El honor mayor del ser humano es ser Comunista. No es una exageración que se nos ocurra decir con motivo de los 85 años de vida del Partido Comunista Colombiano, cumplidos precisamente el día inmediatamente anterior. La tesis es sencilla: El Comunista es integral por cuanto cumple necesariamente tres requisitos básicos: Humanismo, Democrático y Científico. ¿Qué partido cumple con estos elementos?
Sin pretender entrar a dilucidar meticulosamente cada una de estas categorías, simplemente a manera de ejemplo, el humanismo está en el respeto a su condición antropológica del ser humano. Es decir, a su condición humana. Es tanto el humanismo que el comunista está dispuesto a dar la vida por los demás, sobre todo por el pueblo humilde secularmente engañado y explotado. Ejemplos a granel tanto a nivel internacional, latinoamericano, nacional como regional y local. Por decir algo: Carlos Marx, Dolores Ibárruri, Ernesto Che Guevara, Gilberto Vieira, Jaime Pardo Leal, José Antequera, Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Demetrio Aldana, Alberto Márquez, María Oliva Campos Torres, José Neira, Marcos Díaz, Juan Vélez, Pedro Ignacio Villamarín, etc.
Los Comunistas tenemos el plan estratégico: La toma del poder del pueblo y la construcción del socialismo, reconociendo importante la democracia. La democracia no es algo más o algo accesorio. Todo lo contrario. Es algo fundamental, porque se trata de respetar la voluntad mayoritaria. Así es que se tiene claro en el programa de los Comunistas Colombianos la lucha por la democracia.
El tercer elemento es la cientificidad. El partido se orienta por la ciencia. El conocimiento científico que nos permite conocer la realidad en su conjunto con fundamento en la objetividad, es decir, en la cientificidad. El Partido es ciencia. Desde esta perspectiva todo conocimiento es cierto siempre y cuando se pueda demostrar a través de la práctica. El marxismo – leninismo se guía por la ciencia por lo tanto es pasado, presente y futuro. Aquí no se admite los dogmas, ni las especulaciones, ni las suposiciones, se admite lo que sea científico, es decir, se demuestre en la praxis.
Entonces no es desfasado decir que el Comunismo científico es una de las partes componentes del marxismo – leninismo, igual que la filosofía marxista y su propia teoría económica, que se hayan debidamente concatenadas.
No en vano el comunista es odiado por la burguesía, los terratenientes y los que ilegalmente hoy ostentan el poder en los países capitalistas. Así las cosas, los Comunistas somos optimistas, realistas y perseverantes. Lo hemos demostrado hasta la saciedad, no por un simple prurito, lo hacemos porque nos guiamos por leyes objetivas, científicas.
De esto se desprende dos aspectos. Uno, que no es fácil ser Comunista. Hay que llenar una serie de requisitos que hermosamente los consignan los estatutos. Entre otros: Centralismo Democrático, Crítica, Autocrítica, planeación y balance. ¿Por qué no resulta fácil, adicionalmente? Porque las ideas dominantes corresponden a la clase dominante y en el capitalismo es la burguesía. Ella impone su ideología, la cual no es fácil eliminar para imponer o desarrollar las ideas del pueblo. Hay una lucha dura, a muerte y en esa lucha, algunos se quedan, renuncian o en el peor de los casos traicionan.
En segundo lugar, el Comunismo es un apostolado, es una trinchera de lucha y de combatividad permanente, que en el menor descuido se puede malograr un proceso o perder una batalla. Es un proyecto de vida, una razón científica de existir, por cuanto no hay cosa más hermosa que luchar por la vida. El comunismo es vida, es esperanza, es presente, es futuro, pero también es pasado.
En síntesis, ser comunista es el más alto honor que cuesta, pero que vale la pena por cuanto no se está luchando por la clase oligárquica sino que se está luchando por la clase social a la cual pertenecemos todos y todas como pueblo. El capitalismo es muerte, el socialismo vida.
En los 85 años del Partido Comunista reconocimiento a los caídos, saludo fraternal a la juventud comunista (Juco) y a los viejos militantes que se mantienen firmes y decididos. Digámoslo sin miedo y sin reservas: ¡Viva el Partido Comunista, ahora y siempre!
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