¡Cuál neutralidad mediática en Colombia!

 

Por Agamenón

Cuál neutralidad mediática en el capitalismo. No existe, es una engañifa, diría el famosísimo poeta chileno, Pablo Neruda. Es uno de los aparatos ideológicos claves de la burguesía y el imperialismo norteamericano. Su misión: Alienar, desinformar y defender el putrefacto régimen capitalista.

Quien tiene clara la misión de dichos medios masivos, deduce fácilmente que, si estos hablan pestilencias del gobierno de la Colombia Humana, es porque las decisiones son acertadas a favor del pueblo y de las propuestas hechas en campaña. Causaría desazón que la prensa burguesa elogiara la obra del señor presidente Gustavo Petro. Eso prendería las alarmas.

El problema radica en que el analfabetismo político en Colombia, es bastante elevado y todavía hay amplios sectores de la sociedad que creen ciegamente en lo que dicen dichos medios masivos de comunicación.

Ante esta cruda realidad, el Pacto Histórico, se debe multiplicar en la gran batalla informativa e ideológica. No se puede hacer pausa, por cuanto el enemigo de clase es propietario de estos medios de supuesta comunicación y que, precisamente, el famosísimo escritor Eduardo Galeano, definió como medios de incomunicación, donde se impone la ideología de la clase dominante, en este caso la burguesía y el imperialismo norteamericano.

La mentira y la calumnia son dos armas utilizadas por esta clase burguesa, que repetía mil veces, se hace verídica en el subconsciente del pueblo colombiano. Eso es lo grave y peligroso.

Por lo tanto, hay que tomar conciencia del problema y contribuir decididamente a esa gran batalla. Cobra vigencia la hoja volante, el folleto, en el barrio o en la vereda, también la pequeña emisora comunitaria o el programa de televisión, las redes sociales, el fortalecimiento de periódicos alternativos de circulación nacional, como el semanario VOZ La verdad del pueblo, la revista Taller, etc.

Igualmente, es necesario desempolvar la propuesta de “la vaca” para tener un medio de comunicación de alcance nacional. Dicha propuesta planteada en su momento por Alfredo Molano, no puede seguir en el aire y en simple expectativa.

Claro, para ello hay que saber la importancia mediática. Mientras no se dimensione su poder descomunal, será muy difícil desarrollar una verdadera red mediática contrahegemónica. Es urgente abrir el debate y tomar decisiones consecuentes con la realidad. Se dice que estos medios constituyen el cuarto poder. No obstante, hay tesis laureadas que dicen que es el primer poder.