Camarada Luis Carlos Moreno, con la bandera en alto de la Unión Patriótica. Foto archivo Nelosi. |
Por Nelson Lombana Silva
El camarada Luis Carlos Moreno, falleció el 5 de abril de 2024, en el ancianato Mariano La Milagrosa, en el municipio de Líbano (Tolima), cuando superaba los 99 años de edad, según señala Jorge Iván Sierra Restrepo, militante comunista en esta población ubicada al norte del departamento de Tolima.
Militante comunista de vieja data murió con las botas puestas. El militante del Partido Comunista y de la Unión Patriótica, John Jairo García, entró a militar gracias al ejemplo tesonero del camarada Luis Carlos Moreno, relata el camarada Jorge Iván Sierra Restrepo. Lo impresionó verlo marchar solo por el parque principal de este municipio con la bandera de la Up en alto.
Periodista Nelson Lombana Silva entrevista al compañero Miguel Mora, en el municipio de Líbano, Tolima, Foto ELAC |
John Jairo estuvo pendiente de la manutención del camarada durante la estadía en el ancianato, con alguna periodicidad le hacía llegar el mercado para su alimentación. Por su parte, Jorge Iván también lo visitaba con alguna frecuencia para tenerlo al tanto de los acontecimientos políticos del momento.
Aguerrido y disciplinado comunista
El camarada Luis Carlos Moreno fue aguerrido y disciplinado comunista, perseguido, encarcelado y amenazado de muerte básicamente por el binomio militar-paramilitar en las últimas décadas de su existencia. Durante la cruda violencia, después del cruel magnicidio de Gaitán, fue perseguido por los pájaros y la chulavita, los ejércitos paralelos de la burguesía liberal y conservadora.
La principal estrategia del camarada Moreno para defenderse y defender a los demás camaradas y simpatizantes del Partido, fue la disciplina revolucionaria y consecuente. No dejaba una tarea por desarrollar, se esforzaba al máximo por cumplirla y de la mejor manera.
Se entrevistó con bandoleros y guerrilleros buscando unidad para materializar la paz en la región y en el país, arriesgando su integridad física, cumpliendo las tareas delegadas por el Partido. No sabía ni leer, ni escribir. Sin embargo, pasa a la historia como uno de los grandes difusores de la prensa y la literatura revolucionaria. Al respecto, comenta el camarada Jorge Iván: “Cada que llegaba el periódico pedía que se le leyera, ponía mucha atención y con ese conocimiento salía a conversar con sus camaradas y a debatir con los opositores”.
De regia personalidad, gozaba de prestigio y autoridad política en el norte del Tolima por su proceder consecuente y constante. El camarada Miguel Mora, visiblemente consternado por la muerte del camarada Luis Carlos, señala: “Ese tipo fue un cliente que toda su vida fue amigo y defensor de la gente de izquierda. Estuvo en todas las campañas políticas de la izquierda colombiana. Tenía 99 años de edad. Construimos una amistad que duró cincuenta años, era natural de Líbano, Tolima. Durante su juventud fue agricultor, más tarde vendedor ambulante de obleas, casado y padre de varios hijos”.
Al describir su personalidad, indica: “Era un tipo sencillo, no sabía ni leer, ni escribir, pero, se desenvolvía muy bien, con él había que quitársele el sombrero para hablar con él, sobre todo, de política. Tenía mucho conocimiento. De espíritu combativo. Difundía la prensa revolucionaria, sobre todo, el semanario Voz Proletaria y después VOZ La verdad del pueblo. Lo hacía leer de otras personas y escuchaba atentamente para luego difundirlo entre las masas”.
Con la voz entrecortada por la melancolía, el compañero Miguel Mora, pequeño comerciante libanense, señala que mantuvo muy pendiente del camarada, “fue el que más visité en su lecho de enfermo, siempre estuve al tanto. La última vez que lo vi en vida, hace aproximadamente, cuarenta y cinco días, me vio y me reconoció, me abrazó y casi no me suelta, duró como casi media hora prendido como una garrapata, preguntándome por mi hija, hija que también ha estado vinculada en la lucha política. Me recomendó muchas cosas y preguntó por algunas camaradas. Muy mermado de salud poco hablamos. Era una persona que había incursionado al campo político con mucho conocimiento y conciencia de clase. El compañero Luis Carlos Moreno, era teoría y práctica”.
Se fue un camarada integral, hormonal, un ejemplo de lealtad y constancia que debe ser ejemplo para las presentes y futuras generaciones. ¡Paz en su última morada!
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