miércoles, 9 de julio de 2014

Refacción sede comunista en el Tolima: Una pausa para ver Alemania – Brasil

Por Nelson Lombana Silva


Ayer fue un día espléndido durante las primeras horas de la mañana en la ciudad musical de Colombia. El sol radiante apareció temprano en el horizonte. Al subir al carro lo primero que encontré fue un televisor de 14 pulgadas. Una vez saludé a los compañeros, la pregunta obligada: ¿Y esto qué?” – dije señalando la pequeña pantalla mágica. “Todo lo tenemos programado, – dijo el maestro de la obra – hay que disfrutar el partido Brasil – Alemania”. 



Aplaudimos la decisión. Miguel estaba al frente del volante. Antes de las ocho estuvo Juan Carlos en la sede una vez más con su traje de fatiga. Nosotros seguimos a concretar la cita con el gobernador del Tolima, entre ellas, para insistir en la pauta publicitaria para el semanario VOZ La verdad del pueblo, atender asuntos relacionados con la Asociación de trabajadores de los medios de comunicación (Asoprensa) y conseguir algunos datos presupuestales para completar el proyecto relacionado con el I encuentro departamental de medios alternativos de comunicación en la ciudad de Ibagué, que viene liderando Asoprensa.


Además, hicimos un borrador de carta con el compañero de Asoprensa Nelson Ramírez con el propósito de sumarnos como Asoprensa a la campaña que viene desarrollando una emisora local para traer a Ibagué al futbolista James Rodríguez. Dijimos en la carta que toda la actividad debe redundar en canchas y escuelas deportivas en los barrios de Ibagué y veredas del Tolima para que la juventud amante de esta disciplina pueda practicar con más holgura esta bella disciplina deportiva.


Después de las 11:45 de la mañana regresamos a la sede. Primera sorpresa: Prácticamente los mismos compañeros del primer día estaban laborando una vez más y con qué tenacidad. Bajo el tutelaje del maestro de la obra, el grupo trabaja intensa y armónicamente, entre charlas amenas, bromas y especulaciones por lo que sería el resultado Brasil – Alemania. Segunda sorpresa: Del grupo el único que estaba dispuesto a hacerle barra al Brasil era yo y me atreví a pronosticar el resultado por solicitud de Juan Carlos diciendo que quedaría el marcador 3 – 1 a favor del pentacampeón, los demás al unísono expresaron su inclinación por el tricampeón mundial. “Brasil debe llorar tanto como lloró Colombia”, dijo Botache.


Miguel y Camilo pintaban con sus brochas gordas el techo, mientras el maestro de la obra Juan Carlos, terminaba de estucar la parte de la pared más complicada por sus numerosos resanes a que fue sometida. Botache – sudoroso – había terminado la tarea de retirar todo residuo inoportuno tanto del techo como de las paredes. Gran conversador, pero también gran colaborador. Al fondo, el compañero Gilberto una vez más preparaba la vianda, nuevamente un suculento sancocho, en la olla gigante, conocida popularmente como el “indio”.


Después de la una de la tarde vino la actividad gastronómica. Qué delicia. La pausa y el partido mundialista vinieron a constituirse como el postre. Vino lo insólito. Quizás la crónica anunciada. Seguramente Brasil no pudo en esta oportunidad alinear al árbitro y su ausencia fue protuberante. Al frente un equipo demoledor, diríase fantástico. Botache feliz al igual que los demás compañeros. En menos de treinta minutos la suerte estaba echada. El triunfo era inobjetable. “Aún es tiempo que cambie de equipo”, me dijo con fina ironía Camilo acompañado ahora de Luisa, compañera que no ha sido indiferente a esta actividad y por el contrario, ha estado pendiente con toda su gracia y entusiasmo. “Muero con las botas puesta”, le contesté.


El inesperado 7 – 1 deja muchas lecciones que bien se pueden aplicar a distintas áreas del conocimiento. Las potencias no son invencibles, menos los imperios. La caída de estos, son generalmente estruendosos, dramáticos y apocalípticos. Lo que por agua se viene por agua se va. Recordamos una frase que el profesor en la escuela nos hacía escribir con tanta insistencia: “Los bienes mal habidos carga muy pesada son”. Lo que le pasó a Brasil un día de estos le pasará a la oligarquía colombiana. Los imperios no son eternos, eterno el pueblo.


Durante el intervalo del primer tiempo, lo utilizamos para armar los andamios en otra parte de la sede y seguir así pintando el techo, recoger basura, organizar algunos detalles y continuar con la obra maestra. La compañera Lucy Astrid no se hizo presente físicamente, pero sí se reportó económicamente dando el suficiente dinero para el almuerzo de ayer y de hoy. Ya en esa misma dirección lo había hecho el camarada Evelio Villarreal Herrán y otros compañeros más.


Así se desarrolló la segunda jornada para refaccionar la sede departamental de los comunistas en Ibagué, Tolima. Hoy, una nueva jornada, que incluye la otra gran semifinal: Argentina – Holanda. Gilberto no tuvo cortapisas al decir: “Esto mismo le pasará a Argentina. La final será Alemania – Holanda”. Lo miré diciéndole: “Amanecerá y veremos…”.




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