sábado, 22 de junio de 2013

“El debate está abierto sobre la participación de Marcha Patriótica en elecciones 2014”

Juan Gabriel Bermúdez, lider Marcha Patiótica en el Tolima. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

Juan Gabriel Bermúdez es uno de los voceros de Marcha Patriótica en el departamento de Tolima, movimiento político y social en construcción que parte de la aceptación en las más de 2000 organizaciones a nivel nacional y que en este departamento es una realidad que se viene desarrollando en las organizaciones, especialmente campesinas e indígenas.



Entre los temas centrales que animan a la Marcha Patriótica está el tema de la paz con justicia social y en consecuencia los diálogos que se adelantan entre las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, ejército del pueblo, FARC – EP y el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón.


Para Marcha Patriótica, según el compañero Bermúdez, es clave este tema, por eso viene trabajando dicha organización política y social en las constituyentes por la paz. El próximo 10 de julio se constituirá el comité departamental de impulso de las constituyentes por la paz en el Tolima, al parecer con la participación del gobierno departamental, los gremios económicos, la academia, los partidos políticos y por supuesto, las organizaciones sociales, populares y democráticas que tienen asiento en esta sección del país.


Otro tema central tiene que ver con la participación activa de Marcha Patriótica en la contienda electoral de 2014. En ese sentido, Juan Gabriel Bermúdez ha señalado enfáticamente que “el debate está abierto, es necesario darlo, desarrollarlo con fraternidad, con entereza y con opciones”.


Sobre este y otros temas de suma actualidad de corte internacional, nacional y regional, se refiere el dirigente de Marcha Patriótica en esta entrevista:


-         ¿Qué análisis hace usted de los diálogos de paz entre la guerrilla de las FARC – EP y el Gobierno de Santos que se viene desarrollando en la Habana (Cuba)?


Los diálogos nosotros lo vemos como producto de varias situaciones: En Marcha Patriótica hemos manifestado que los diálogos no aparecen porque sí, sino porque hay necesidades de tipo económico, por ejemplo.


Hemos insistido que el modo de producción necesita una ecuación a través de un modelo económico que permita satisfacer las necesidades que hoy por hoy impone este mismo. Me explico: Nosotros vemos que los diálogos son una muy buena oportunidad para revitalizar el modelo económico en la idea de garantizar mayor productividad de la tierra. Por esta razón, se ha discutido durante mucho tiempo la pertinencia de hacer productivo el latifundio que hoy por hoy no es productivo.


Esta puede ser una apuesta interesante en la perspectiva de garantizar mayores niveles de productividad de la tierra y por tanto de introducir aquella clase que simplemente ha dependido de su renta para garantizar un mayor nivel de productividad para tecnificar el desarrollo agrario y otros elementos.


Entonces, ese es el primer aspecto que nosotros ubicamos. No porque los diálogos impliquen una revitalización del modelo económico, no quiere decir que estemos a la defensiva. Por el contrario. Nosotros hacemos una mirada crítica de esto, porque la otra razón que ubicamos tiene que ver con la posibilidad de gestar en el país un nuevo régimen político.


Desde el punto de vista de Marcha Patriótica, nosotros vemos los diálogos como una oportunidad para generar un nuevo ambiente para las luchas sociales, por ejemplo.


Sin embargo, si miramos desde el ángulo del establecimiento, la apuesta de ellos es tratar de recomponer un régimen político que en el período de Álvaro Uribe Vélez fue bastante cuestionado, sobre todo en su última etapa. El régimen político colombiano asistió a un momento de degradación y descomposición notable, en el cual por ejemplo, muchos de los parlamentarios fueron involucrados con las autodefensas y figuras destacadas del parlamento fueron involucrados con dádivas propias del narcotráfico.


Entonces, nosotros asistimos a un modelo económico y un régimen político en degradación y esos diálogos pueden desde el punto de vista del establecimiento recomponer. Por esta razón, la discusión sobre la participación política se ha reducido a la inclusión de las FARC en la estructura del Estado. Nosotros creemos que la cosa va mucho más allá. De hecho va más allá.


Ya que lo que está en juego no es solamente la recomposición del régimen político que hemos tenido, sino incluso, replantearlo. Replantearlo en la perspectiva de la consecución de mayores y reales niveles de participación de parte los que nunca han tenido voz en la estructura del Estado y la conexión del mismo.


Ese es el análisis que ubicamos; desde el Tolima consideramos que los diálogos son trascendentales ya que aquí por decirlo de algún modo, se expresó notablemente la confrontación armada; de hecho fue el primer departamento en donde afloraron las insurgencias que en un primer momento fueron grupos de autodefensas de la gente en busca de preservar la vida. Posteriormente, se produjo un cambio en su táctica y estrategia y se convirtieron en guerrillas. Pero no por ello, dejaron de ser una consecuencia de un agudo conflicto social que tenía notables expresiones en la zona rural y fundamentalmente en el sector agrario.


Desde el Tolima lo que ubicamos es que esos diálogos son trascendentales ya que pude producir o pueden conducir a resolver una de las causas que generaron la confrontación armada. El departamento sigue siendo un departamento cuya economía es agrícola, así una posición importante que los habitantes estén concentrados en las zonas urbanas; el departamento sigue siendo un departamento cuya producción y actividad productiva sigue siendo agrícola. Por lo tanto, un acuerdo que revitalice este sector es  totalmente benéfico.


Recientemente entre las FARC y el Gobierno anunciaron que había un acuerdo parcial, unos logros parciales entorno al primer punto; desconocemos los detalles, se habla de una transformación sustancial del campo colombiano. Tocará esperar unos cuantos meses más para determinar qué de sustancial es, pero todo indica que hay unos mínimos en los cuales se ha avanzado.


Esa es la mirada que tenemos desde el departamento del Tolima y desde Marcha Patriótica sobre los diálogos. Estamos bastante expectantes, consideramos que es una buena oportunidad que necesitamos meterle pueblo y rodear esa iniciativa, más cuando hay unos enemigos que persisten en beneficiarse de la guerra. Nosotros consideramos que es perentorio rodear la iniciativa de los diálogos, expresando en las calles y en cualquier escenario cualquier aporte que conduzca a su buen término, en particular que nos lleve a un acuerdo que realmente signifique paz con justicia social para todos y todas.


-         El segundo punto tiene relación con la participación política. ¿Qué aportes se podrían hacer desde el Tolima?


Bueno, en un ejercicio parcial que hicimos de cara al foro sobre participación política organizado por PND de  las Naciones Unidas y la Universidad Nacional, consideramos que hay una necesidad y es ponerle fin, por decirlo de algún modo, a los juegos en los que hoy es el proceso de paz.


En concreto consideramos que el cese bilateral es una condición fundamental para garantizar que todos los actores sociales puedan participar en el ejercicio de la política.


En el Tolima esa fue nuestra principal apuesta. Planteamos en concreto que es necesario que exista un cese bilateral del fuego, para que todo el mundo se pueda meter en el tren de la discusión de la paz. Si no es así, seguimos bajo la lógica que ha caracterizado al régimen y es, mientras unos actores sociales intentan jalonar la paz, diálogo o cualquier otra iniciativa conducente a eso, hay otros, en particular las fuerzas militares, que persisten en reprimir toda expresión popular, que manifieste algún apoyo o que por lo menos, simpatice con iniciativas que puedan conducir hacia la paz.


Eso lo planteamos, fundamentalmente, por la situación del sur del Tolima. En el sur del Tolima, fundamentalmente, en los municipios cercanos a la cordillera central, hoy por hoy, son víctimas de un macabro plan que se ha llamado “El Plan Consolidación”, cuyos impactos se expresan en una agudización del conflicto armado. “El Plan Consolidación” tiene por objeto retomar el control en aquellos lugares donde el Estado nunca había estado, pero lo que ha generado es una tensión mucho más aguda entre las fuerzas militares, las fuerzas insurgentes y los actores sociales que de una u otra manera quieren vivir en paz.


Planteamos esto porque consideramos que un cese bilateral puede menguar la confrontación armada y puede brindar un rango de posibilidades para que la gente, pueda en primera medida, vivir más tranquila. Pero, a su vez, desenvolverse en el ejercicio de la política. ¿Será posible pensar un escenario electoral hacia el año entrante en el marco de un conflicto armado en el marco de unas tensiones y será posible en particular pensar la participación política de esos actores en una posible contienda electoral, si el conflicto persista en la manera que ha persistido? A mi criterio se seguiría repitiendo la historia. Los niveles de abstencionismo seguirían siendo iguales o mucho mayores a los que hemos asistido y la gente seguiría totalmente apática, ya que no vería por esta vía ninguna solución contundente a los diversos problemas que tiene.


-         La posición de Santos es ambigua. Mientras sostiene los diálogos de paz, tiende a convertir a Colombia en plataforma para agredir países hermanos del área. Se encuentra en el mar nacional la IV flota norteamericana, Santos señala el interés de hacer parte de la OTAN, visita recientemente el vicepresidente de los Estados Unidos y el fascista Henrique Capriles. ¿Cómo entender esa postura del gobierno Santos?


Eso merece un rango de interpretación bastante amplio. Sin embargo, uno se pregunta en el marco de los diálogos de paz, cuáles son las apuestas en política internacional de este gobierno.


Por un lado queda totalmente claro que mientras está sentado en la mesa con uno de los actores protagonistas del conflicto armado, como producto también del conflicto social, persiste una política lesiva contra los sectores populares.


Varios de esos acuerdos subrayan la necesidad de entablar pactos económicos, tratados de libre comercio con otros países cuyo impacto como lo han manifestado algunos, no pueden ser muy positivos para los sectores populares.


En primera medida uno ubica que las apuestas de este gobierno tienden a profundizar las iniciativas de corte neoliberal que han predominado en el país.


Pero también y atendiendo a que el recambio que ha sufrido Latinoamérica, hay muchos gobiernos demócratas, de avanzada que han establecido rupturas con las tendencias predominantes en materia económica, en materia política, en materia social. Uno logra ubicar que ante estos avances, los Estados Unidos fundamentalmente, y otros actores, tratan de ubicar a Colombia como el “Judas” de Sudamérica. Por esa razón, acuden al país para buscar en el gobierno de Colombia un aliado que garantice la intervención, el saboteo de lo que está ocurriendo en esos países.


No es gratis que hayan ocurrido eventos, tales como: Visita de Capriles, entrevista con el embajador norteamericano, declaraciones con relación a la OTAN. Eso no es gratis ya que uno puede ver y deducir que algo se está fraguando,  que por un lado puede deteriorar las relaciones internacionales con otros países, fundamentalmente con aquellos países que no piensan como nosotros, piensan de otra manera, pero que se han intentado estabilizar tales relaciones, pero que de una manera o de otra, son una afrenta contra el proceso de paz.


De igual forma, vale la pena mencionar que en ese mismo marco, el gobierno ha admitido una legislación algo prolífera entorno a asuntos que tienden a cerrarle cualquier posibilidad de manifestación al movimiento social y popular en una perspectiva futura. Le estoy hablando concretamente del fuero militar y por el otro lado, una nueva ley de salud, que al parecer no va a resolver los problemas que generó la ley 100 de 1993.


A partir de esos elementos, vuelvo y reitero la pregunta que hice hace un momento. Uno se pregunta: ¿Qué está pensando este gobierno? ¿Cuál es la paz que tiene en mente? ¿La paz que tiene en mente, realmente es una paz que signifique bienestar para todos y todas, como lo tratan de sugerir reiteradamente los indígenas? ¿O es una paz que significa simple y llanamente el silenciamiento de unos fusiles, la entrega de una insurgencia, en definitiva no más guerra?


Creo que estos hechos dan cuenta de que la paz que tiene en mente el gobierno es totalmente distinta a la que tenemos los movimientos sociales y políticos. 


-         Un miembro de dirección nacional de Marcha Patriótica es candidato al senado de la república, (Carlos A. Lozano Guillén); esta organización social y política entra a una especie de consulta interna para definir su participación electoral en 2014. ¿Qué lectura hace usted de este proceso?


En primera medida, nosotros nos sentimos totalmente identificados con el planteamiento del último comité patriótico nacional de Marcha, realizado el pasado 8 y 9 de junio en Bogotá y que tuvo a bien abordar ese tema.


Es indudable que estamos en un período pre electoral y necesitamos definir nuestra participación en la actividad electoral. A mi criterio, Marcha Patriótica no puede estar al margen de esta eventualidad. Sin embargo, considero que no debemos asumir una postura a inminentemente reduccionista si vamos o no vamos. Creo que en el campo de las posibilidades hay varias opciones que hay que tener en cuenta a la hora de determinar nuestra participación en la actividad electoral. Ejemplo: para participar en elecciones no siempre tenemos que tener en mente un candidato, quizás la experiencia más cercana es la de la abstención activa, que se desarrolló en el marco del gobierno de Álvaro Uribe como una forma de participar en una actividad bien singular; él convocó un referendo y los sectores sociales y populares acudimos a ese llamado como una forma de tomar posición respecto a lo que se estaba fraguando.


Sin embargo, el debate electoral pasa a mi criterio por varias reflexiones: 1. ¿Es a través del debate electoral como vamos a materializar los anhelos o los objetivos planteados por Marcha Patriótica en concreto, será a través del debate electoral como vamos a conseguir el poder político? 2. ¿O es a través de la actividad electoral, fundamentalmente, sacando unos candidatos bien sea a la presidencia o al senado de la república y otras corporaciones como vamos a abonar el terreno muy en la idea como lo pensó la Unión Patriótica para lograr nuestro objetivo estratégico?


Junto a esto vale la pena hacer reflexiones tan importantes que hasta el momento – creo – no se han hecho y es Marcha Patriótica en los niveles regionales o más bien departamentales y locales, ¿necesita participar en elecciones? ¿En qué medida es viable, es posible y necesario esto?


A todas estas inquietudes considero que lo que se abre para Marcha Patriótica es un debate bien importante; un debate que siguiendo bien la naturaleza del movimiento político y social y en particular las definiciones del comité patriótico, necesitan desarrollarse en las bases del movimiento.


El comité patriótico nacional del 8 y 9 de junio, señala que hay que desarrollar todo un proceso de consulta en las bases de la organización que integran el proceso Marcha Patriótica, con aquellos grupos de amigos, simpatizantes, tratar de hacerlo de la manera más abierta y amena posible con el ánimo de terminar de pulsear cuál es la verdadera correlación de fuerzas que podemos forjar de cara a unas elecciones en los distintos niveles, y sobre todo, en el escenario parlamentario o en el escenario presidencial.


En definitiva considero que lo que se abre es un gran debate para Marcha Patriótica. Más cuando hay que tener en cuenta algo: Es innegable que Marcha Patriótica ha acogido y tan también es iniciativa de un sector que durante mucho tiempo fue abstencionista, que desconcertado de los mecanismos existentes para participar en la vida política del país, optaron por abstenerse de tomar parte en ellos y yo creo que eso hay que tenerlo muy en cuenta.


En Marcha Patriótica no solamente hay un capital electoral muy importante como hoy por hoy lo ven otros, sino que es una fuerza transformadora que hay que saberla enrutar. Es una decisión bastante importante y complicada la que tenemos que asumir, pero tenemos que dar el debate; el debate está abierto y es necesario darlo, es necesario desarrollarlo, vuelvo y reitero: Con fraternidad, con entereza, con opciones. Igualmente, creo que Marcha Patriótica tiene el deber de intentar en caso tal de lanzarse a la arena electoral, de ubicar soluciones a problemas que han existido permanentemente en la estructura del Estado, pero los tiene que formular con criterio para llegar con unos programas de gobierno contundentes que realmente recojan el mayor número de adeptos que pueda tener el movimiento social y político.


-         Vamos al terreno regional. ¿Cuál es la realidad de Marcha Patriótica en el departamento de Tolima?


En primera medida, Marcha Patriótica en el departamento de Tolima y así como ocurre en otras latitudes del país, se está construyendo. Marcha Patriótica se cimienta por algunas organizaciones sociales, unas chicas otras grandes, unas de una envergadura inmensa otras que en los espacios locales se desenvuelven de una manera bien interesante y son con ellas que se lanza el año pasado, el 23 de abril de 2012 en un acto multitudinario en la plaza de Bolívar, pero no porque se haya lanzado de esa manera quiera decir que el movimiento esté totalmente acabado; hoy por hoy queda mucho trecho por caminar, las organizaciones sociales siguen siendo el estandarte de Marcha Patriótica y también fuerzas políticas que vale la pene mencionar que junta a Marcha hay fuerzas políticas comprometidas con el proceso. Esto no ha implicado que el proceso se finalice. Ejemplo, en el Tolima necesitamos decantar la estructura administrativa de Marcha, necesitamos darle cuerpo y forma a Marcha Patriótica en distintos puntos, pero también necesitamos lograr avances en materia programática. Creo que tras el debate de la paz, nosotros necesitamos saldar una deuda y es con la construcción y el desarrollo de nuestro programa.


Marcha Patriótica si bien ha concretado un programa que trata de recoger el conjunto de luchas sociales y darles proyección política, necesita mayores desarrollos; para nosotros los cabildos abiertos juegan como una forma de  darle desarrollo a esos elementos programáticos. Y traigo a colación esto porque el Tolima tiene un sinnúmero de problemas así como los demás departamentos que necesita ser pensados y necesitan ser resueltos desde una perspectiva de izquierda, desde una perspectiva no contraria a los intereses populares. Por poner un ejemplo: Ibagué sigue siendo así el DANE manifieste en cifras lo contrario, una ciudad que no ofrece posibilidades laborales para muchos profesionales. Marcha Patriótica necesita pensarse una propuesta de cara a eso. Una propuesta que en definitiva no sea una propuesta anti popular, no sea una solución como la han tratado de plantear los gobiernos de turno que atente contra el bienestar de la gente, sino que por el contrario, trate de subsanar esas necesidades.


Entonces, a parte del tema organizativo necesitamos obtener mayores desarrollos orgánicos. Sin embargo, estamos en la tarea de cualificar, de darle cuerpo y forma a comités de Marcha Patriótica que en algún momento se conviertan en comités patrióticos municipales o por corregimientos o por cabeceras municipales. En Ibagué – por ejemplo – ya dimos el primer paso. El fin de semana pasado desarrollamos una reunión con líderes sociales, compañeros de organizaciones del campo popular en aras de darle cuerpo y forma a un comité que se va a apersonar hacia el segundo semestre de intentar cuajar el comité patriótico de Ibagué. Para nosotros eso es importante, más cuando Ibagué sigue siendo el centro del debate político en el Tolima, pero también porque en Ibagué se recrean distintas coyunturas que necesitan de nosotros un accionar fuerte y contundente.


-         Una propuesta central de la izquierda en relación con los diálogos de la Habana (Cuba) son las constituyentes por la paz. ¿Cómo se viene desarrollando en el Tolima al interior de la Marcha Patriótica esta iniciativa?


En el Tolima nosotros ubicamos dos escenarios para el desarrollo de esta propuesta. Por un lado hay que reconocerle a las organizaciones sociales que tomaron parte en el paro de 12 de octubre del año pasado, que en los acuerdos que firmaron con la gobernación del Tolima, hayan incluido como primer punto la realización de unas constituyentes regionales y/o municipales.


Sin embargo, como Marcha Patriótica también hemos tomado la decisión de echar a andar iniciativas de ese tipo en diferentes puntos del departamento; al margen de lo que han planteado las organizaciones sociales, Marcha Patriótica se ha propuesto una meta y es realizar un acto el próximo 19 y 20 de julio en la ciudad de Ibagué con un número importante de personas entorno a la paz y como antesala a una gran constituyente que podamos concretar con otros sectores sociales e incluso, grupos económicos. Al respecto, creo que las organizaciones sociales que se han apersonado del desarrollo del acuerdo con la gobernación, vienen planteando ese tema y nosotros lo vemos de una manera muy interesante, con mucha expectativa, porque es realmente poner a hablar al constituyente primario, constituyente primario que no solamente, son los sectores populares, sino que hay gremios que hay que escuchar, grupos económicos que merecen ser escuchados para determinar cómo es que pensamos la paz.


En ese sentido, tendríamos dos escenarios: 1. El de 19 y 20 de julio y 2. El que muy probablemente prospere a partir de los acuerdos; Marcha Patriótica ha manifestado que nosotros estamos totalmente de acuerdo con esa iniciativa que emprendieron las organizaciones sociales, algunas de esas organizaciones sociales son amigas del proceso, están incluidas dentro de Marcha Patriótica.


Aspiramos que a través de esta manera podamos materializar la iniciativa de las constituyentes. Independiente de estos dos escenarios, nosotros sí consideramos que la constituyente sin más pelos en la lengua, es un escenario donde el pueblo, donde ese constituyente primario pueda darse cita, donde aquellos que no han tenido voz ni voto siquiera en la estructura del Estado, pueda ser tenidos en cuenta en algún momento, para hablar en este caso de paz. La iniciativa de las constituyentes pretenden eso: Echar a andar un espacio para que el pueblo pueda construir una idea de paz. En esa perspectiva es que estamos trabajando.


-         El 10 de julio se proyecta crear el comité de impulso de la constituyente en el Tolima. ¿En qué consiste? ¿Cuál es la dinámica?


En primera medida, nosotros como movimiento político y social saludamos esta iniciativa. Más cuando se enmarca entre los acuerdos logrados el pasado 12 de octubre entre las organizaciones sociales, fundamentalmente, campesinas e indígenas y el gobierno departamental.


En primera medida, nosotros saludamos y estaremos presentes. De alguna u otra manera, intentaremos estar presente en ese escenario. Creemos y consideramos que el espacio como su nombre lo indica, tiene que conducir a cuajar un comité que se apersone de una iniciativa de paz. Una iniciativa de paz que nos permita sentarnos a dialogar sobre la paz, sentarnos a discutir qué es la paz, cómo la concebimos, cuáles son las condiciones que necesitamos.


Sabemos que no es solamente un escenario de organizaciones sociales, tenemos entendido que va a llegar incluso, la academia, las universidades van a tener a sus representantes, también los distintos movimientos políticos y partidos políticos. Eso para nosotros es bastante importante entrar en diálogo con ellos, precisamente para saber cómo es que están concibiendo el tema de la paz. Para nosotros es importantísimo generar ese diálogo, generar un espacio ya que en el Tolima, pues, poco se ha dado. El gobierno anterior, el gobierno de Oscar Barreto, cerró muchos espacios al respecto, impidió de hecho cualquier posibilidad de diálogo entorno a la paz y creemos que tras ese período, pues, es muy alentador que nos podamos sentar a discutir este tema.   

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