lunes, 28 de octubre de 2013

Irregularidades del IBAL en Ibagué, Tolima

Tapa alcantarillado logotipo de Bogotá. Fotos Nelosi
Por Nelson Lombana Silva


Los servicios públicos domiciliarios son un permanente dolor de cabeza para los usuarios no solo por el elevado costo, sino también por su mala calidad y deficiencia en la prestación de los servicios.



Un caso concreto lo constituye en la ciudad musical de Colombia el preciado servicio del agua por parte del Instituto Ibaguereño de Acueducto y Alcantarillado, IBAL. Su servicio es pésimo, costoso y deficiente.


La calidad del agua no es la mejor, si llueve se va, si hace sol, lo mismo. Sin embargo, las facturas sí son puntuales y por las nubes. Todo parece indicar que la gerencia hace rato viene creando las premisas para su privatización.


En ese sentido, no es la primera vez que se intenta privatizar el IBAL. Hace rato en la administración municipal de Carmen Inés Cruz se intentó venderlo a una comercializadora española, pero la resistencia de los veedores y usuarios de la época lo impidieron. Ahora, el alcalde Luis H. Rodríguez vuelve a acariciar la posibilidad y una forma sutil de rendir a los usuarios es ofreciendo un mal servicio para dar a entender que lo público es malo y que solo lo privado es lo mejor. Es toda al parecer una perversa estrategia neoliberal.


Hay, igualmente al parecer, toda una mafia alrededor de la comercialización del preciado líquido en esta capital de departamento. Son varios los aspectos que salen a flote tímidamente: La cartera morosa está a cargo en su inmensa mayoría en los estratos superiores, es decir los sectores industrial y comercial. Como quien dice: Los ricos de Ibagué no estarían pagando el preciado líquido.


Hay funcionarios que señalan por debajo de cuerda que muchos ex gerentes y altos funcionarios del IBAL no están cancelando un peso por el agua, tienen doble instalación para evadir las “exhaustivas” investigaciones de las autoridades.


Durante largo tiempo contrataron funcionarios expertos en cortar los servicios públicos con el propósito de cobrar la jugosa reconexión, aprovechando el desconocimiento de la norma por parte del usuario que prohíbe totalmente cortar los servicios públicos y cobrar por su reconexión.


Pero como si esto fuera poco, al parecer hay un tráfico de tapas de alcantarillado, sin tener plena certeza cómo se desarrolla este negocio y si es legal o ilegal. En el municipio de Fresno, Tolima, aparecieron estas tapas con el logotipo de Valledupar y en Ibagué vienen apareciendo con el de la empresa de acueducto y alcantarillado de Bogotá.



Luis Alberto González. .Foto archivo nelosi

Una de las personas más versadas sobre el tema de los servicios públicos domiciliarios en el Tolima, es Luis Alberto González Rocha, a su vez juez de paz. Durante casi 30 años viene estudiando este tema. Es una autoridad en la materia.


Refiriéndose al IBAL señala que “todas las administraciones vienen declarándose en quiebra, argumentando pérdidas en la comercialización del agua, cuando en realidad el mejor negocio que hay es la venta de agua”.


“Miremos los grandes contratos, todas esas investigaciones que lleva la contraloría, son cantidades de contratos amañados que se llevan allí, presentando una cartera inflada que a última hora los usuarios de los estratos inferiores no deben absolutamente nada”, agrega.


“Si miramos quienes son los morosos – continúa hablando don Luis Alberto – encontramos con cierta sorpresa que son los estratos altos, es decir, el comercial y el industrial, o sea, los estratos 5 y 6, pero los que realmente pagan cumplidamente son los estratos bajos, son los de menos recursos económicos pero que tienen un altísimo grado de responsabilidad y compromiso con el IBAL”.


“Últimamente hemos visto que las tapas de los contadores y del alcantarillado que se instalaron en el municipio de Fresno, Tolima, tienen el logotipo de Valledupar y las tapas que se están instalando en Ibagué, tienen el logotipo de la empresa de acueducto y alcantarillado de Bogotá. No entendemos cómo en unas ciudades se pierden las tapas y aparecen en otras ciudades. ¿Por qué las autoridades contratan con gentes deshonestas  como estas?”, se pregunta don Luis Alberto González Rocha.


Según señala el juez de paz, es muy frecuente que usuarios lleguen a su improvisada oficina a informar sobre el corte del preciado líquido a pesar de tener el recibo cancelado. “El agua – dice – no se puede suspender de la noche a la mañana porque así lo dice la norma, la legislación vigente. Hay que respetar el debido proceso antes de tomar una decisión de esta naturaleza, así lo dice la sentencia número 546 de la Corte Constitucional, que mediante ésta quedó totalmente prohibido el corte del agua en Colombia. Sin embargo, la empresa lo sigue haciendo a su manera”.  


Estas son algunas anomalías que poco a poco vienen saliendo a flote a pesar del hermetismo de los altos funcionarios del IBAL, IBAL que se ha convertido en caja menor de los politiqueros de oficio para adelantar sus campañas politiqueras, según señala don Luis Alberto González.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario