Por Nelson Lombana Silva
En abandono total por parte del Estado, murió el dirigente campesino, José Ángel Hernández Quimbayo, ayer hacia las 2:40 de la mañana, en las instalaciones del hospital regional Federico Lleras Acosta de la ciudad de Ibagué (Tolima). El cáncer en el colon, que le fue diagnosticado hace dos años, fue la causa principal de su deceso.
Murió a la edad de 60 años y a pesar de durar toda su vida labrando la tierra como campesino e indígena que era, nunca pudo disfrutar un solo subsidio del Estado. Sus dos últimos años, prácticamente vivió de la caridad pública y de la solidaridad de sus amigos y amigas. La situación se le complicó aún más a José Ángel con la pandemia del coronavirus, pues su esposa Fanny Romero, que lo sostenía vendiendo tinto en la calle, tuvo que renunciar a su labor por la pandemia.
Durante algún tiempo, José Ángel Hernández Quimbayo, fue militante del Partido Comunista Colombiano, regional Tolima, y dirigente del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima (Sintragritol); posteriormente, se vinculó a la Marcha Patriótica y contribuyó decididamente a la fundación de la Asociación de Trabajadores del Tolima (Astracatol), desde donde participó activamente en la lucha sindical, popular, campesino e indígena. Siempre estuvo al frente de las luchas callejeras y, a pesar de haberse retirado de las toldas del Partido Comunista, siempre mantuvo una relación estrecha y directa con el Partido.
Su lucha por la paz fue permanente. Durante los diálogos del Caguán entre la entonces Farc – Ep y el Estado, el compañero José Ángel, se prodigó a fondo, en varias oportunidades asistió a San Vicente del Caguán ilusionado en una solución política negociada. Durante los diálogos de la Habana con este mismo movimiento insurgente, José Ángel, trabajó incansablemente recorriendo sobre todo el sur del Tolima.
Era una persona sencilla, honesta y trabajadora. Un verdadero caballero a carta cabal, consecuente con la lucha revolucionaria. Su liderazgo fue ejemplar y debe conservarse su ejemplo para las presentes y futuros dirigentes. No era un dirigente de oficina, era un dirigente de la barricada, de la calle, de las veredas y caminos del Tolima.
El Partido Comunista Colombiano, Local Ibagué, expresa a su esposa Fanny Romero, a sus hijos y demás familiares del compañero José Ángel, la profunda solidaridad. Deplora su muerte y condena la forma infame como el Estado se marginó de toda responsabilidad. El compañero fue un dirigente revolucionario consecuente con la lucha de los oprimidos. Su esfuerzo heroico no será en vano, sembró la semilla de la esperanza en un país humano, razón suficiente para en su memoria seguir batallando. Paz en su tumba.
Su cuerpo viene siendo velado en una funeraria de la ciudad de Ibagué y sus honras fúnebres se realizarán mañana. Hombres como José Ángel no mueren en realidad, pues trasciende en miles deseosos de fortalecer la lucha para avanzar.
En abandono total por parte del Estado, murió el dirigente campesino, José Ángel Hernández Quimbayo, ayer hacia las 2:40 de la mañana, en las instalaciones del hospital regional Federico Lleras Acosta de la ciudad de Ibagué (Tolima). El cáncer en el colon, que le fue diagnosticado hace dos años, fue la causa principal de su deceso.
Murió a la edad de 60 años y a pesar de durar toda su vida labrando la tierra como campesino e indígena que era, nunca pudo disfrutar un solo subsidio del Estado. Sus dos últimos años, prácticamente vivió de la caridad pública y de la solidaridad de sus amigos y amigas. La situación se le complicó aún más a José Ángel con la pandemia del coronavirus, pues su esposa Fanny Romero, que lo sostenía vendiendo tinto en la calle, tuvo que renunciar a su labor por la pandemia.
Durante algún tiempo, José Ángel Hernández Quimbayo, fue militante del Partido Comunista Colombiano, regional Tolima, y dirigente del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima (Sintragritol); posteriormente, se vinculó a la Marcha Patriótica y contribuyó decididamente a la fundación de la Asociación de Trabajadores del Tolima (Astracatol), desde donde participó activamente en la lucha sindical, popular, campesino e indígena. Siempre estuvo al frente de las luchas callejeras y, a pesar de haberse retirado de las toldas del Partido Comunista, siempre mantuvo una relación estrecha y directa con el Partido.
Su lucha por la paz fue permanente. Durante los diálogos del Caguán entre la entonces Farc – Ep y el Estado, el compañero José Ángel, se prodigó a fondo, en varias oportunidades asistió a San Vicente del Caguán ilusionado en una solución política negociada. Durante los diálogos de la Habana con este mismo movimiento insurgente, José Ángel, trabajó incansablemente recorriendo sobre todo el sur del Tolima.
Era una persona sencilla, honesta y trabajadora. Un verdadero caballero a carta cabal, consecuente con la lucha revolucionaria. Su liderazgo fue ejemplar y debe conservarse su ejemplo para las presentes y futuros dirigentes. No era un dirigente de oficina, era un dirigente de la barricada, de la calle, de las veredas y caminos del Tolima.
El Partido Comunista Colombiano, Local Ibagué, expresa a su esposa Fanny Romero, a sus hijos y demás familiares del compañero José Ángel, la profunda solidaridad. Deplora su muerte y condena la forma infame como el Estado se marginó de toda responsabilidad. El compañero fue un dirigente revolucionario consecuente con la lucha de los oprimidos. Su esfuerzo heroico no será en vano, sembró la semilla de la esperanza en un país humano, razón suficiente para en su memoria seguir batallando. Paz en su tumba.
Su cuerpo viene siendo velado en una funeraria de la ciudad de Ibagué y sus honras fúnebres se realizarán mañana. Hombres como José Ángel no mueren en realidad, pues trasciende en miles deseosos de fortalecer la lucha para avanzar.
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