sábado, 21 de febrero de 2015

Serenata por la vida, la solidaridad y el socialismo

Doris Romero, Evelio Villarreal Herrán y Gerardo de Jesús Molina Sánchez durante la serenata anoche. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva


El Comunista es ante todo alegre, optimista y solidario. El proyecto socialista lo construye a cada paso que da sin aspaviento, lo hace con sencillez, la principal característica del grande, dejando a un lado todo rastro de petulancia, megalomanía y prepotencia. El comunista es ante todo ejemplo, paradigma, por eso es que no resulta fácil ser comunista y por eso es que el régimen lo persigue con todo su poderío a toda hora.



Un ejemplo de comunista es el camarada Evelio Villarreal Herrán, un hombre sencillo, ajeno a títulos y seguramente a profundos conocimientos filosóficos y económicos que explican la perspectiva socialista y comunista desde la teoría marxista – leninista. Ni su avanzada edad, ni sus enfermedades, son impedimentos para ser feliz, compartir al lado de su esposa, la camarada Doris Romero, el proyecto político que encarna la transición del capitalismo al socialismo.


Es un obrero del transporte, sindicalista de tiempo completo. A menudo recuerda su gira por el parlamento colombiano cuando era senador el camarada Manuel Cepeda Vargas. Allí, estuvo planteando la problemática del transporte en la ciudad musical de Colombia, Ibagué. Lo hizo con decencia pero con vehemencia.


La trinca por sacarlo del transporte no ha sido poca, incluso, con la complicidad traidora de muchos “compañeros” que como él padecen la insolidaridad del gran capital. Son criaturas que aman sus cadenas, pero no por convicción sino por la terrible alienación de que son objeto a diario. Toda esa trama la enfrenta con las claras ideas comunistas que semanalmente alimenta leyendo el semanario VOZ La verdad del pueblo o consultando a intervalos la página www.pacocol.org.


No se autoproclama el “sabelotodo”. Por eso, pregunta, recoge opiniones y arma su discurso. Además, admira el trabajo de los demás camaradas. En esa heroica tarea ha sido puntal fundamental su esposa Doris Romero. No solo está pendiente de él, sino de sus planteamientos y debates, como dice sonriente: “A veces meto la cucharada para opinar”.


Son de los pocos que destacan la actividad periodística en la lucha revolucionaria. “Yo entrevisté a Pastor Pérez traje esa grabación y me la pasaron por una emisora regional”, dice sonriente. Durante su reciente gira por Cuba y Méjico trajo importantes registros magnetofónicos que lo destacan como periodista. Ha escrito varias cartas para el semanario VOZ La verdad del pueblo.


Ama la música, el arte. Recientemente se presentó a una asamblea comunista con el “monumento a la paz”, una alcancía finamente adornada con la hoz y el martillo y la paloma de la paz. Varios instrumentos toca con bastante precisión. Combina la música llanera, con la andina y el tango. Tiene una amistad profunda con el gran artista musical Gerardo de Jesús Molina Sánchez, un artista que tiene más de 47 años trajinando las lides de la música popular y ranchera.


Precisamente, estos tres personajes de muchos quilates anoche llegaron hasta nuestra humilde residencia. “Nos enteramos – dijo – que está enfermo y venimos a practicar la solidaridad”. Hemos de confesar que sentimos automáticamente una sensible mejoría. No solo por el plato de comida que generosamente Doris colocó a nuestra alcance, no solo por la maravillosa serenata, no solo por los sinceros augurios que nos mejoremos, ni la expresión: “Cuídese mucho que lo necesitamos para el cambio”, sino por el esfuerzo que hicieron los tres para visitarnos, después de una ardua jornada.


La camarada Doris participó toda la mañana del taller de Derechos Humanos en la sede del Partido, organizado por la comisión de Derechos Humanos, principalmente Ruth Nieto Martínez y Lily Ipuz Medina  y dictado por el camarada Diego Martínez del comité permanente por la defensa de los derechos humanos. Evelio – por su parte – estuvo durante la mañana en reunión preparatoria de la asamblea del transporte que se realizará en el mes de marzo. “Mi intervención – dijo – duró más de treinta minutos”. El maestro Gerardo de Jesús, pues atendiendo compromisos profesionales. Cansados pero animados nos levantaron el ánimo y las ganas de seguir viviendo en medio de la adversidad, las amenazas y la compleja situación económica. La lucha revolucionaria es el mejor aliciente para vivir y sentir con certeza de que otro país sí es posible. La familia comunista es esa. No hay otra.

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