lunes, 25 de febrero de 2019

Unidad y solidaridad con el continente americano

Foto: Internet
Por Nelson Lombana Silva

El continente americano se encuentra en inminente peligro de una confrontación general por la avaricia imperialista de Estados Unidos, quien todavía persiste en considerar este continente como su patio trasero.


Ha venido utilizando todo su poder económico, político y mediático para pretender rendir por hambre y miedo al hermano pueblo bolivariano de Venezuela y su presidente constitución y legítimo, Nicolás Maduro Moros.

El mismo libreto que utilizó para abnegar de sangre, dolor, miseria y subdesarrollo a países como Nicaragua, Irak, Libia, Haití y tantos otros, lo viene desarrollando con leves cambios contra esta república bolivariana que ha venido resistiendo heroicamente con decisión y coraje.

Este es un pueblo noble y pacífico, pero con mucha dignidad, patriotismo, al momento de ver en peligro la Soberanía Nacional y la Libre Autodeterminación de los pueblos. La unidad cívico – militar resulta férrea y dispuesto a luchar contra esta criminal política imperialista de los Estados Unidos con su capo mayor, Donald Trump.

El penúltimo punto del proceso intervencionista consistía en la supuesta “Ayuda Humanitaria”. ¿Qué buscaba con esta iniciativa? Hacer creer que el pueblo se está muriendo de hambre y que la supuesta “dictadura” impediría el ingreso, como efectivamente sucedió.

Un simple lustrabotas de la plazoleta Darío Echandía de la ciudad musical de Colombia, Ibagué (Tolima), reflexionó así: “¿Qué hay de sinceridad en Estados Unidos, que le congela a Venezuela más de 35 mil millones de dólares y ordena demencial bloqueo económico y luego aparece con solo 20 millones de dólares en comida, con escándalo mediático para presentarse como el bueno de la película? Tiene que ser uno muy tonto y pendejo para no comprender el meollo del asunto”.

Esta afirmación no es de un politólogo egresado de la Harvard, es de una humilde persona que lucha por sobrevivir lustrando zapatos en esta parte de la ciudad de Ibagué. “No tengo estudio, pero sí sé pensar”, afirma.

¿Quién paga a los medios de incomunicación transmisión en directo y casi las 24 horas del día? ¿Desde cuándo los ricos se volvieron generosos con los pobres? Es decir, no hay que hacer grandes elucubraciones para entender la situación que vive América en territorio propio del Libertador Simón Bolívar y el grande Hugo Chávez Frías.

¿Qué calla estos infames medios de comunicación? Calla la verdad. Así de sencillo. ¿Cuál es su misión siniestra? Imponer la mentira. Hacer creer que el bueno es Estados Unidos y el malo es el presidente Nicolás Maduro Moros. Esa es la matriz a  imponer. ¿Con qué fin? Con el fin de que el pueblo desinformado y alienado odie a Maduro y vea a los gringos como los grandes benefactores. ¿Quién hace todos esos libretos perversos? La CIA.

Con este mismo libreto asesinaron a Salvador Allende en Chile, a Joao en Brasil, Arbenz en Guatemala, Omar Torrijos en Panamá y un largo etcétera. De una manera solapada y cínica ya no habla de invasión militar, sino de “ayuda humanitaria”.

De acuerdo al clásico libreto de invasión, ante el fracaso de los anteriores, le quedaría pendiente la invasión directa, la invasión militar. No tiene otra alternativa al parecer. La reunión de este lunes 25 de febrero en Bogotá con el cartel de Lima, el payaso Juan Guaidó y el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, seguramente será para ultimar detalles sobre el particular. 

Ante esta cruda realidad, los pueblos de América se deben alzar con fuerza y decisión para cerrar filas de unidad y solidaridad con la hermana república bolivariana de Venezuela. Desde los rincones más inhóspitos deben salir pronunciamientos, movilizaciones, hechos concretos, todos encaminados a parar la guerra y desenmascarar los guerreristas que como aves carroñeras se alimentan de la sangre y del dolor del pueblo. ¿Será que Donald Trump, Almagro, Iván Duque o Álvaro Uribe Vélez, enviarán a sus hijos a pelear en primera línea de fuego?

En una eventual confrontación ni los soldados gringos serán afectados, pues una vez más Estados Unidos acudirá a los soldados latinoamericanos. Esa ha sido la constante. Así ha llegado el grado de sumisión del presidente colombiano, Iván Duque Márquez-Álvaro Uribe Vélez. Violando la constitución nacional, la soberanía nacional, la dignidad de la patria, no solo ha permitido la instalación de siete bases norteamericanas en este país, sino que ha permitido violar la soberanía nacional permitiendo la presencia del ejército gringo, sino que, adicionalmente, está dispuesto a ceder los soldados colombianos como carne de cañón en una invasión miserable y ruin, cuidándose muy bien de no enviar a sus hijos y familiares, naturalmente.

Hay que detener la guerra, esta no es un juego de niños. Hay que respetar la soberanía nacional y la libre autodeterminación de los pueblos. Para la guerra nada, para la paz todo. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario