Biblioteca Guámbitos, oasis de lectura, paz y esperanza

 

Por Nelson Lombana Silva

La biblioteca Guámbitos, perteneciente a la Red Municipal de Bibliotecas Públicas de la ciudad de Ibagué (Tolima), ubicada en el barrio Combeima, uno de los barrios subnormales con más necesidades básicas insatisfechas en la capital tolimense, se ha convertido en una especie de oasis de lectura, paz y esperanza, no solo para los niños, sino también para los jóvenes y adultos, hombres y mujeres. Han encontrado en la biblioteca un espacio de encuentro para compartir en comunidad, una lectura, una actividad cultural, artística y lúdica. Incluso, el drama socioeconómico que aflora por todos los costados de este barrio, bañado por el río que lleva el mismo nombre.

Los relatos que escuchamos del drama cotidiano de esta comunidad ponen los pelos de punta. El hambre se mete por todos los resquicios, la violencia campea y la falta de educación y formación se ve en cada paso que se da por este lugar. Así, pues, la biblioteca se convierte en la gran madre que abraza a todos y todas con la misma ternura, dándoles una voz de esperanza, de luz a la final del túnel, a través de una lectura, una actividad artística, cultural, ambiental y deportiva.

Para fortuna de esta comunidad, hay dos bibliotecarios de eximias capacidades intelectuales, morales y éticas, dos personas que aman la profesión, su actividad, prodigándose a fondo por llevar un conocimiento, una alegría, un haz de esperanza a todo este núcleo barrial. Ellos son: Edna Amaya y Hernando Ramírez.

Jornada infantil sensacional

El viernes 3 de junio de 2022, realizaron estos bibliotecarios una sensacional jornada de integración, donde el personaje central fueron los niños y las niñas. La monótona lluvia no fue impedimento. Ensopados de lluvia los niños llegaron casi que puntualmente. La biblioteca estaba inundada de dulces, refrigerios, música y libros, por supuesto. Todo había sido preparado de una manera milimétrica.

Edna y Hernando, se movían sincronizadamente considerando el detalle más elemental. Cuando entramos, un grupo de niños leía y otros conversaban animadamente. Nos saludaron cordialmente y cuando le comentamos que estábamos en condiciones de contarles un cuento, la receptividad no se hizo esperar.

La presencia de Hernán Ruiz, bibliotecario de la Soledad Rengifo, bibliotecario que se ha vinculado a los distintos procesos de la biblioteca Guámbitos, movió el ánimo de los pequeños. Una lluvia de aplausos no se hizo esperar.

Fue una jornada dinámica. Juegos, premios, música, dulces, obsequios, rifas, baile, se presentaron durante toda la tarde.

Gloria Cárdenas, señora que lleva a la biblioteca, dos niños con discapacidad, rebosante de alegría y agradecimiento por la labor de la biblioteca y los bibliotecarios, relató parte de su experiencia. “Desde que comenzó a funcionar la biblioteca, mi hijo se ha hecho presente y ha tenido mucha audición, gracias a la labor de la señora Edna y don Hernando, siempre les dan inclusión a mis niños con discapacidad. Esta semanada traje al otro, a Elías, niño que también tiene discapacidad. También me le hicieron inclusión. Eso me hace muy feliz la existencia de la biblioteca porque mi hijo ha tenido mucha evolución desde que está acá”.

“Ha aprendido mucho: Arte, baile, dibujo, de todo. Muy contenta y muy agradecida con los profesores. Es, realmente, maravilloso”.

“Los abuelos también tienen espacio en esta biblioteca, tienen un espacio que se llama: “Café y Memoria”, todos los viernes. Aquí, nos podemos reunir, hablar, leer, pero sobre todo vivir y convivir. Muchas gracias a los bibliotecarios y a la biblioteca misma”.

Isaac Camilo Londoño Duarte, 11 años de edad, dijo: “Nos gusta la biblioteca Guámbitos porque ella nos da regalos en navidad, nos tiene en cuenta para cualquier regalo. Nos da clases de dibujo, de música, nos está formando para cuando seamos más grandes, nos da deporte. Hace muchas actividades. Nos gusta mucho estar aquí. Gracias por tenernos en cuenta”.

Por su parte, el bibliotecario Hernando Ramírez, indicó: “Gota a gota estamos trabajando para que cada quien viva, sienta la importancia de la autoestima, de quererse, sentir su condición humana, estar metidos en la cultura, en los libros, luchando por una vida mejor. La biblioteca está para contribuir a este maravilloso proceso”.

Sandra Liliana Puertas, en su condición de madre, agradeció las actividades que a diario desarrolla esta biblioteca, no solamente con los niños, sino también con los jóvenes y adultos. “Es interesante el tiempo que le dedican los bibliotecarios a la lectura, los cuentos, manualidades, etc. también quiero resaltar que hace unos días, Carlos es un niño con discapacidad, tiene tres clases de discapacidad, fue un niño que participó en cuento y en canto organizado por la secretaria de cultura. Es un niño muy talentoso que ha tenido espacio en esta biblioteca”.

Edna Amaya, agradeció a los patrocinadores del evento, a la participación misma y a la necesidad de continuar desarrollando este tipo de actividades. Destacó la presencia de los bibliotecarios de la Soledad Rengifo y Cañón del Combeima. “Gracias compañeros – dijo – sus presencias son un estímulo para seguir la marcha”.