sábado, 5 de marzo de 2016

Vergüenza en la elección del personero municipal en Ibagué (Tolima)

Julián Andrés Prada Betancu,  inhabilitado por celebración del contrato No. 901 de junio 5 de 2015. Foto: A la luz pública
Por Nelson Lombana Silva


Politiquería rampante y a granel demostró el Concejo Municipal de Ibagué (Tolima), al elegir a un Personero inhabilitado por celebración del contrato No. 901 de junio 5 de 2015, celebración de contrato de prestación de servicios profesionales con el instituto colombiano de desarrollo rural (INCODER).



Al parecer todo el mundo sabía en esta ciudad de 600 mil habitantes que el abogado Julián Andrés Prada Betancur no podía ser elegido, menos diez concejales que impusieron sus mayorías para hacer el ridículo y seguramente condenar al erario del municipio a cancelar dineros a través de demandas como efectivamente viene sucediendo.


La tenaza que montaron los avezados politiqueros de no muy sana reputación Emilio Martínez y Pompilio de Jesús Avendaño Lopera, impuso esta decisión y lo curioso es que ahora el “honorable” concejo municipal guarda silencio y todo parece indicar que quien decidirá finalmente será el Tribunal Contencioso Administrativo.


La nulidad fue interpuesta por el abogado Arlid Mauricio Devia, quien según calificación de la Escuela Superior Administrativa Pública (ESAP), ocupó el primer lugar en la escogencia por méritos. Sin embargo, no fue tenido en cuenta y el conciliábulo se inclinó por Prada Betancur, al parecer con el “guiño” del mandatario municipal.


El caso está con el radicado 73001 – 23 – 33 – 006 en el Tribunal Contencioso Administrativo del Tolima, quien a la postre vendría a definir quién sería el Personero Municipal, entre otras cosas, porque el Concejo Municipal no se ha pronunciado sobre el particular, al parecer guarda absoluto silencio.


Se presentaron 30 personas a concursar y la ESAP seleccionó 6; por su parte, el Concejo Municipal dio un porcentaje a tres aspirantes que presentaron públicamente su hoja de vida y su propuesta al frente de la Personería. Julián Andrés Prada Betancur, 68.58 por ciento; Arlid Mauricio Devia, 62 por ciento y Diana Carolina Arbeláez, 61.33 por ciento. En la escogencia que hizo la ESAP Prada Betancur había quedado en el cuarto lugar, según se indicó.


Las críticas contra este abogado llueven en la ciudad de Ibagué, contra el concejo municipal e incluso, contra la misma administración municipal. ¿Prada Betancur engañó a los concejales diciendo que no estaba inhabilitado? ¿Actuaron los concejales a propósito presionados por la tenaza politiquera?


El 4 de marzo venció el tiempo requerido y el Concejo guardó absoluto silencio sobre el particular, lo cual indica que el Tribunal entraría a definir sobre el nombramiento del Personero Municipal. Muchos ibaguereños se preguntan: “Si el alcalde dice que se guía por la meritocracia, ¿Por qué no fue tenido en cuenta el concepto suministrado por la ESAP?”. Es más: “Se sabe que quien elige el Personero Municipal es el Concejo Municipal, generalmente con el guiño del mandatario de turno. Todas estas componendas se cuecen en pequeños recintos de espaldas a la opinión pública y al pueblo en general. ¿Esta sería la excepción?”.


La politiquería enceguece e impide que impere la sensatez, para la muestra un botón. ¿Cuánto le representará económicamente al erario público este “desliz” de los padres del municipio de la ciudad considerada Andina de los Derechos Humanos? ¿Qué papel juegan los costosos asesores jurídicos? ¿Seguirá latente esta oscura tenaza?


Así se maneja el país del denominado “sagrado corazón de Jesús” ¡Qué barbaridad!    


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