Ricardo Romero |
Por Nelson Lombana Silva
Tal como lo reseñó el semanario VOZ La verdad del pueblo, en la edición que está en circulación, el pasado 17 de junio falleció en Bogotá el dirigente de izquierda, Darío Romero, a la edad de 77 años de edad, después de soportar una larga y penosa enfermedad.
Agrega: “Realmente, para nosotros, su familia, es el Tolima la tierra donde aprendió. Siempre estuvo al lado de las causas sociales, de las causas populares”.
Ricardo Romero, nos hace una semblanza del líder de izquierda que se mantuvo firme hasta que su corazón dejó de latir. La entrevista es la siguiente:
- Compañero Ricardo Romero, lamentando mucho la muerte de su hermano Darío…
Solo tenemos palabras de agradecimientos a las amigas, a los amigos, que Darío logró construir en el Tolima, más que cualquier otro criterio que pueda enmarcar lo que fue su vida, destacamos la amistad. Fue un amigo y se le recuerda con cariño, porque a pesar de la defensa que con apasionamiento hacía de sus posiciones, siempre entendió que había que valorar al otro, había que respetar las personas que pensaban distinto. Darío en el Tolima se creció, aprendió y creemos que dio lo mejor de su lucha social.
- Algunos datos del compañero que se marcha. ¿Dónde nació? ¿Cuál cree usted que es su principal obra?
Somos del sur. Darío nace en Ipiales (Nariño) y empezando los años 70s se desplaza al Tolima, en una militancia política de izquierda, y se queda en el Tolima. Realmente, para nosotros, su familia, es el Tolima la tierra donde aprendió, donde pudo realmente consolidar su posición que mantuvo por siempre, fue al lado de las causas sociales, de las causas populares. Darío fue un militante de las buenas causas, decimos nosotros. Una persona que quisimos mucho, que consideramos su principal virtud, fue la coherencia que le permitió actuar su vida, según lo que pensaba y según lo que decía. Para nosotros, un agradecimiento permanente a sus amistades, a sus compañeros, compañeras del Tolima.
- Tuvo una militancia activa en la Unión Patriótica en momentos de cruda violencia, en el desarrollo del genocidio contra esta organización y el Partido Comunista. Se mantuvo…
Sí. Darío pasó por varias militancias según como evolucionaba la situación política en el país. Fue militante de organizaciones incipientes, de la subversión en los primeros tiempos. Luego, formó parte del MOEC, luego del Moir durante muchos años, posteriormente acompañó la Unión Patriótica, perteneció a la dirección nacional de la Up, en el momento en el que él lo decía: “Cada reunión nos encontramos menos”, porque se vivió toda una etapa trágica para la historia del país, las masacres a la militancia de esa organización política de izquierda; acompañó los procesos de paz desde el Tolima se inició, el proceso que culminó con la reinserción del M-19 y otros movimientos guerrilleros en Colombia. Eso se inició en el Tolima y Darío fue parte de ese equipo de dirigentes aquí en el Tolima, que le propusieron a Colombia la iniciación de ese proceso de paz. Hasta sus últimos días, estuvo pendiente de las cosas buenas y cambios positivos se daban para el país.
- ¿Cómo fueron las relaciones familiares del compañero Darío Romero?
Nosotros fuimos diez. Ya quedamos siete. Nos caracterizamos por asumir con humor, con alegría hasta las situaciones más difíciles; aprendimos a reírnos de nosotros mismos, a ser amigos más que un parentesco, fuimos compañeros, fuimos amigos, nos ayudamos hasta donde pudimos, compartimos sin reservas las pocas virtudes y todos los defectos, nos quisimos. Darío era el hermano mayor, era como el que encabezaba un grupo de locos, enamorados de la vida, queriendo que haya justicia y jugándonosla como nos ha tocado, siempre metiéndole alegría hasta las situaciones más adversas.
- ¿Qué estudios tuvo el compañero Darío?
Darío estudió agronomía en la universidad de Nariño. Eran las épocas donde la militancia de izquierda había que confirmarla abandonando todo para dedicarse en una de las organizaciones en que estuvimos. Se llamó a la política de pies descalzos, había que abandonar todo. Así lo hizo. Llegó al Tolima justo cuando estábamos en esa decisión política. Abandonó sus estudios en la universidad de Nariño y se desplazó al Tolima a hacer una militancia de a pie, de recorrer los municipios, de tratar de integrarse a las comunidades. De ahí, en adelante, fue su dedicación principal y hasta que murió estuvo pendiente de poder aportar algo.
- ¿De qué murió Darío?
Padecía durante muchos años en silla de ruedas, había un problema de artritis severa que lo afectó muchísimo, y eso con la época de la pandemia se recrudeció, terminando hospitalizado durante un mes en Bogotá. Ya los últimos tiempos, en casa de una hermana, no fue posible ya recuperarse. Se complicaron muchas cosas, el tema de la movilidad muy limitada, empezaron a atrofiarse otros órganos y, finalmente, un tumor intestinal. La verdad es que ya los años, Darío muere de 77 años y estas complicaciones que se fueron presentando no nos dieron la oportunidad de que este loco tuviera más tiempo con nosotros. Bueno, alcanzamos a estar y a rodearlo y a sentir su preocupación permanente, porque sigamos adelante, porque nos vaya bien. Darío, realmente, se le complican muchas cosas y empieza con una enfermedad muy prolongada y limitó la movilidad y que, en estos últimos tiempos, fue todo más complejo.
- ¿Murió cuándo y en dónde?
Darío muere en Bogotá, muere el 17, a las tres de la tarde. Nosotros nos desplazamos hacia Bogotá, quería estar en Ibagué, pensaba que podía recuperarse, quería regresar al calor de Ibagué, volvimos el 17 por la noche con él, ya había fallecido. Bueno, aquí estamos despidiéndolo y cada quien regresaremos a continuar hasta donde nos sea posible, causa que siempre compartimos con Darío.
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