miércoles, 7 de abril de 2021

Empeora salud del camarada Raúl Rojas


 Por Nelson Lombana Silva

La salud del veterano dirigente comunista del Tolima, Raúl Rojas González, empeora. Anoche fue entubado, dijo Guerly Victoria Rojas Campos, una de sus hijas. “Que sea lo que Dios decida”, agregó visiblemente consternada e impotente.



El también dirigente regional de la Unión Patriótica y agrario, libra una intensa batalla contra la pandemia del Covid – 19 en la ciudad de Bogotá. Desde el tres de abril fue recluido en la clínica Mederi, antiguamente clínica San Pedro Claver. Los médicos al parecer hacen ingentes esfuerzos por reanimarlo, pero al paso del tiempo su salud se deteriora, según los informes que diariamente le hacen llegar a Guerly Victoria Rojas Campos.

Hay consternación en las filas del Partido Comunista Colombiano y en quienes tuvimos la oportunidad de distinguirlo, batallando contra este régimen criminal, corrupto y mafioso, en barrios y veredas del Tolima, especialmente en su patria chica Chaparral.

Un testimonio de aprecio y admiración, ha expresado el ex senador de la república, Jairo Rivera Morales en un hermoso artículo publicado en página web: www.pacocol.org.  En un acápite señala: “Raúl ha sido combatiente de todas las horas por la causa popular y por la consolidación de los derechos de los trabajadores”.

Es indudable. Desde muy joven el camarada Raúl Rojas González, abrazó con donaire y decisión, la causa noble del pueblo campesino e indígena. Defendió sus luchas y denunció sin miedo el criminal régimen capitalista y el binomio liberal – conservador. Fruto de ello, fue agredido por unidades militares adscritas al batallón Caicedo con sede en Chaparral, perdiendo una vista y quedando lesionado de por vida de una de las extremidades inferiores.

Su penosa recuperación se produjo en la Unión Soviética. El enemigo de clase, pensaba que, con esta infamia, Raúl renunciaría a la lucha revolucionaria. Pero, no ocurrió así. Por el contrario. Radicalizó su lucha por la defensa de los más humildes. Llegó al concejo de Chaparral y lideró la movilización hacia Bogotá para reclamar el acueducto por gravedad para esta comunidad. Ya había participado de igual hazaña en solidaridad con el presidente chileno, Salvador Allende.

Después, llegó a los estrados de la asamblea departamental del Tolima, por el Partido Comunista y la Unión Patriótica con una votación que superaba los 17 mil votos. Desde allí, enfrentó con valor la política paramilitar y los desafueros del gobierno nacional. Soportó varios consejos verbales de guerra y estuvo preso en las mazmorras del régimen, lo mismo que su distinguida esposa, María Oliva Campos. Varios de sus hijos fueron asesinados y desaparecidos por el mismo Estado.

A pesar de todas estas aberrantes acciones de la burguesía, Raúl nunca ha dado un paso atrás, se ha mantenido enhiesto, firme y combativo. Un férreo impulsor de la paz con justicia social, abrazó con suma esperanza el acuerdo de paz suscrito en la Habana (Cuba). El camarada Raúl, conocido cariñosamente como “Raulito”, es un héroe que merece seguir viviendo. ¡Ánimo, camarada!

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