Por Agamenón
La decisión de nueve senadores de la república de archivar el proyecto de reforma de la salud, constituye una verdadera puñalada trapera a la salud del pueblo colombiano, significa condenar a la masa a que siga muriendo por enfermedades curables en las puertas de los hospitales y de las clínicas, mientras los pulpos de siempre obtienen jugosas ganancias económicas.Norma Hurtado, del Partido de la U.
Miguel Ángel Pinto, del Partido Liberal.
Lorena Ríos, de Colombia Justa y Libres.
José Alfredo Marín, del Partido Conservador.
Nadia Blel, del Partido Conservador.
Honorio Henríquez, del Centro Democrático.
Alirio Barrera, del Centro Democrático.
Ana Paola Agudelo, del Partido Mira.
Berenice Bedoya, de la Alianza Social Independiente.
Esta corrompida oligarquía no tiene sentimientos humanos, le asiste el interés económico. Sin exponer un solo argumento lógico, estos nueve hijos de mala madre, cumpliendo el financiamiento de estas EPS, seguramente, deciden sin vergüenza, sin dolor de patria y con oceánicas falacias, enterrar una esperanza de vida de millones de colombianos y colombianas.
Esta decisión del partido de la muerte, el Centro Democrático, llena de luto y de zozobra al pueblo humilde y analfabeta, que no alcanza a dimensionar el daño que causa el archivamiento de esta Reforma. Realmente, lo que acaba de suceder es un crimen de lesa humanidad, porque condena a millones y millones de ciudadanos y ciudadanas a morir en las puertas de las clínicas y de los hospitales en completo estado de indefensión.
Esta arremetida violenta de la oligarquía liberal-conservadora contra el pueblo, se debe denunciar nacional e internacionalmente con fuertes y consolidadas movilizaciones. Rechazar contundentemente el moribundo modelo neoliberal capitalista y profundizar la movilización y la unidad del pueblo colombiano. Con la iniciativa de la reforma, hay que ir casa por casa, barrio por barrio, vereda por vereda, explicándole al sufrido y analfabeta pueblo la gravedad que implica esta cruel decisión de archivar el gran proyecto presentado por el Gobierno del Cambio.
Se pone en evidencia una vez más que esta es una burguesía cicatera, que se rinde ante el oro, el dinero, sin importar cabalgar sobre millones de muertos y necesitados de salud. ¿Cómo pueden estos senadores autoproclamarse cristianos? No tienen ni ética ni moral, son rufianes dispuestos a venderle el alma al diablo por la simple ansia de dinero. ¡Qué horror!
El pueblo no se rinde. La lucha de clases continúa. El Pacto Histórico y las demás fuerzas progresistas, están en el deber moral y político de duplicar el trabajo ideológico y político, en fomentar la movilización y en incrementar el alfabetismo ideológico y político. Es mejor morir peleando que arrodillado y maniatado.
Los medios alternativos se deben disparar, especialmente la página web: www.pacocol.org, el semanario VOZ La verdad del pueblo y demás medios alternativos de comunicación. Al carajo los medios corporativos de la descompuesta oligarquía. Con la salud se ha perdido una batalla, pero no la guerra, la moral revolucionaria sigue intacta, dispuesta a los sacrificios que toque hacer. El futuro es Socialista, paso de vencedores.
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