Hidroituango es Colombia

Comunidad de Ituango. Comparación Armero Foto: AFP.

Por Nelson Lombana Silva

El drama que está viviendo la comunidad de Ituango, municipio antioqueño, con el proyecto de hidroeléctrica, define claramente la catadura burgués de este régimen y gobierno oligárquico, que no les interesa en lo más mínimo la comunidad y el ambiente, su interés gira exclusivamente en el poder dinero al precio que sea.

El cuadro es desgarrador y conmovedor. No es una tragedia fortuita o accidental, es una tragedia premedita por el gran capital que encarnan las multinacionales y transnacionales que se mueven como pez en el agua en Colombia porque el estado les brinda todas las gabelas habidas y por haber. 

Un proyecto criminal y anti ambientalista que tiene varias fases fríamente calculadas. Una primera, consistió en desheredar a los habitantes de la extensa región, sacarlos violentamente utilizando el binomio militar-paramilitar con sevicia. Es decir, el terrorismo de Estado.

El paramilitar alias Cobra, con entera libertad, hizo presencia en la región intimidando y fijando tiempos perentorios, por orden expresa del “patrón” y el “patrón era Álvaro Uribe Vélez. “Venimos de parte del patrón, porque aquí se va a hacer un proyecto, y toca matarlos a todos pa* dejar la zona desocupada”[i], afirmó alias Cobra, según William de Jesús Gutiérrez, activista de “Ríos Vivos”.

Dicho y hecho. Según relata el semanario VOZ La verdad del pueblo, en 25 años hubo 73 masacres en esta región. Una matanza se desarrolló con el silencio cómplice de los medios masivos de comunicación y las autoridades legalmente constituidas.

Comisión de Derechos Humanos lanzó un S.O.S. a la Comisión Interamericana para que no se llevara a cabo la represa hasta tanto fuera posible rescatar los campesinos desaparecidos que estaban en fosas comunes, y que habían sido víctimas del paramilitarismo. La respuesta de la empresa pública municipal fue negativa: “Anuncio que dicho proceso no se podía continuar debido a que la represa, por causas de la naturaleza ya se había llenado”, señala el semanario.

Una vez elegido presidente de la república, el narcotraficante número 82, Álvaro Uribe Vélez impulsa con nuevos bríos la construcción de hidroituango en más de 30 kilómetros. El megaproyecto se convirtió en trampa mortal para los residentes en la zona, el ambiente, sobre todo el río Cauca.

La comunidad al unísono demanda que se cancele este brutal e inhumano proyecto y los responsables sean ejemplarmente castigados. Se trate de remediar la tragedia y los damnificados sean indemnizados debidamente. ¿Habrá justicia? Muy difícil, pues el mentor de la obra cogobierna con el “experto” en cabecear y hacer la 21.

Este no es un caso aislado y que les compete exclusivamente a los habitantes de esta extensa y ubérrima región. Es un caso que le compete a toda Colombia. Ninguna región puede considerarse excluida de una tragedia parecida o similar, sobre todo si se tiene en cuenta que las multinacionales y transnacionales se mueven como Pedro por su casa por todo el país y el gobierno nacional proyecto captar por este concepto algo más de $92 billones de pesos, según proyecto de presupuesto que está en manos del congreso para su aprobación.

Todo está concatenado: Se destapa el caso del Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, el caso de corrupción de Odebrecht, el caso de hidroituango, etc y el gobierno nacional para tapar todo ese escándalo y ser aceptado por Estados Unidos, se coloca de rodillas para invadir militarmente a la hermana república bolivariana de Venezuela. Una cortina de humo de funestas consecuencias para la paz de la región y la convivencia mundial.

El pueblo debe hacer un esfuerzo por romper la sarta de mentiras mediáticas que se cuecen las 24 horas del día, asumiendo una postura crítica y analítica, profundizando la solidaridad con la hermana república bolivariana y la unidad del pueblo. Colombia no puede seguir siendo el Caín de América por culpa de una oligarquía cobarde y criminal.       

[i] Semanario VOZ La verdad del pueblo. Edición número 2968. Página consultada 3.