Por unanimidad se nos fue conferida la responsabilidad de ocupar la secretaria general del Partido Comunista Colombiano, local de Ibagué, Tolima. Un reto singular en un momento crucial de la vida de la ciudad musical de Colombia y de la lucha revolucionaria cruzada por la gran expectativa de un proceso de paz que se discute con mucha tenacidad, decisión y esperanza en territorio libre de América, La Habana (Cuba).
No hay bandera más sublime de blandir que la defensa a ultranza de los estatutos, el programa y la línea política de los comunistas, con ideas, solidaridad, tolerancia y firmeza, siempre en la sana dinámica dialéctica de hacer coincidir la teoría con la práctica. No hay otro camino posible. El método marxista – leninista no es infalible, pero es el método correcto para concretar el plan estratégico de los comunistas.
El desafío es mayúsculo, si consideramos el trabajo desarrollado por los y las camaradas durante los dos años anteriores. No fue un trabajo perfecto, pero sí altamente meritorio y ejemplarizante. Supieron mantener la unidad del Partido y desarrollar un crecimiento porcentual admirable y digno de destacar. Si bien el esfuerzo y la lucha profusa fueron colectivos, resulta positivo emular la gestión del saliente secretario general del local, camarada Rodrigo López Oviedo. Supo con tenacidad conducir la nave en el mar embravecido con prudencia, constancia y firmeza. No claudicó. Tampoco vaciló.
Una de sus muchas actividades que planteó y desarrolló con preocupación fue precisamente el estudio permanente de los Estatutos. En cada ejecutivo se estudiaba un artículo, se discutía colectivamente la interpretación y el significado de este en el avance del desarrollo teórico del Partido. Parece algo elemental. Pero a nuestro criterio, fue algo fundamental.
Representó al Partido con firmeza. En los debates radiales con los denominados “uribistas pura sangre” estuvimos en primera línea debatiendo con argumentos, decencia y firmeza. Pero sobre todo, siempre representando al Partido. El camarada López Oviedo dio cátedra de coraje, firmeza y consecuencia.
Así las cosas, el reto que hemos asumido no son de poca monta, tienen una profunda significación política e ideológica que asumimos con la misma franqueza que nos ha caracterizado: Fiel a los principios y convencidos que lo más hermoso del Partido son las acciones planificadas colectivamente. No colocamos en duda la vigencia de los principios leninistas de organización y la esencia doctrinaria, humanista y científica que encarna el comunismo.
Los grandes desafíos
Ibagué es una ciudad intermedia con 600 mil habitantes, más de 600 barrios y más de 148 veredas, cruzada duramente por el nefasto modelo neoliberal que da como resultado una crisis profunda e integral. Integral en cuanto tiene varias acepciones: Social, Económica, Política, Ideológica, Ambiental y Cultural. La administración municipal hunde el acelerador en la privatización del Ibal y otros entes públicos. La movilidad es caótica y la crisis sobre el recurso hídrico se ve en la corta distancia con mucha claridad.
Los servicios públicos domiciliarios son generalmente de mala calidad y altamente costosos. En esta ciudad hay comunidades que se están muriendo de física inanición o están calmando el hambre con bóxer y alucinógenos. Es evidente la crisis hospitalaria. Nuestro hospital regional Federico Lleras Acosta agoniza y no propiamente por fatalidades inexorables de la vida, sino por la implementación a toda máquina de la política neoliberal.
El régimen no aborta la posibilidad de privatizar la universidad del Tolima en su totalidad. El fantasma de las multinacionales y transnacionales recorre la ubérrima región campesina ibaguereña en busca de las últimas reservas de metales preciosos al precio de acabar con el ambiente en su conjunto.
Hay un alto índice de analfabetismo político. Todavía el común del pueblo cree que una cosa es la política y otra lo social. Y lo más grave: Que entre una y la otra no hay relación. Prueba es que el pueblo vota por los mismos en medio de sus continuas lamentaciones de que no tiene trabajo, que hay corrupción y que esa clase dirigente nunca les cumple con las promesas. Una especie de resignación y fatalidad les impide asumir una posición crítica y analítica.
Ese es el panorama de la ciudad musical de Colombia contado a groso modo. En ese ambiente hosco se desarrolla el Partido Comunista. Como la postura del Partido no es contemplativa, sino revolucionaria, pues se desprende fácilmente la conclusión del enorme desafío de los comunistas. Es decir, no se trata de contentarnos con el simple diagnóstico, hay que hacer propuestas creíbles y liderarlas con decisión, carácter y precisión dialéctica.
Por eso, son actividades prioritarias, entre otras: La unidad y cohesión del Partido, la fraternidad y la vocación de lucha. Diciendo y haciendo. Bienvenida la crítica en la práctica, en la acción permanente. Con razón dice el camarada Edgar Sánchez Cortés: “Tenemos 600 mil ibaguereños por seducir con nuestro discurso”. La lucha por la paz con justicia social, no es una frase de cajón. Es una prioridad. Hay que hacer pedagogía por la paz como bien lo dicen los camaradas Carlos A. Lozano Guillén y Aida Avella Esquivel. Hacer pedagogía por la paz significa hacerle caer en cuenta al ciudadano común y corriente que los diálogos de la Habana tienen que ver con él, con su futuro y el futuro de su familia, amigo y relacionado. Impulsar el frente amplio y democrático por la paz. No perder el horizonte de que la unidad nos hace invencibles.
La defensa del ambiente. El Partido debe seguir planteando la urgencia de preparar un paro cívico contundente enfilado a rechazar la megaminería en el área rural de Ibagué, Tolima. Para ello, debe meterse de lleno en el comité ambiental del Tolima con sede en Ibagué, con iniciativas propias, tratando de buscar consenso de que la lucha es ambiental pero también política. Hay que buscar la coherencia. Porque resulta contradictorio estar de acuerdo con la defensa del ambiente y apoyar las políticas neoliberales.
El tema relacionado con la comunicación no es tampoco de poca monta, ni un simple tema accesorio. Debe ser una preocupación prioritaria. En ese sentido, los medios alternativos juegan un papel fundamental en el terreno de la batalla ideológica. Hay que acercar más al ibaguereño al semanario VOZ La verdad del pueblo, a la Revista Taller y a las páginas web: www.pacocol.org y www.semanariovoz.com. Si en el siglo pasado era analfabeto el que no sabía leer y escribir, en este siglo es el que no sepa medianamente relacionarse con el internet. Tampoco la cultura es un tema accesorio y de poca monta. La poesía – por ejemplo – es un arma de lucha revolucionaria como lo es la prosa, el arte, etc.
Todas esas iniciativas y propuestas (seguramente algunas quijotescas) se podrán desarrollar en grado sumo, solo con un Partido organizado, cohesionado, respetuoso, ético, unido, solidario, con profunda capacidad de asombro. Es decir, un Partido marxista – leninista. Sin pretender llegar a la perfección, debemos caminar decididamente hacia allá. Gracias a todas y a todos por ese voto unánime de confianza. Esperamos no defraudar. Y como dijo alguien: “Enseñar más con el ejemplo que con la palabra”.
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