lunes, 13 de septiembre de 2021

Antonio Caballero, irreverente con su clase

Antonio Caballero Holguín. Foto: Internet

 Por Nelson Lombana Silva

El 10 de septiembre murió en Bogotá, el conocido periodista, escritor y caricaturista, Antonio Caballero Holguín, a la edad de 76 años. Fue irreverente con su clase social. Crítico acérrimo del régimen que ha gobernado hace más de 200 años al considerado país del sagrado corazón de Jesús, admirador de la heroica e histórica Revolución Cubana y crítico cáustico del imperialismo norteamericano. Por eso, quizás los grandes medios no destacaron el hecho, escasamente informaron entre líneas.

Había nacido en Bogotá, el 15 de mayo de 1945, siendo sus padres: Eduardo Caballero Calderón, destacado escritor costumbrista e Isabel Holguín. Una gran parte de su núcleo familiar estaba muy familiarizada con el arte, la cultura y la literatura. Era sobrino de Lucas Caballero Calderón (Klim) y hermano del pintor Luis Caballero Holguín.

Tuvo la oportunidad de viajar por el mundo. Adelantar estudios en Paris y visitar con amplitud países como Italia, Grecia, Inglaterra, España, etc. Le impresionó la gesta de los barbudos de la Sierra Maestra con el liderazgo de Fidel Castro Ruz y el heroico guerrillero Ernesto Che Guevara, entre otros. De igual manera, la movilización de mayo de 1968.

Desde 1964, se matriculó con la prensa de la gran oligarquía, El Tiempo, como caricaturista. También laboró en El Espectador y la revista Semana cuando ésta tenía un espíritu liberal y permitía alguna crítica al régimen liberal-conservador.

Cuando se funda la revista Alternativa en 1974, por iniciativa de un grupo selecto, del que hacía parte Gabriel García Márquez, Antonio Caballero Holguín, asume la jefatura de redacción y la corresponsalía internacional de dicha revista. Esta fue una de las revistas más importantes en Colombia que permitió conocer la otra versión de la realidad del país dominado por la gran burguesía liberal- conservadora y la influencia criminal de Estados Unidos. De hecho, Antonio Caballero era un férreo crítico del tío sam. También hizo parte del canal “Los Danieles”, un canal bastante crítico y orientador permanente del acontecer nacional e internacional con una perspectiva marcadamente progresista.

Fue un crítico directo de la película del narcotráfico, sobre todo, la doble moral de los países consumidores a gran escala como Estados Unidos. Desde que este país le impuso a Colombia el denominado: “Plan Colombia”, la pluma brillante y valiente de Antonio Caballero estuvo a la orden del día denunciando la presencia del narcotráfico en la vida social, militar, política, artística y religiosa, de la clase dominante. Demostró como todas las instituciones públicas habían sido permeadas por el narcotráfico demostrando con claridad cómo el señor Uribe era el narcotraficante número 82.

También Antonio Caballero incursionó en los laberintos de la novela y el cuento. En 1984, publicó la novela intitulada: “Sin Remedio”, novela que hace énfasis en su argumento sobre lo difícil que es hacer poesía en Colombia. En 1989, publica el libro infantil: “Isabel en Invierno” y más tarde escribe el cuento: “El padre de mis hijos”.

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