lunes, 25 de enero de 2021

Sui géneris vacaciones


 Por Nelson Lombana Silva

Algún amigo nos preguntó con cierta ironía que en dónde habíamos estado de vacaciones. No dudamos al contestarle: “El ochenta por ciento encerrado en casa y el 20 por ciento en el cañón del Combeima, visitando caseríos como Chapetón, Llanitos, Pastales, Villa Restrepo. El tiempo no alcanzó para visitar Juntas”.

No le fue fácil salir de su asombro. Quiso decirnos muchas cosas, seguramente la mayoría criticando la decisión, pero realmente, debemos confesarlo, fue prudente y de mil maneras ahogó lo que seguramente quería decirnos.

Calculando su insatisfacción intentamos darle algunos argumentos: “El palo no está para hacer cucharas. La pandemia es una cruda realidad. Solo del 24 de diciembre al 22 de enero, han muerto por la Covid – 19, por lo menos ocho amigos y amigas, entre ellos y ellas, escritores, periodistas, compañeros de estudio, paisanos, vecinos, etc. Por eso, asumimos esta radical y consciente decisión”.

Al hacerle el relato, su semblante cambió. Fue más receptivo, analítico y hasta comprensivo. “La verdad – dijo en voz baja – no hemos tomado conciencia de la pandemia”.

Entonces, comentó por entre los dientes: “Qué vacaciones tan aburridoras, ¿verdad?” En realidad, no pudimos evitar una carcajada estridente. “No diríamos aburridora, diríamos sui géneris”. Nos miró con cierta solemnidad. Su análisis como que no encajaba en su libreto de demostrar que las vacaciones habían sido un tremendo fracaso.

“Entonces, ¿estuvo completamente encerrado? ', interrogó con cierto aire de asombro. “No y sí”, le contestamos. “¿Muy aburridoras? “No y sí”, le contestamos. Se rascó la cabeza. “Bueno, ¿Al fin es negro o es blanco?” “Ni lo uno, ni lo otro”. “No me tome más del pelo”, insistió. “Mi buen amigo, jamás haríamos eso de tomarlo del pelo. Realmente estas vacaciones fueron sui géneris”.

Dejó de preguntar cuando le dijimos que habíamos completado la lectura de 47 libros durante el 2020, que habíamos terminado el año y comenzado el nuevo, leyendo al famoso periodista y escritor del valle del cauca, Luis Alfonso Mena S. Adicionalmente, que habíamos escrito un reportaje sobre una concejala de la Unión Patriótica que, en 1986, fue secuestrada y una serpiente cascabel la salvó y, luego, un sicario intentó asesinarla y un perro la salvó. “Con usted, dijo desconcertado, no se puede”. Usando evasivas, después de saborear un tinto sin azúcar, se marchó. Lo vimos alejarse por la calle dando grandes zancadas. Se perdió en la distancia brumosa. Nosotros continuamos la marcha consciente que todo era rigurosamente cierto.

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