o menos así, de una amiga portuguesa, en donde todos tenemos cabida en la biblioteca. Las diferencias desaparecen y donde encontramos refugios físicos, pero también emocionales, mentales, intelectuales.

-         ¿Ha evolucionado la literatura infantil en Colombia?

Sí, definitivamente. Hasta hace unos treinta, cuarenta años, la literatura infantil, era muy costumbrista, indigenista o libros para niños para enseñarles cosas para portarse bien, lo que se llama de valores. Hay una vuelta de tuerca por los años 80s, comienza a despertar la literatura más universal, con personajes más fuertes, tocando temas duros con frecuencia por los años 80s, esa fue la vuelta de tuerca.

-         Se dice que pueblo colombiano poco lee, y de paso, los libros son bien caros. ¿Cómo analiza usted estas paradojas?

Pero, hay bibliotecas públicas en todos los municipios de Colombia. No hay un solo municipio que no tenga biblioteca pública. Antes no se leía nada. Colombia solo tiene doscientos años de vida republicana; hasta la época de la colonia, solamente los que se consideraban blancos, es decir, los españoles y sus descendientes podían ir a la escuela, y vuelvo a decir, los indios y los negros, tenían prohibida la educación. Entonces, en doscientos años, se va avanzando poquitico a poquitico, ya llegan los libros a las regiones. Antes, no había. ¿Cómo iban a leer si no había qué leer? El acceso al libro en todos estos programas de formación de lectores, las bibliotecas públicas, los maestros más conscientes de su rol de formar lectores, todo eso toma tiempo.

-         Finalmente, ¿Cuál sería el mensaje para los bibliotecarios y bibliotecarias del departamento del Tolima?

Que sigan leyendo como siempre lo han hecho y formando muchos lectores.  



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