miércoles, 27 de agosto de 2014

Podredumbre al interior de fedecafé


Emilio Martínez Torres, líder cafetero de Ibagué, Tolima. Foto Nelosi

Por Nelson Lombana Silva


El próximo 7 de septiembre se realizará en Colombia elecciones para renovar los comités municipales y departamentales que hacen parte de la Federación Nacional de Cafeteros, (Fedecafé). La campaña como cualquier campaña del establecimiento burgués, se desenvuelve en el ambiente del ventajismo, la corrupción, la promesa y la mentira. La clase dominante hace miles de triquiñuelas para sostenerse en el poder y continuar explotando infamemente al pequeño y mediano caficultor.



Esta Federación era una de las más sólidas en el país. Se llegó a decir que era un Estado dentro del otro Estado. Pero la corrupción irrumpió y a pasos agigantados fueron desapareciendo los activos como por arte de magia. La flota mercante Gran Colombiana, (La patria en los mares se solía decir) desapareció y nadie da respuesta. Además, Bancos, etc.


El fondo nacional del café que era un ahorro forzoso del pequeño y mediano caficultor, se utiliza para llenar vacíos de los robos de la burguesía y no para retribuir los períodos de crisis de los que realmente hacen realidad la caficultura bajo el sol y la lluvia.


Los jerarcas del comité departamental de cafeteros del Tolima, al parecer de espaldas a los pequeños y medianos caficultores, se han dedicado a vender los activos casi que clandestinamente. Nadie responde por el monto ni da una explicación lógica sobre por qué se vendió tal inmueble, mucho menos en dónde fue a parar esos dineros. Cuando el líder cafetero de base tímidamente se acerca a preguntar, la respuesta al parecer es la misma: La federación es un ente privado.


Una de las últimas ventas que hicieron estos jerarcas y que ha causado honda indignación en el gremio cafetero sobre todo por la base, es la venta  del edificio del café ubicado en la calle 17 con carrera segunda de la ciudad de Ibagué, Tolima. No se sabe la cifra exacta. Según el líder cafetero Emilio Martínez Torres, la cifra estaría por los $29 mil millones de pesos. El único argumento baladí al parecer es que era muy costoso el arreglo de algunos baños. Lo curioso es que quien compró el edificio ahora se los arrienda teniendo que pagar anualmente $1000 millones de pesos.


Según el líder cafetero, la corrupción es galopante, evidente sobre todo en la cúpula de la federación. Se hace necesario la democratización y una purga de la entidad para que realmente se ponga al frente de los intereses de los caficultores colombianos, tolimenses e ibaguereños.


Emilio Martínez Torres hace parte de la plancha No 10 para el comité municipal de cafeteros de Ibagué, lista de la cual hace parte el camarada Danilo López Carrero. El listado completo y en su orden es el siguiente:


Principales: Gamaliel Martínez, José Primitivo Arévalo, Hernando Ramírez, Danilo López, Alfonso Castro y Emilio Martínez. Suplentes: Isaías Montealegre, Luz Marina Rodríguez, Jorge Quiñonez, Juan Carlos Díaz, Walter Martínez B y Margarita Hernández.


Emilio Martínez Torres, habló con las páginas web: www.pacocol.org y www.semanariovoz.com:   

-         ¿Cuál es el papel de la federación nacional de cafeteros en relación con la aguda crisis de la caficultura colombiana?


Nosotros como líderes cafeteros que somos de base, es bueno comenzar haciendo la diferencia entre cafeteros y caficultores. Caficultores somos los que manejamos las fincas y tenemos dos, cinco hectáreas de café sembrado. Los cafeteros son los que manejan el producto, son los que manejan los recursos.


La situación es muy sencilla: Se está hablando en estos momentos de una reforma, mediante una constituyente, pero qué es el problema que hemos tenido a partir de 2012, cuando empezamos a auscultar cómo era el funcionamiento de la federación.


Nosotros siempre hemos dicho que para que la federación funcione tenemos que implementar cambios serios de arriba hacia abajo y no como lo vienen haciendo de abajo hacia arriba. Porque la cúpula, que es una pirámide política que hay muy bien conformada, que son los que se están llevando todos nuestros recursos y todo lo que internacionalmente le está llegando a la caficultura colombiana. Se ha venido apoderando de esos recursos para el interés personal en detrimento del interés colectivo del gremio. Así las cosas, hoy no tenemos líderes de base a favor del gremio, sino dirigentes por las alturas a favor de sus intereses y los mismos intereses del gobierno nacional.


-         ¿Se podría decir que la federación no responde a las expectativas del caficultor y la caficultura colombiana?


No responde en absoluto. Es común y de conocimiento público la problemática en la cual está envuelta la caficultura colombiana. Para producir una carga de café vale $550 mil pesos y hemos tenido precios de $400 mil. Si no hubiera sido por el paro y el movimiento popular por la base, no hubiéramos conseguido estos recursos. Fue una dura lucha de más de un año, para que el Congreso Nacional y el mismo Gobierno Nacional buscaran estos recursos, que son en términos generales pequeñas limosnas. El precio de la carga hoy es de $700 mil pesos y no va a subir más, porque así lo dijo el gobierno. Hace un mes estaba la carga a $560 mil pesos, ahora a $710 mil pesos, pero solo nos están pagando $700 mil pesos. Ese es el gobierno.


-         Según su criterio, ¿Hay corrupción al interior de la federación nacional de cafeteros?


Por dios santo eso nosotros no lo podemos comentar. Eso es lo más normal. Y por eso es que estamos así, porque los recursos que nosotros generamos como caficultores son inmensos, grandísimos y la verdad, no deberíamos estar padeciendo esta situación calamitosa. Pero a través de la corrupción, no hay manera que nos lleguen esos recursos que nos merecemos porque son nuestros, los que realmente estamos trabajando.


-         Hablemos de la problemática a nivel departamental. Tengo entendido que el edificio del café fue vendido y ahora están pagando arriendo. ¿Cómo es el cuento?


El cuento es muy sencillo: Desafortunadamente la base cafetera elegimos a unas personas para que nos representen a nivel departamental y a los comités municipales. Estas personas se han posesionado y van para tercer período, es decir, van para doce años y no quieren soltar el puesto, el poder.


A raíz de haberse empotrado en estos cargos, pues ha vendido todo lo que teníamos. Ya vendieron el edificio del café que para nosotros era un ícono, un edificio ubicado estratégicamente a tres cuadros de la terminal, a cuatro cuadras de la gobernación y la alcaldía, a dos cuadras de la plaza de mercado de la calle 14. Sin dar explicación lo vendieron y ahora están con el cuento de que nos van a construir un edificio con ciertas comodidades, pero cerca al aeropuerto Perales. Las preguntas del millón que se hacen las personas conscientes son: ¿Quién se va a desplazar a hacia esa lejura? ¿Cuánto le representa en dinero y en tiempo al caficultor ir por allá?


-         ¿Por qué vendieron el edificio?


Las razones que dan son ciertamente inverosímiles. En una charla que teníamos con el representante legal del comité departamental, decía que se había vendido porque los sanitarios que se habían hecho hace quince años estaban obsoletos y que cambiarlos era un costo oneroso. Además se gastaba mucha agua en ellos.


Indigna que le digan a uno semejante mentira, semejante argumento traído de los cabellos, que ni una persona tonta seguramente lo va a creer.


-         ¿Por cuánto lo vendieron?


Dicen que valió $29 mil millones de pesos. No sabemos si es cierto o si es mentira porque nunca nos han querido dar realmente cifras concretas. Lo único cierto es que sí se vendió. La misma persona que compró el edificio que es el señor Carlos Alvarado, se lo arrendó nuevamente a los mismos directivos por $1000 millones de pesos anuales. Ya se completó un año y vamos para el segundo y no conocemos ni maqueta, ni el sitio donde supuestamente se va construir el nuevo edificio.


Fuera de la venta del edificio, vendieron otros como la Melendro, el lote donde estaba funcionando la cooperativa panamericana en $3.500 millones de pesos, dinero que se encuentra envolatado, vendieron la granja de El Líbano. Todo lo que teníamos en Ibagué lo han venido vendiendo. Había una casa en el municipio de Melgar, también la acaban de vender. Ahora mismo están diciendo que tienen que vender las instalaciones y el lote donde estaba almacafe porque sí. Por dios, están vendiendo todo y quién da razón de la plata y para dónde se va.


-         ¿Quién está vendiendo todo eso como si fuera de su propiedad?


Sabemos que hay tres personas en Ibagué que se han apoderado de todo eso: El señor director doctor Monroy, el señor presidente del comité departamental Oliver Montealegre y el representante nacional don Javier Trujillo. Ellos son los que están haciendo los negocios, autorizando para salir de todo. En la actualidad realmente ya no tenemos nada.


-         ¿El dinero por concepto de estas ventas para dónde va?


Nadie sabe nada. Cuando uno pregunta la contesta es que eso es empresa privada y no tenemos derecho a preguntar los caficultores. Sin embargo, sabemos que ahí había plata del fondo nacional del café y hay plata por este concepto, es plata de los caficultores. Tenemos derecho a saber e incluso, a opinar, pero no ha sido así. Nunca nos dijeron de esos negocios, esas ventas, mucho menos su cuantía real.


-         ¿Qué propuestas hay para democratizar la federación y parar ese mar de corrupción al parecer?


La propuesta elemental es que tenemos que elegir a representantes de base. Hay las elecciones cafeteras el 7 de septiembre y pensamos que la salida es nombrar gente honesta y comprometida con el gremio por la base. Sería la única oportunidad para comenzar a indagar dónde está ese capital millonario que se encuentra envolatado y ciertamente desaparecido. Saber dónde está, quién lo tiene y cómo ha sido invertido.


-         ¿Hay condiciones para desarrollar la campaña ese sector progresista?


No hay condiciones, por supuesto. Se fijó una fecha para presentar las planchas que era el 25 de julio. Pero con sorpresa llegamos el 28 y estaban los mismos directivos cuadrando nuevas listas, haciéndoles una cantidad de arreglos para meter esas listas cuando ya había pasado el tiempo acordado. Hay una desigualdad terrible incluso en recursos económicos. De todas maneras, vamos a luchar e insistir por la democratización de la federación, del comité departamental y municipal de cafeteros.

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