Por Nelson Lombana Silva
La conferencia Local de Ibagué del Partido Comunista Colombiano, realizada el pasado 16 de agosto, hizo un estudio detallado de los principales retos de la ciudad musical de Colombia, Ibagué, una ciudad que cuenta con 600 mil habitantes, más de 600 barrios y 114 veredas, durante las décadas venideras del siglo XXI.
Los comunistas, guiados por el método científico marxista – leninista, analizaron la problemática de la ciudad intermedia y las perspectivas en un sistema económico salvaje e inhumano cada vez más incapaz de resolver las necesidades de la población. Se partió del criterio de que el sistema capitalista es depredador por excelencia, lo cual tiene abocada a la ciudad a una profunda crisis integral. Es decir, ambiental, especialmente relacionada con el agua, pero también económica, política, ideológica, ética y cultural.
El crecimiento desordenado de la ciudad por una parte, la carrera desbocada de la privatización del instituto de acueducto y alcantarillado, Ibal, por otra parte y la política antiambientalista de la locomotora minero – energética, que amenaza las corrientes hídricas que surten del preciado líquido a los ibaguereños, presagia una crisis de vastas proporciones.
A esos elementos concretos, habría que sumarle otros fenómenos vergonzantes como la corrupción galopante, la falta de sentido de pertenencia por parte de la clase dirigente y la politiquería infame, donde las maquinarias electorales se mueven a las anchas sin la rigurosa fiscalización de los llamados entes de control. Los medios de comunicación – en su inmensa mayoría – han sido cooptados por las multinacionales y transnacionales, especialmente Anglo Gold Ashanti.
El desempleo aumenta a pesar de las cifras maquilladas del departamento nacional de estadística, (Dane), aumenta dramáticamente el rebusque y la inseguridad. La respuesta maquinal del Estado es la represión: Más policía, más bases militares, más cámaras y más medidas de corte militarista.
Así las cosas, los comunistas de Ibagué tienen claro que la lucha central de los próximos años tiene relación directa con la paz con justicia social, la defensa de los diálogos de la Habana (Cuba), los diálogos con los elenos, de tal manera que haya una salida política al agudo conflicto social y armado que vive Colombia durante las últimas seis décadas con tanta intensidad y que Ibagué no es la excepción. Hacer pedagogía por la paz como lo propuso la presidenta nacional de la Unión Patriótica, Aída Avella Esquivel, implica ayudar a comprender desde el más encopetado hasta el más humilde ibaguereño que la paz que se tramita en la Habana lo afecta directamente, para bien o para mal.
Mientras el zapatero, el vendedor de tintos, el lustrabotas, el taxista, el médico, el abogado, el policía, el estudiante, el empleado, el concejal, etc no entienda que estos diálogos influirán poderosamente en su quehacer cotidiano, las posibilidades de defenderlo a capa y espada serán mínimas. Para nadie es un secreto que los medios masivos de comunicación se han dedicado más a desinformar que a informar, dando la impresión que los resultados nada tienen que ver con la cotidianidad de cada uno de ellos.
El otro tema central motivo de preocupación para los comunistas de la ciudad es el ambiente. En ese sentido hay que apoyar al comité ambiental del Tolima, sus tareas y prioridades. Además, hacer de esta lucha ambientalista una lucha política, por cuanto la crisis ambiental que se cierne sobre esta ciudad, no son cosas fortuitas o casualidades, son producto de decisiones políticas que toma la clase dominante en detrimento del pueblo en su conjunto y del mismo ambiente. Resulta contradictorio luchar por el ambiente y apoyar los candidatos de la derecha. En ese sentido, el Partido Comunista se debe prodigar a fondo, convocando a la unidad, la organización y la acción de masas. Es tarea esencial apoyar las consultas ambientales programadas para los municipios de Rovira, Espinal, Coello, Ibagué y Cajamarca. Apoyo integral. Es decir, teórico y práctico.
Luchar por evitar la privatización de lo poco público que aún hay en Ibagué, especialmente el Ibal, la gallinita de los huevos de oro de la putrefacta clase dirigente que utiliza para las campañas politiqueras. Defender a los campesinos de la zona que quieren ser despojados de sus corrientes hídricas para satisfacer caprichos personales. Apoyar los acueductos comunitarios.
Defender el transporte público, la movilidad con el arreglo de vías, semáforos y una adecuada señalización, cerrándole el paso a la leonina iniciativa del alcalde de las fotos multas; elaborar una propuesta de plan de ordenamiento territorial alterno a la mezquina iniciativa del burgomaestre Luis H. Rodríguez. Luchar por el mínimo vital de agua para cada citadino, hacer que los que más tienen paguen más. Luchar contra la corrupción, el oportunismo, sectarismo y el divisionismo.
Sin tener una idea de vanguardismo, el Partido Comunista debe estar al frente de estas luchas con espíritu unitario y siempre de convergencia. La defensa de los rasgos culturales y la identidad son tareas también de primer orden, no menos importantes que hay que asumir con coraje y decisión.
Un tercer aspecto central de discusión fue el relacionado con la comunicación alternativa. Se debe multiplicar la difusión de VOZ en Ibagué, las páginas web: www.pacocol.org y www.semanariovoz.com, además crear medios de comunicación propios que permitan democráticamente la expresión de los líderes comunitarios y el pueblo en general. Hay que luchar contra la palabra única, la imagen única y el mensaje único de los medios masivos, propiedad de la burguesía y el imperialismo norteamericano.
Estos y otros temas se estudiaron creativamente durante la conferencia local de Ibagué por parte de los Comunistas. Son desafíos que hay que asumir con alta dosis de sentido de clase y profundo espíritu unitario.
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