martes, 5 de abril de 2022

“Quiero que mis niños sean escritores”: Alcira Mejía Ossa


Por Nelson Lombana Silva

La biblioteca Cañón del Combeima está relacionada con un extraordinario grupo de profesores, que desde un principio no ha dudado en apoyar las diversas actividades que a diario desarrolla esta biblioteca ubicada en el corregimiento de Villa Restrepo.



Su férreo apoyo obedece no solo a la profesionalidad que le asiste, sino a su profundo amor por la pedagogía, el deseo ferviente de hacer que los niños y las niñas, con el apoyo de sus padres, salgan adelante y triunfen en las distintas áreas del conocimiento.

La profesora, Alcira Mejía Ossa, es una integrante de este grupo. Hace treinta años ejerce su docencia y doce que labora en la escuela Olaya Herrera, en la vereda Llanitos, vereda que pertenece al imponente Cañón del Combeima. Trabaja por vocación. Lleva su profesión en la entraña del corazón, por eso se hace incansable y, a su vez, por eso está constantemente innovando, inventando, creando, generando acciones en beneficio de sus educandos.

Cuando le informamos del concurso de cuento infantil: “Ibagué, te canto y te cuento”, no dudó en asumir el reto como suyo. Estimuló a los niños y las niñas, lo mismo que a los padres de estos y estas, al grado que casi todo su grupo va a participar de esta hermosa actividad literaria.

Tampoco es una decisión fortuita que la docente le interese el concurso, pues la profesora Alcira Mejía Ossa es escritora, ha dado a la luz pública dos textos importantes para la educación primaria.  

Es enfática al decir: “Me gusta que los niños amen la lectura”. Agrega: “Los escritores se están acabando. Yo quiero que mis niños sean escritores porque yo soy escritora”

En cuanto a la experiencia en este concurso infantil de cuento, la maestra señala: “Ellos hicieron el cuento acá (escuela). Me llena de emoción porque, qué cuentos más hermosos. No sé de dónde sacan tanta creatividad para hacer estos cuentos”.   

El diálogo con la profesora Alcira Mejía Ossa, realizado en la escuela y que nos permite distinguirla mejor, es el siguiente:

-         ¿Cuál es la experiencia acumulada en esos treinta años de docencia?

Una experiencia maravillosa. Empecé trabajando en colegios privados, como la Presentación, colegio Inglés, el Eucarístico, colegios donde me hicieron como maestra, me dieron mucha escuela. Esa experiencia la traje para esta escuela (Olaya Herrera), donde vivo encantada, vivo maravillada con mis niños, con todos los niños que me den cada año; trabajo con el mismo amor, con el mismo entusiasmo en cada año.

-         ¿Cuántos años lleva trabajando en la escuela Olaya Herrera de la vereda Llanitos, cañón del Combeima?

En Llanitos llevo doce años. En el 2010, fui posicionada mediante concurso, por mérito viniéndome a trabajar en la escuela Olaya Herrera. Siempre le pedía a Dios que me diera una escuela bonita, pero que si no fuera bonita, que yo la pudiera arreglar. Él me dejó la escuela que yo quería. He venido trabajando con ella, poniéndola hermosa, bonita, trabajando con mucho entusiasmo con mis niños.

-         ¿Alguna anécdota o experiencia en especial en este largo camino pedagógico en esta escuela?

Varias. Hay experiencias muy bonitas, hay experiencias muy tristes. La experiencia más bonita es cuando uno encuentra los jóvenes hechos y derechos y lo saludan a uno con ese amor, con ese cariño, como cuando lo tuve aquí en la escuela. Una triste porque en los tantos años que llevo como maestra, nunca me había sucedido lo del año pasado: Desafortunadamente, perdí uno de mis chiquitos de siete u ocho años, donde me perdió la vida en un accidente. Eso me pone muy triste, a veces me pongo muy melancólica y muy depresiva. Claro, son más las experiencias bonitas, pues tan solo tuve esa experiencia con mi niño el año pasado.

-         Resulta difícil encontrar un profesional que ame su profesión, la lleve en el corazón y la desarrolle con vocación. Usted  desarrolla su bella profesión por vocación. ¿Qué la anima?

Sí. Gracias a Dios fui educada para eso. Me eduqué en María Inmaculada. Desde muy chiquita, muy pequeñita quería ser maestra. Yo soy la mayor en casa y con mis hermanitos, yo fui la maestra de ellos. Yo me veía reflejada en el querer ser maestra. No tenía toda la parte económica, pero me hice maestra y no sé hacer más. Yo no le vendo a nadie nada porque no sirvo para eso. No puedo hacer otra cosa que enseñar. Dios me ha dado ese don. Ese es un don que Dios le da a uno de ser maestro como lo fue Jesús: Maestro. A veces uno es docente, pero en realidad uno tiene que ser maestro para amar a esos niños, cualquier niño. En este caso, tengo una niña con discapacidad y esa niña para mí es mi vida, ella no llega a la escuela y yo me desespero. Para mí, los niños son lo más hermoso que Dios me ha dado.

-         En este concurso de cuento: “Ibagué, te canto y te cuento” que organiza la secretaría de cultura, con el apoyo de la red municipal de bibliotecas públicas de la ciudad de Ibagué, usted le ha puesto todo el entusiasmo para que los niños y las niñas participen. ¿Qué la anima?

Me anima el saber que se ha perdido tanto el que las personas escriban, el que las personas amen la lectura. Hoy en día tenemos todo para que los niños amen la lectura, adoren esta práctica, así como quieren el celular, me gusta que amen la lectura. Los escritores se están acabando, desafortunadamente. Entonces, yo quiero que mis niños sean escritores porque yo soy escritora. Soy autora de dos libros para primaria: Uno se llama Tolima tierra firme y el otro Ibagué educadora. Así como soy escritora y maestra, a la vez, al mismo tiempo, quiero que mis niños también sean escritores. De hecho hace como unos seis o siete años por Bogotá nos ganamos el premio con una niña mía de apellido Ossa. Se lo ganó. Entonces, no creía que se iba a ganar ese premio y mi niña se lo ganó. Quiero que mis niños, así como me fascina escribir, me fascina leer, quiero que mis niños amen la lectura y la escritura, y que lo que ellos escriban lo quieran y lo podamos plasmar y darlos a conocer a muchas personas también.

-         Es usted una docente incansable, inquieta e innovadora que siempre está orientando los niños y las niñas por el camino del saber…

Sí, me gusta harto. No soy de las docentes que salen a la una de la tarde y ya. No. Yo llego a la casa y sigo trabajando por mis niños, los llamo. También trabajo de la mano con los papás, porque si no trabajo con los papás todo esto no sería bonito. Yo me la paso con los papás y ellos son muy lindos conmigo. De cualquier edad y en cualquier año, los padres me han apoyado todas las iniciativas que les he planteado. En este concurso, los papitos han sido los pioneros conmigo. Hemos hecho ya dos borradores con este concurso, ideas hermosas que, uno dice de dónde sacan tantas ideas estos muchachos y no fueron los papás, porque los niños hicieron este cuento en sus mentes en la escuela en unas sillas que tengo muy feítas, muy pobrecitas, pero aquí, lo hicieron. De hecho, les tengo la “sala de lectura y escritura” en el salón. Entonces, ellos hicieron el cuento acá. Me llenan de emoción porque qué cuentos más hermosos. No sé de dónde sacan tanta creatividad para hacer estos cuentos. Ellos, me pegan esa creatividad y ese ánimo de hacer las cosas. Son los niños los que me inyectan esa iniciativa de hacer las cosas.

2 comentarios:

  1. Un orgullo tener una compañera tan comprometida, enamorada de su profesión.

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  2. Excelente profesora
    Bendiciones en todo lo que emprendas

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