Periodismo en la mira del crimen organizado |
El periodismo mundial está de luto. La intolerancia de la sociedad enferma de un régimen en decadencia cobra la vida de varios periodistas en la república de Francia. El insuceso ocurre en París, la llamada: “Ciudad luz”, el siete de enero, cuando fue atacado el equipo periodístico del semanario satírico de izquierda: “Charlie Hebdo”. Terrible resultado: ocho muertos y doce heridos.
En sus primeras declaraciones el Partido Comunista de Francia, expresa: “Carnicería bárbara lo ocurrido que nos sumerge en el horror y la pena por lo que amerita una respuesta nacional de gran magnitud. Llamamos a que en todo el país se exprese la unidad nacional y de todas las fuerzas republicanas de cara a esta barbarie”.
Agrega el pronunciamiento: “Cuando un periódico es atacado, cuando las vidas son masacradas y la pasión de la información y la libertad de expresión son golpeadas, cada uno de nosotros, la república y su corazón somos también atacados. Que los autores de estos despreciables crímenes sean arrestados y juzgados”.
Es contundente el llamado que formula los comunistas franceses: La solidaridad y el rompimiento con la indiferencia. Es decir, “unidad nacional”. Es una postura distinta a la realidad que vive el periodismo colombiano. En este país sudamericano esta es una de las profesiones más peligrosas para ejercer. No hay libertad de prensa, hay libertad de empresa e industria, que es distinto.
Con qué hipocresía presentan la noticia los medios masivos de comunicación; más que informar acuden a desinformar y a desarrollar una ideología neofascista. No profundizan sobre los autores intelectuales sino sobre los materiales, desnaturalizando de esta manera el horrendo crimen. Antes de suceder el hecho ya saben quiénes son maleantes y de dónde vienen. Acaso, ¿Un libreto más?
Esas mismas cadenas televisivas no dijeron absolutamente nada cuando se conoció recientemente las amenazas de las águilas negras contra varios medios alternativos y varios periodistas en Colombia. Todo pasó de agache. No fue noticia. Se sigue asesinando periodistas colombianos y los primeros planos de los noticieros de televisión y de impresos nacionales permanecen en ceros, como si nada estuviera ocurriendo en el país del “sagrado corazón de Jesús”.
Así las cosas, resulta vergonzosa la doble postura de dichos medios. No se corresponden ni con la realidad, ni con la sinceridad. Predominan la hipocresía y la doble moral, características fundamentales del capitalismo.
La Asociación de trabajadores de los medios de comunicación, seccional Tolima (Asoprensa) rechaza y condena el atentado de que fue objeto el semanario Charlie Hebdo. Los autores materiales e intelectuales del execrable crimen deben ser castigados ejemplarmente, para que hechos de esta naturaleza no vuelvan a obnubilar la existencia humana. La libertad de prensa debe ser una realidad en Francia y en Colombia, por supuesto.
De igual manera, Asoprensa, rechaza y condena las amenazas de que son objetos los distintos medios alternativos de comunicación en Colombia. Llama a la solidaridad nacional e internacional. El gobierno nacional debe fijar una posición clara y garantizar la vida de los comunicadores sociales. No debe prosperar la censura en Colombia. Tampoco la indiferencia.
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