miércoles, 10 de octubre de 2018

“Alcaldes del Tolima poco se han interesado implementación acuerdo de paz”: Donald Ferreira

Ni los alcaldes, ni el gobernador del Tolima, se han interesado por la implementación de lo acordado en la Habana (Cuba) y firmado en el teatro Colón de Bogotá, el 24 de noviembre de 2016, entre la entonces FARC – EP y el Estado Colombiano.


Tampoco han participado activamente en la labor pedagógica del acuerdo. Por el contrario. Han puesto toda clase de trabas e inseguridad para los miembros del Partido FARC hacer la respectiva pedagogía en el Tolima, especialmente en el sur.

La delincuencia se ha disparado, lo mismo el micro tráfico de estupefacientes, la violación de niñas y embarazo de mujeres por parte al parecer de los militares. Así lo afirma, el ex comandante de las FARC – EP y hoy prestante dirigente del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), Donald Ferreira (Gustavo Bocanegra O.)

Señala que en el caso de los militares han venido fumando marihuana desde los tiempos de guerra. Es decir, no es nada nuevo. Sin embargo, no generaliza. Dice que las águilas negras es el mismo Estado, que vienen amenazando no solamente a ellos, sino también a los líderes campesinos, populares y ambientalistas, caso concreto de los líderes ambientalistas de Roncesvalles. “Eso es, prácticamente, el pan de cada día”.

No obstante, a pesar de las duras dificultades el Partido FARC no se da por vencido y sorteando todas esas dificultades persiste en los acuerdos convencidos que la paz y la reconciliación son lo más importante.

Sobre el vandálico propósito de los Estados Unidos de invadir a la república bolivariana de Venezuela, con la complicidad pusilánime del gobierno colombiano, el dirigente político del partido FARC, lo rechaza y llama al pueblo colombiano a la solidaridad más férrea con la hermana república bolivariana.

El reportaje exclusivo de la página web: www.pacocol.org con el líder político del Partido FARC, Donald Ferreira o Gustavo Bocanegra O, es el siguiente:

-         ¿Cómo se viene desarrollando esta etapa política del Partido FARC en el sur del Tolima?

La venimos desarrollando dentro de una dinámica caracterizada por la permanente interlocución con las comunidades, llevando el mensaje de la implementación y de nuestra política fariana buscando que la gente se empodere de esta propuesta política.

En ese proceso, estamos en la construcción de nuestro Partido con las personas que a bien han decidido participar de él. Es una lucha dura, frecuente y permanente por la defensa de la vida, del acuerdo de paz y de su implementación.

-         ¿Muchas dificultades en este proceso político?

Por supuesto. A diario mantenemos amenazados de una forma y otra. Sigue el fantasma de las denominadas águilas negras amenazándonos permanentemente. No solo a nosotros, sino también a las asociaciones progresistas, de derechos humanos, derechos ambientales. Eso es, prácticamente, el pan de cada día. Eso no nos arrincona. Nosotros continuamos en nuestra misión de la bandera de la paz honrada con nuestra palabra y la promesa que hicimos al dejar las armas.

-         El senador Iván Cepeda Castro hizo un debate en el parlamento demostrando que las águilas negras es el mismo estado. ¿Cuál es su opinión?

Estoy completamente de acuerdo. Son organismos de contrainteligencia del Estado que no deja en ningún momento de pregonar la doctrina de la seguridad nacional en todo el territorio. Es decir, aquí no se ha desmontado la guerra, continúa vigente el tema de la seguridad nacional permanentemente.

Desde luego, hay que decir que hay un sector de los militares que apoyan el proceso de paz, pero hay otros sectores que todavía siguen planteando el tema de la guerra, porque en ella se formaron y en la teoría de la contrarrevolución de la doctrina de la seguridad nacional.

Además, hay entre ellos, terratenientes, empresarios, paramilitarismo metido en la agro industria de la explotación de los recursos naturales, que auspician a los militares para que hagan ese trabajo sucio a través de esas redes dadas en llamar águilas negras.

-         Recientemente en el municipio de Roncesvalles los líderes ambientalistas fueron amenazados por las supuestas águilas negras. ¿Cómo analiza esta situación de orden público en este municipio tolimense?

Grave. Además, quiero decir lo siguiente: En días pasados, una comisión del Partido FARC que estuvo allí, para temas de reincorporación, tuvo persecución por parte de un oficial del ejército. Se le acercó y le dijo que ellos andaban preguntando qué hacían allí, porque tenían información de que andaba alias Donald, o sea, mi persona con esquema de seguridad y que eso era un peligro para la sociedad.

Nosotros estuvimos allí, haciendo pedagogía de paz, explicando el acuerdo. A la semana siguiente apareció la amenaza contra los líderes ambientales y de la asociación de trabajadores agrícolas del Tolima (Astracatol).

De manera que allí hay intereses oscuros del Centro Democrático y también de los terratenientes de Roncesvalles, que siempre han estado al servicio del paramilitarismo.

-         ¿Qué medidas están tomando ustedes para contrarrestar este accionar sucio de la derecha en la región?

La denuncia es una. También hemos estado haciendo llamados para que las autoridades digan con franqueza si se comprometen o no, a garantizar la seguridad y los compromisos claros del acuerdo de la Habana.

Por lo menos, ya hicimos el reclamo mediante comunicado a la alcaldía de Roncesvalles. Si verdaderamente le van a jugar al compromiso de la paz o no. El otro tema es que venimos haciendo encuentros regionales de seguridad donde comprometemos a todos los entes de la fuerza pública y gubernamentales a dar garantías plenas a la participación política.

Venimos diciendo desde hace días que hagamos un gran pacto político por la paz en el departamento de Tolima. Pero, hasta el momento ha habido oídos sordos por parte de los partidos de derecha, como el Centro Democrático, Cambio Radical, Partido de la U, etc.

También nosotros venimos haciendo foros. Incluso, en Ibagué hemos hecho tres foros en la universidad de Ibagué. En ellos, hemos denunciado públicamente las amenazas. Los militares dicen que en el Tolima no hay paramilitarismo, nosotros seguimos insistiendo que sí. En el municipio de Flandes están picando la gente, lo cual significa que sí hay paramilitarismo en el Tolima. Las amenazas a los ex guerrilleros y líderes  populares resultan latentes en el territorio del Tolima.

-         Entonces, ¿Cuáles han sido las garantías que les ha venido brindando las autoridades civiles y militares en el sur del Tolima?

Las fuerzas militares nos han dado unas mínimas garantías, pero a veces se contradicen entre sí, porque en los últimos días hemos sido sujetos de dos cosas: En el corregimiento de Herrera, municipio de Rioblanco, también nos detuvieron una comisión el ejército, el sargento Correa, fue la comisión llevada al puesto de policía, le quitaron las armas a los escoltas y en el tema de Roncesvalles.

A pesar de que nos han querido ofrecer garantías, vemos que de parte de algunos sectores hay ciertos hostigamientos por parte de algunos oficiales del ejército nacional. Po su parte, los alcaldes no tienen un compromiso con la paz, no lo vemos.

Cuando hemos hecho estos encuentros regionales de seguridad que están en el punto 3, punto 1 y 2 del acuerdo de paz, no asisten a ellos. Hay oídos sordos de parte de los alcaldes en el compromiso político por la paz. Y, más cuando nosotros, junto con las comunidades denunciamos actos de corrupción y de atropellos de los derechos de las gentes, más han sido los oídos sordos de estos funcionarios.

-         Dicen las comunidades que una vez ustedes entregaron las armas, se ha incrementado en el sur del Tolima la delincuencia, el micro tráfico e incluso, los militares estarían consumiendo alucinógenos. ¿Qué nos puede decir sobre el particular?

Claro, los militares han fumado marihuana desde antes del acuerdo, mejor dicho, todo el tiempo cuando estábamos en la guerra. Claro, no estoy diciendo que todos, pero sí muchos de ellos.

El incremento de la inseguridad es total en el territorio del Tolima, al igual que en el país. Se nota la falta de control territorial por parte de la fuerza pública y del Estado, a pesar de que militarizan.

Pero, esa militarización lo que ha traído son desastres en algunos sectores. Entonces, ha aumentado el tema de las drogas, las niñas violadas, los embarazos en menores de edad, las riñas callejeras, que antes no se veían, porque había un código de policía que se lo impuso a las comunidades sin conocerlos. Segundo, nosotros hemos hecho unas propuestas. Por ejemplo, de organizar las normas de convivencia que antiguamente nosotros teníamos durante el tiempo de la guerra, pero que queremos ahora simplificarlo para que las comunidades sean las que ellas mismas se pongan sus formas de seguridad y control en las veredas. Que esa iniciativa tenga un aval jurídico y legal.

Es decir, que no se ilegalice los comités de conciliación, que las normas de convivencia puedan tener sean validadas por las alcaldías y las guardias campesinas, que es una figura no armada, civil, normal, para que ayude a prestar esa seguridad en el control territorial. Es indudable la pérdida de control territorial por parte de la fuerza pública y las administraciones municipales. Eso se lo hemos dicho al ejército, a la policía, se lo hemos dicho a todas las entidades. Se ve que las FARC sí tenían control territorial y que éramos un Estado dentro de otro Estado.

-         En medio de todas estas dificultades reales, ¿Cómo avanza la campaña pedagógica de los acuerdos de la Habana?

Nosotros podemos decir que la venimos realizando con todas las dificultades que hay. Tenemos problemas de inseguridad en muchas regiones para enviar nuestras comisiones. No hay garantía de que puedan ir y regresar con vida estas comisiones. Tampoco hay garantías logísticas y así se lo hemos planteado a los alcaldes, que nos garanticen en los rubros de educación que llegan para el tema de la paz, que podamos nosotros asistir a hacer pedagogía, explicar los acuerdos para que las comunidades los conozcan completamente.

Quiero decir lo siguiente, mi estimado Nelson: La mayoría de gente del Tolima no sabe qué se firmó en la Habana. Ni siquiera cerca de los espacios territoriales de Icononzo y de Planadas, donde los únicos que hemos ido a explicarlos somos nosotros.

En Planadas, vamos a las veredas, y la gente no sabe qué se firmó en la Habana, a pesar de terminaron de “socializar” los tales planes de desarrollo con enfoque territorial. Dígame usted, qué socializaría la gente: Asistencialismo no más, porque fue el gobierno en forma unipersonal a implementar, mientras a nosotros no nos permitían salir de los espacios territoriales con la comisión de pedagogía que estaba acordada en el acuerdo.

A mi persona, en muchas partes nos negaron la intervención nuestra para explicarle a la gente. Esto es algo que no hay que ocultarlo, hay que decirlo y que pone en grave riesgo, por ejemplo, el punto de la implementación de la reforma rural integral. La gente no lo conoce.

-         ¿Pensaría uno que el pueblo viene recibiendo solamente la versión del acuerdo que tienen el Centro Democrático y su jefe Álvaro Uribe? 

Es su versión. Es lo que viene difundiendo perversamente los medios de comunicación del establecimiento. Eso es de doble filo. Las campañas políticas que hicieron anteriormente, donde el barretismo jugó todo su papel, fue con plata de la implementación del acuerdo de paz.  Le llevaron gallinas y marranos a la gente diciendo que eso era lo que daban ellos. Nos dimos cuenta que era plata de la implementación temprana.

¿Qué significa esto? Le han venido diciendo a la gente que el tema de las FARC, es un tema aislado, que nosotros le entregamos las armas al gobierno y que ahora vivimos como reyes; y que por culpa de nosotros estar viviendo en estos espacios como reyes, entonces no hay salud, ni educación, que hubo recorte a las pensiones, que tocó que incrementar el IVA.

Cuando uno va a hacer pedagogía con la gente, se encuentra con todo ese tipo de preguntas de la gente, porque ya ellos han ido a explicar esa sarta de mentiras.

El gobernador del Tolima (Oscar Barreto Quiroga), ha dicho abiertamente que no hay recursos para la implementación del acuerdo, que eso una cosa que está en el papel, pero que en la práctica la plata no existe.

De manera, que es muy difícil ir uno a explicarle a la gente que sí hay un acuerdo legal, que hay decretos, leyes, como la 902, y que hay unas agencias que están aquí en Ibagué, donde la gente puede venir a reclamar, pero al no saber, la gente le sale con cosas como estas.

Hay una campaña de desinformación dirigida por el Centro Democrático, donde permanentemente nos quieren mostrar como que el problema éramos nosotros y no el gobierno. Las instituciones que han llegado al Sur del Tolima, las agencias, llegan con el cuento a las comunidades de que gracias que ahorita ya no hay guerrilla, el Estado por fin va a poder hacer la parte social, porque el problema éramos nosotros, que no permitíamos que el Estado llegara con los beneficios para las comunidades. Lo vienen diciendo. Es más: Tienen un padrino: La USAID, es una organización que trabaja al servicio de la Central de la Inteligencia americana (CIA). Ahora, titula tierras a nombre del acuerdo y recoge programas sociales y hace capacitaciones de Derechos Humanos, diciendo que gracias a que no hay FARC – EP, pueden ellos ahora sí, pueden ir a hacer la reforma agraria que siempre el Estado había querido hacer con los campesinos.

-         Finalmente, ¿Qué opina usted de una posible invasión militar de los Estados Unidos a la hermana república bolivariana de Venezuela?

Muy grave, porque esto está orquestado con la postura títere del gobierno colombiano de invadir la hermana república bolivariana de Venezuela. Grave, porque mientras hemos logrado hacer un acuerdo de paz donde Venezuela jugó ese papel importante para lograr la paz con nosotros, la paz y la integración latinoamericana por la que también luchó Simón Bolívar y el mismo comandante Chávez, ahora la quieren destruir los enemigos de la paz, no solamente de Colombia, sino de América Latina, que están amangualados con el gobierno de Estados Unidos.

Creo que la gente se equivocó tan feo en votar Iván Duque Márquez. Muchos de ellos no saben que este tipo les va a conducir a sus hijos a una guerra que nos les pertenece, a una guerra de rapiña, como bien lo decía Lenin. Se inventan cualquier disculpa para ir a invadir países  hermanos, en este caso a Venezuela.

Lo que quiere hacer el gobierno norteamericano es ir por los recursos de Venezuela, por el petróleo, las riquezas naturales, por todo lo que hay allí.

Nosotros rechazamos tajantemente esta postura imperialista. El llamado es a que los colombianos no le apostemos a eso. Nos solidaricemos con Venezuela y le exijamos a este gobierno títere, que por favor no se preste para la invasión de Venezuela. Y, si esto es así, no tenemos que marchar contra Venezuela, tenemos que marchar contra el Gobierno colombiano para derrocarlo e implementar un gobierno sin odios, un gobierno de paz, un gobierno que respete las relaciones internacionales y la libre autodeterminación de los pueblos, un gobierno que se inspire en la solidaridad, la hermandad y el respeto a la autonomía de los pueblos, para que cada estado se de su gobierno, en este caso democrático como lo ha venido haciendo Venezuela.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario