Por Nelson Lombana Silva
Mientras el gobierno nacional y el Centro Democrático, se empecinan en hacer trisas los acuerdos de paz concebidos en la Habana (Cuba) y firmados en Bogotá, entre la entonces FARC-EP y el Estado, los ex combatientes no se apartan un centímetro de lo acordado y dedican todas sus energías hacia la concreción de una verdadera paz estable y duradera para todos y todas.
Los carroñeros de la guerra que tienen tomado los puestos directivos del estado colombiano, acentúan la dinámica tormentosa de la violencia como estrategia electoral para seguir indefinidamente en el poder. Van más de 260 ex combatientes farianos asesinados y cientos de líderes populares, sindicales, campesinos e indígenas. Durante el presente año van doce masacres en distintas regiones de Colombia.
El ejemplo de lealtad y cumplimiento de la palabra empeñada por parte del ex movimiento guerrillero, es totalmente ignorado por los grandes medios masivos de comunicación. Estos están a la caza de montajes y falsos positivos por una miserable pauta publicitaria que les ofrece el estado.
Sin embargo, a pesar de esa cruda y criminal mordaza la verdad se abre paso y de qué manera. Gustavo Bocanegra Ortegón (Donald Ferreira), un menudo y valiente comandante fariano, en cumplimiento de lo pactado, hoy se desenvuelve como gerente aprendiz de una cooperativa en el centro del país. De Comandante a Gerente, una metamorfosis en la lucha por hacer los cambios urgentes que necesita Colombia y contribuir decididamente a aclimatar la paz con justicia social en este país sudamericano. Antes el lenguaje era el tableteo de las ametralladoras, hoy se impone con nitidez y contundencia la batalla de las ideas, la argumentación y la lucha por construir la democracia para que todos vivamos en paz en medio de la diferencia y pluralidad.
Gustavo Bocanegra Ortegón, es un dirigente inteligente, trabajador y emprendedor, que estudia a toda máquina para adaptarse a su nueva realidad. No escatima esfuerzos. Por el contrario. Le roba horas a la noche para prepararse y responder con amplitud en su nueva forma de lucha: El Cooperativismo.
Hay muchas cooperativas debidamente registradas en marcha, que involucran a más de cuatro mil ex combatientes. Así lo indica el carismático dirigente del Común. Y a pesar de las amenazas, insiste decididamente en demostrar en la práctica su profunda vocación de paz con justicia social.
La página web: www.pacocol.org lo entrevistó en un corto espacio que amablemente lo concedió. La entrevista es la siguiente:
- Gustavo Bocanegra Ortegón y su nueva faceta. De comandante a gerente de cooperativa. ¿Cómo definir su nueva experiencia en la lucha por un país democrático y en paz?
Es una experiencia muy buena. Nos ha llevado, primero, a aprender cómo tenemos que organizarnos en las formas asociativas y las economías solidarias. Segundo, a conocer todas las trabas que pone la institucionalidad para hacer cualquier tipo de documento, el formalismo de la documentación de cualquier asociación. Eso nos ha llevado a conocer y a aprender. En tercer lugar, gracias a ese esfuerzo a través de las asociaciones y las cooperativas, logramos unirnos y a nivel nacional se gestionó por medio de los Comunes, que quedó en el acuerdo de paz, un recurso con la comunidad internacional de 5.5 millones de euros de la Unión Europea, para el tema piscícola nacional.
Este presupuesto lo dividimos en siete nodos, más o menos, como eran los siete bloques de la antigua Farc – Ep. Buscamos con ello que la forma asociativa, sea cooperativas, asociaciones, fundaciones, corporaciones, etc, se han recogido alrededor de los y las, guerrilleros y guerrilleras, que estamos en el proceso de paz, más las comunidades que también se han afiliado a estas asociaciones, podamos tener un proyecto de vida, generando una economía autosostenible.
Eso ha generado que en el caso del nodo centro, compuesto por Bogotá, Cundinamarca y Tolima; en el caso del nodo sur: Huila, Caquetá, Putumayo; nodo suroccidente: Cauca, Nariño, Valle del Cauca. Con ellos, conformamos la coordinadora “Wilson Saavedra”, en honor a nuestro inolvidable comandante fariano, Wilson Saavedra, hombre de aspiraciones y proyectos. A través de estos tres nodos, logramos hacer una inversión en el Huila con algunas familias empresariales, pero que tienen también vocación de paz, que son las familias Ramírez, en Hobo y Villa Vieja y Méndez, en Palermo. Allí, se crearon dos consorcios: El primero con la familia Ramírez, que lo hizo el nodo suroccidente, donde entra una alevinera, tiene cerca de dos hectáreas en espejo de agua, para producir alevinos de Tilapia Roja y una finca de más de 35 hectáreas para engorde y producción de pescado.
Nosotros, como nodo centro, formamos un consorcio con el señor Méndez de Apícola Méndez, el señor Álvaro Méndez, en una planta procesadora de pescado en Palermo y próximamente vamos a montar la planta de exportación. No solamente vamos a lavar el pescado y lo vamos a transformar, sino también prestarle el servicio a la comunidad abiertamente para lavar y transformar su pescado y venderlo de mejor calidad.
Simultáneamente, estamos trabajando la propuesta de la comercializadora social, buscando entre otras cosas, comprarles a las cooperativas y a las asociaciones el pescado de las regiones y, a través de ello, las ganancias que queden, distribuirlas en una economía circular, económica y solidaria, que será retribuida a través de préstamos o de fondos o de proyectos, etc, hacia esa misma asociación y cooperativa conformada por nosotros mismos. Pero, también apoyar la economía campesina, la más desprotegida en Colombia, comprándole el producto de pescado y, al mismo tiempo, brindarle gratuitamente la asesoría, actividad que ya la venimos haciendo.
- Me hablaba usted de más o menos 70 cooperativas implementadas en esta parte del país. ¿Cómo es la experiencia?
A nivel de las tres regiones que tenemos, no le estoy hablando de todo el país, tenemos más de 70 formas asociativas. Eso equivale a cerca de 4 mil personas ex guerrilleros y ex guerrilleras y comunidad, que estamos organizados en este proceso cooperativo. Una de estas formas asociativas es la Asociación Digna por la Paz (ASODIPAZ).
- ¿Cuál es la dinámica de Asodipaz?
Asodipaz nace de la necesidad política en el departamento de buscar haber cómo nosotros a través de una organización o asociación, trabajar en primer lugar con la comunidad, pero también tener un operador logístico para apoyar las iniciativas que hay en el proceso de paz en el Tolima, Cundinamarca y en el país, en pro de ayudar a organizar los eventos, pero también para la economía, el cuidado de la gente, de los niños, de las mujeres y desde luego, la pedagogía de paz.
Vinos la necesidad de conformar una asociación. Somos 39 ex guerrilleros y también hay comunidad en esta asociación donde ya tenemos todo al día: Cámara de Comercio, Cuenta Bancaria, Factura electrónica. Todo está listo para operar.
Tenemos una proyección a largo plazo, que es desdoblarnos en comités en los municipios, en los barrios, en los sectores. Estamos apoyando en este momento – por ejemplo – el sector artístico. Hace poco apoyamos a los hermanos Balbuena, ellos ganaron a través del patrocinio de Asodipaz el concurso nacional de música campesina en Chaparral, con la emisora de la radio nacional que hay allí. En estos momentos ya le grabaron dos importantes discos a nivel nacional.
Nos proponemos, hacer un trabajo de comunidad y de organización, pero también abrigar las iniciativas de los vendedores ambulantes, de los jóvenes, de los estudiantes, de los pequeños empresarios que no tienen ese abrigo, de los pequeños finqueros, de las comunidades desprotegidas, de los indígenas, de los afros. Ese es nuestro plan de la Asociación que abrigue la gente del Común en este territorio.
- ¿Cómo es esa experiencia de pasar de comandante del ejército del pueblo a Gerente de Cooperativa?
Es una experiencia rica y dura, porque en el caso del nodo centro, soy el gerente aprendiz, que es un convenio con una organización de la Unión Europea. Aparte de ser el Gerente, me corresponde prepararme y estudiar toda la parte administrativa gerencial, conocer lo técnico piscícola, pero también ayudar a hacer toda la tramitología de Asodipaz.
Ha sido una experiencia buena, con sacrificio, pues me ha tocado leer mucho, aprender mucho, conocer mucho todo el tema contable, la responsabilidad que hay que tener con los formatos, los informes, ser muy ordenado. Me siento bien y orgulloso.
- ¿Qué dificultades ha tenido en el desarrollo de estas actividades de cooperativismo, sobre todo teniendo en cuenta el incumplimiento del gobierno en el acuerdo de paz firmado?
Ha sido un problema, en el caso del proyecto piscícola, porque el gobierno tiene que desembolsar 880 mil euros y hasta el momento no los ha dado, que debe estar representado en la tierra para los proyectos. Esa situación nos llevó a conseguir por nuestra propia iniciativa las tierras para poder desarrollar las actividades. Otra vez el gobierno incumple. Así, ha sido muy complicado hacer los trámites de las Asociaciones y Cooperativas. En el nuevo centro tenemos 44 formas asociativas que están en Bogotá, Cundinamarca y Tolima, donde ha sido difícil que la gente logre legalizar bien sus formas asociativas. Estamos en esa tarea. Pero encontramos que algunos bancos nos abren las puertas otros nos las cierran colocándonos una cantidad de trabas.
En el Tolima tenemos 16 formas asociativas que tienen diversidad de proyectos, no solo la piscicultura. Están gestionando en varias partes. Hay alcaldías que nos han cerrado las puertas, otras nos las han abierto. En el caso de la gobernación, ha sido como más abierta a mirar nuestra oferta. Esperamos que esas ofertas que nos ha hecho, las cumpla, porque una cosa es hacer la oferta y otra muy diferente cumplirla, hacerla realidad.
Sin embargo, ha sido un proceso muy difícil y de mucho esfuerzo de todos nosotros.
- ¿Mientras el gobierno persiste en el lenguaje de la violencia, la ex guerrilla ratifica su compromiso de paz, de trabajo y de compromiso social?
Claro que sí. Estamos comprometidos con la paz y por eso le apostamos desde estas formas asociativas a la reincorporación. Creemos y estamos convencidos que, si nos acompañan los medios de comunicación visibilizando todas estas cosas que les estamos diciendo, si las instituciones tienen verdaderamente voluntad de paz, los invitamos a que nos acompañen a sacar adelante todas las iniciativas que tenemos en estas formas asociativas, donde no solamente estamos nosotros, porque también están las comunidades, las víctimas, etc, que se están recogiendo al lado nuestro.
El tema de la violencia es un problema del gobierno, porque seguramente, si el acuerdo se cumpliera con su espíritu y su letra, tal como está firmado, los índices de violencia serían mínimos. Pero, no hay voluntad política del gobierno. Es un riesgo para nosotros, pues constantemente estamos en riesgo. Nos vienen asesinando a los líderes de las distintas formas asociativas, de muchas cooperativas que van surgiendo y se van convirtiendo en la esperanza de esas comunidades abandonadas. Es grave la situación, porque mientras nosotros le apostamos a la paz, el gobierno hace oídos sordos al tema de garantizarnos la vida y la paz a nosotros.
- Según sus estadísticas, ¿Cuántos ex combatientes han sido asesinados en Colombia hasta ahora?
Cerca de 260 ex guerrilleros a nivel nacional. Otros estamos amenazados, pero aún así, seguimos resistiendo. Nos anima sacar adelante el proceso de paz.
Los carroñeros de la guerra que tienen tomado los puestos directivos del estado colombiano, acentúan la dinámica tormentosa de la violencia como estrategia electoral para seguir indefinidamente en el poder. Van más de 260 ex combatientes farianos asesinados y cientos de líderes populares, sindicales, campesinos e indígenas. Durante el presente año van doce masacres en distintas regiones de Colombia.
El ejemplo de lealtad y cumplimiento de la palabra empeñada por parte del ex movimiento guerrillero, es totalmente ignorado por los grandes medios masivos de comunicación. Estos están a la caza de montajes y falsos positivos por una miserable pauta publicitaria que les ofrece el estado.
Sin embargo, a pesar de esa cruda y criminal mordaza la verdad se abre paso y de qué manera. Gustavo Bocanegra Ortegón (Donald Ferreira), un menudo y valiente comandante fariano, en cumplimiento de lo pactado, hoy se desenvuelve como gerente aprendiz de una cooperativa en el centro del país. De Comandante a Gerente, una metamorfosis en la lucha por hacer los cambios urgentes que necesita Colombia y contribuir decididamente a aclimatar la paz con justicia social en este país sudamericano. Antes el lenguaje era el tableteo de las ametralladoras, hoy se impone con nitidez y contundencia la batalla de las ideas, la argumentación y la lucha por construir la democracia para que todos vivamos en paz en medio de la diferencia y pluralidad.
Gustavo Bocanegra Ortegón, es un dirigente inteligente, trabajador y emprendedor, que estudia a toda máquina para adaptarse a su nueva realidad. No escatima esfuerzos. Por el contrario. Le roba horas a la noche para prepararse y responder con amplitud en su nueva forma de lucha: El Cooperativismo.
Hay muchas cooperativas debidamente registradas en marcha, que involucran a más de cuatro mil ex combatientes. Así lo indica el carismático dirigente del Común. Y a pesar de las amenazas, insiste decididamente en demostrar en la práctica su profunda vocación de paz con justicia social.
La página web: www.pacocol.org lo entrevistó en un corto espacio que amablemente lo concedió. La entrevista es la siguiente:
- Gustavo Bocanegra Ortegón y su nueva faceta. De comandante a gerente de cooperativa. ¿Cómo definir su nueva experiencia en la lucha por un país democrático y en paz?
Es una experiencia muy buena. Nos ha llevado, primero, a aprender cómo tenemos que organizarnos en las formas asociativas y las economías solidarias. Segundo, a conocer todas las trabas que pone la institucionalidad para hacer cualquier tipo de documento, el formalismo de la documentación de cualquier asociación. Eso nos ha llevado a conocer y a aprender. En tercer lugar, gracias a ese esfuerzo a través de las asociaciones y las cooperativas, logramos unirnos y a nivel nacional se gestionó por medio de los Comunes, que quedó en el acuerdo de paz, un recurso con la comunidad internacional de 5.5 millones de euros de la Unión Europea, para el tema piscícola nacional.
Este presupuesto lo dividimos en siete nodos, más o menos, como eran los siete bloques de la antigua Farc – Ep. Buscamos con ello que la forma asociativa, sea cooperativas, asociaciones, fundaciones, corporaciones, etc, se han recogido alrededor de los y las, guerrilleros y guerrilleras, que estamos en el proceso de paz, más las comunidades que también se han afiliado a estas asociaciones, podamos tener un proyecto de vida, generando una economía autosostenible.
Eso ha generado que en el caso del nodo centro, compuesto por Bogotá, Cundinamarca y Tolima; en el caso del nodo sur: Huila, Caquetá, Putumayo; nodo suroccidente: Cauca, Nariño, Valle del Cauca. Con ellos, conformamos la coordinadora “Wilson Saavedra”, en honor a nuestro inolvidable comandante fariano, Wilson Saavedra, hombre de aspiraciones y proyectos. A través de estos tres nodos, logramos hacer una inversión en el Huila con algunas familias empresariales, pero que tienen también vocación de paz, que son las familias Ramírez, en Hobo y Villa Vieja y Méndez, en Palermo. Allí, se crearon dos consorcios: El primero con la familia Ramírez, que lo hizo el nodo suroccidente, donde entra una alevinera, tiene cerca de dos hectáreas en espejo de agua, para producir alevinos de Tilapia Roja y una finca de más de 35 hectáreas para engorde y producción de pescado.
Nosotros, como nodo centro, formamos un consorcio con el señor Méndez de Apícola Méndez, el señor Álvaro Méndez, en una planta procesadora de pescado en Palermo y próximamente vamos a montar la planta de exportación. No solamente vamos a lavar el pescado y lo vamos a transformar, sino también prestarle el servicio a la comunidad abiertamente para lavar y transformar su pescado y venderlo de mejor calidad.
Simultáneamente, estamos trabajando la propuesta de la comercializadora social, buscando entre otras cosas, comprarles a las cooperativas y a las asociaciones el pescado de las regiones y, a través de ello, las ganancias que queden, distribuirlas en una economía circular, económica y solidaria, que será retribuida a través de préstamos o de fondos o de proyectos, etc, hacia esa misma asociación y cooperativa conformada por nosotros mismos. Pero, también apoyar la economía campesina, la más desprotegida en Colombia, comprándole el producto de pescado y, al mismo tiempo, brindarle gratuitamente la asesoría, actividad que ya la venimos haciendo.
- Me hablaba usted de más o menos 70 cooperativas implementadas en esta parte del país. ¿Cómo es la experiencia?
A nivel de las tres regiones que tenemos, no le estoy hablando de todo el país, tenemos más de 70 formas asociativas. Eso equivale a cerca de 4 mil personas ex guerrilleros y ex guerrilleras y comunidad, que estamos organizados en este proceso cooperativo. Una de estas formas asociativas es la Asociación Digna por la Paz (ASODIPAZ).
- ¿Cuál es la dinámica de Asodipaz?
Asodipaz nace de la necesidad política en el departamento de buscar haber cómo nosotros a través de una organización o asociación, trabajar en primer lugar con la comunidad, pero también tener un operador logístico para apoyar las iniciativas que hay en el proceso de paz en el Tolima, Cundinamarca y en el país, en pro de ayudar a organizar los eventos, pero también para la economía, el cuidado de la gente, de los niños, de las mujeres y desde luego, la pedagogía de paz.
Vinos la necesidad de conformar una asociación. Somos 39 ex guerrilleros y también hay comunidad en esta asociación donde ya tenemos todo al día: Cámara de Comercio, Cuenta Bancaria, Factura electrónica. Todo está listo para operar.
Tenemos una proyección a largo plazo, que es desdoblarnos en comités en los municipios, en los barrios, en los sectores. Estamos apoyando en este momento – por ejemplo – el sector artístico. Hace poco apoyamos a los hermanos Balbuena, ellos ganaron a través del patrocinio de Asodipaz el concurso nacional de música campesina en Chaparral, con la emisora de la radio nacional que hay allí. En estos momentos ya le grabaron dos importantes discos a nivel nacional.
Nos proponemos, hacer un trabajo de comunidad y de organización, pero también abrigar las iniciativas de los vendedores ambulantes, de los jóvenes, de los estudiantes, de los pequeños empresarios que no tienen ese abrigo, de los pequeños finqueros, de las comunidades desprotegidas, de los indígenas, de los afros. Ese es nuestro plan de la Asociación que abrigue la gente del Común en este territorio.
- ¿Cómo es esa experiencia de pasar de comandante del ejército del pueblo a Gerente de Cooperativa?
Es una experiencia rica y dura, porque en el caso del nodo centro, soy el gerente aprendiz, que es un convenio con una organización de la Unión Europea. Aparte de ser el Gerente, me corresponde prepararme y estudiar toda la parte administrativa gerencial, conocer lo técnico piscícola, pero también ayudar a hacer toda la tramitología de Asodipaz.
Ha sido una experiencia buena, con sacrificio, pues me ha tocado leer mucho, aprender mucho, conocer mucho todo el tema contable, la responsabilidad que hay que tener con los formatos, los informes, ser muy ordenado. Me siento bien y orgulloso.
- ¿Qué dificultades ha tenido en el desarrollo de estas actividades de cooperativismo, sobre todo teniendo en cuenta el incumplimiento del gobierno en el acuerdo de paz firmado?
Ha sido un problema, en el caso del proyecto piscícola, porque el gobierno tiene que desembolsar 880 mil euros y hasta el momento no los ha dado, que debe estar representado en la tierra para los proyectos. Esa situación nos llevó a conseguir por nuestra propia iniciativa las tierras para poder desarrollar las actividades. Otra vez el gobierno incumple. Así, ha sido muy complicado hacer los trámites de las Asociaciones y Cooperativas. En el nuevo centro tenemos 44 formas asociativas que están en Bogotá, Cundinamarca y Tolima, donde ha sido difícil que la gente logre legalizar bien sus formas asociativas. Estamos en esa tarea. Pero encontramos que algunos bancos nos abren las puertas otros nos las cierran colocándonos una cantidad de trabas.
En el Tolima tenemos 16 formas asociativas que tienen diversidad de proyectos, no solo la piscicultura. Están gestionando en varias partes. Hay alcaldías que nos han cerrado las puertas, otras nos las han abierto. En el caso de la gobernación, ha sido como más abierta a mirar nuestra oferta. Esperamos que esas ofertas que nos ha hecho, las cumpla, porque una cosa es hacer la oferta y otra muy diferente cumplirla, hacerla realidad.
Sin embargo, ha sido un proceso muy difícil y de mucho esfuerzo de todos nosotros.
- ¿Mientras el gobierno persiste en el lenguaje de la violencia, la ex guerrilla ratifica su compromiso de paz, de trabajo y de compromiso social?
Claro que sí. Estamos comprometidos con la paz y por eso le apostamos desde estas formas asociativas a la reincorporación. Creemos y estamos convencidos que, si nos acompañan los medios de comunicación visibilizando todas estas cosas que les estamos diciendo, si las instituciones tienen verdaderamente voluntad de paz, los invitamos a que nos acompañen a sacar adelante todas las iniciativas que tenemos en estas formas asociativas, donde no solamente estamos nosotros, porque también están las comunidades, las víctimas, etc, que se están recogiendo al lado nuestro.
El tema de la violencia es un problema del gobierno, porque seguramente, si el acuerdo se cumpliera con su espíritu y su letra, tal como está firmado, los índices de violencia serían mínimos. Pero, no hay voluntad política del gobierno. Es un riesgo para nosotros, pues constantemente estamos en riesgo. Nos vienen asesinando a los líderes de las distintas formas asociativas, de muchas cooperativas que van surgiendo y se van convirtiendo en la esperanza de esas comunidades abandonadas. Es grave la situación, porque mientras nosotros le apostamos a la paz, el gobierno hace oídos sordos al tema de garantizarnos la vida y la paz a nosotros.
- Según sus estadísticas, ¿Cuántos ex combatientes han sido asesinados en Colombia hasta ahora?
Cerca de 260 ex guerrilleros a nivel nacional. Otros estamos amenazados, pero aún así, seguimos resistiendo. Nos anima sacar adelante el proceso de paz.
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