En cinco oportunidades le han programado
la cirugía y en igual número le han fallado. La última vez le informaron
de su cancelación a unas pocas horas de la operación. Así se maneja la
salud en el régimen capitalista y concretamente en Colombia. Obra y
gracia de la ley 100 de 1993, la “gran” iniciativa del ex presidente
Uribe y hoy senador del autodenominado “centro democrático”.
La víctima: Héctor Eduardo González
Cubillos, dirigente sindical. Responsable directa: la Nueva Eps. Lugar:
Ibagué (Tolima). Dejemos que el afectado narre la odisea, uno de los
miles y miles de casos que suceden frecuentemente en Colombia, a tal
extremo que es el pan nuestro de cada día.
“He venido
presentado problemas de colesterol o grasa en la vesícula. Tuve una
crisis – por decirlo así – en noviembre del año pasado. Desde ahí
comenzaron a mirarme, me programaron una cirugía a finales de noviembre,
la cual me aplazaron diciéndome que el quirófano no estaba listo. Me la
aplazaron para finales de noviembre, después me la pasaron para
diciembre, donde también me la aplazaron. Me dieron una cita nuevamente
para enero. Finalmente, me dijeron unas pocas horas antes de la
operación que se cancelaba, porque el médico había cancelado esta
operación, que me la programaban para febrero”, narra Héctor Eduardo.
Agrega:
“La enfermedad sigue avanzando y la Nueva Eps no se hace responsable.
Mientras tanto continúo pagando cumplidamente la mensualidad. Así se
maneja la salud en Colombia”.
Para este paciente la
situación de la salud en Colombia es complicada. “Es una carrera de la
muerte. No es simplemente enviarlo de hospital en hospital, sino también
cuando se aplaza la cirugía, se niega los medicamentos, cuando no hay
servicio asistencial, cuando no hay médicos especializados, es también
un paseo de la muerte porque le van agrandando la enfermedad y cuando se
la quieren tratar, está muy desarrollada y entonces simplemente le
dicen: Esta muy enfermo, muy grave, no hay nada que hacer”, subraya.
Ante
esta “mamadera de gallo” como dice Gabo, el paciente ha tomado la
decisión de no operarse. “Opté por tomar unas medidas diferentes, pienso
que después de cinco veces, no me quiero operar, primero porque
psicológicamente me siento afectado y lo segundo, que uno queda
pensativo, si lo van a hacer 0 no lo van a hacer. He optado por utilizar
remedios caseros”, señala.
Con fina ironía, Héctor
Eduardo González Cubillos, se lamenta de no haber dado con la Eps que
atiende al presidente Santos. Dice: “Desafortunadamente, no la he
encontrado, habría que preguntarle al presidente Santos qué hacer porque
aquí todos pagamos, nos descuentan un valor, pero el Estado Colombiano
no se preocupa por eso, se preocupa porque los negociantes de la salud
llenen sus arcas”.
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