Señor presidente,
Honorables Concejales,
Señores y Señoras:
Voy a comenzar esta breve intervención citando una frase de nuestro nobel de literatura, Gabriel García Márquez: “Nos han escrito y oficializado una versión complaciente de la historia, hecha más para esconder que para clarificar”[ii].
Distinguidos concejales:
Realmente nuestra historia ha venido siendo contada al revés, solo eso explica que nos congratulemos en homenajear a nuestros verdugos y a despreciar o cuando más, ignorar a nuestros auténticos y verdaderos mártires. En términos concretos: Nos disponemos a rendir homenaje a Andrés López de Galarza, dizque porque fundó la ciudad de Ibagué hace 468 años y sobre esa supuesta efeméride vamos a desconocer o quizás subvalorar nuestros antepasados, nuestros aborígenes, mal llamados indios.
Con qué facilidad y docilidad asumimos como cierta la versión contada por los vencedores, los que con espada y crucifijo en mano, nos humillaron, nos consideraron animales, antropófagos, nos despojaron y despectivamente nos tildaron de indios sin alma.
Eduardo Galeano, nos cuenta que a la invasión de los españoles, ellos tenían la biblia y nosotros la tierra. Nos hicieron cerrar los ojos y cuando los abrimos nuevamente, ellos tenían la tierra y nosotros la biblia.
Esta hermosa metáfora, si se puede considerar así, nos lleva necesariamente a la necesidad de reinterpretar al derecho la historia, historia que ciertamente, hoy se encuentra narrada patas arriba.
Realmente, ¿Qué nos trajeron los ibéricos el 12 de octubre de 1492? Ante todo, enfermedades infectocontagiosas, como la sífilis, la blenorragia, la gonorrea, la avaricia y la credulidad, que se manifestó y se manifiesta en la sumisión.
Así, el cumpleaños de la ciudad musical de Colombia, debería ser para conmemorar la hazaña de resistencia de los aborígenes, recordar el crimen horripilante de que fue objeto esta emprendedora y organizada comunidad y soñar con una ciudad al alcance de todos y todas, sin privilegios de ninguna naturaleza.
El desconocimiento de la verdadera historia, por lo menos la versión de los vencidos, nos llevaría a tener plena conciencia del sentido de pertenencia, del amor por lo nuestro, sin llevar al chauvinismo, naturalmente.
Actualmente, hay en Colombia 21 bases militares de los Estados Unidos, en nuestro país. No hemos hecho un pronunciamiento consecuente con la gravedad del hecho, simple y llanamente porque el ahistoricismo nos corroe de pies a cabeza.
Hago parte de la corporación de escritores del Tolima (CORPOESTOL). Pareciera que la lucha por rescatar nuestra identidad cultural, fuera una lucha solitaria e intrascendente, en la que más bien debiéramos ser mirados con incredulidad y escepticismo de unos locos románticos pasados de moda hace rato.
Propondría desde este atril y en este recinto, un debate profundo, dialéctico, que nos permitiera poner la historia patas abajo. Eso nos permitiría tener la certeza a quién realmente homenajear y a quien rechazar categóricamente por su pasado criminal y genocida.
El municipio de Alvarado (Tolima), llevaba el nombre de un sabio: Caldas. Pero, ¿Qué hizo la honorable asamblea de la época? Quitarle este nombre y colocarle el nombre que lleva actualmente. Seguramente, los habitantes de este territorio no saben que el invasor español, el capitán Pedro de Alvarado y Contreras, fue un miserable genocida. Pregunto: ¿Estaríamos dispuestos a colocarle el nombre a una pertenencia nuestra, el nombre o apellido del asesino de nuestros padres, hermanos, familiares, allegados o amigos, para recordar eternamente su criminal hazaña?
Por supuesto, que responderíamos que no. Sin embargo, lo estamos haciendo. Hoy le rendimos culto de admiración a Andrés López de Galarza, Gonzalo Jiménez de Quesada, etc, quienes fueron criminales confesos de nuestros hermanos aborígenes.
Esta es la cruda realidad, que hay que comenzar cambiar y asumir una postura consecuente con la historia y con nuestra propia clase social. No hacerlo así, es seguir adulando las cadenas de la opresión y represión.
Muchas gracias.
[i] Una comisión de la corporación de escritores del Tolima (CORPOESTOL), integrada por Gustavo Prada y Nelson Lombana Silva, asistió al concejo municipal para plantear la necesidad de reinventar la historia y colocarla patas abajo, con motivo de la celebración de un cumpleaños más de la ciudad musical de Colombia Ibagué, el miércoles 10 de octubre de 2018. Esta es un resumen de la intervención de Nelson Lombana Silva.
[ii] Lombana Silva, Nelson. Anzoátegui Tolima al filo de la esperanza. Impreso por Lifting Diseño gráfico y publicidad. Primera edición 2017. Página consultada 14.
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