Poco antes de las elecciones en Estados Unidos . Foto: El Colombiano |
Por Agamenón
El calvario que ha plantado la burguesía liberal-conservadora durante más de doscientos años en Colombia, sacrifica sin piedad alguna el sueño de paz y justicia social del pueblo, condenándolo sin piedad alguna.
Utilizando el nombre de Dios y de un sector importante de la alta clerecía, se empecina en destruir toda posibilidad de cambio que viene impulsando el gobierno del Pacto Histórico en cabeza de Gustavo Petro y Francia Márquez. Que nada cambie, que todo siga igual, es el interés de esta mezquina oligarquía que venera y sobredimensiona el poder mediático corporativo de las multinacionales y transnacionales.
Una característica predominante en el primer gobierno democrático y popular, es, precisamente, la incomunicación mediática. Nada de las obras que viene desarrollando aparecen en estos medios de la gran burguesía, solo mentiras, verdades a medias y terrorismo mediático. En esas condiciones, el pueblo humilde y desinformado, repite maquinalmente el discurso mediático, lo hace dogma y lo reproduce sin quitarle una coma.
Mientras en el parlamento, se unen la derecha, la extrema derecha y los blandengues, para cercenar las reformas que tanto necesita el país en salud, educación, laboral, etc, en los medios de comunicación se pavonean diciendo que son los voceros auténticos de los intereses del pueblo desamparado. Mientras estas “vacas sagradas”, como diría Álvaro Salom Becerra, se unen para impedir que el campesino tenga tierra, vivienda digna, salud, educación, pensión, deporte y recreación, los medios de comunicación alienan, desinforman, dando la impresión que su actuación beneficia a la inmensa mayoría y que el malo del paseo es el Gobierno del Cambio.
La burguesía aprovecha muy bien el analfabetismo político del pueblo, su desconocimiento; además, explota muy bien el fanatismo y el sectarismo predominante en el pueblo, sacando la mejor partida. Daría la impresión que el pueblo amara las cadenas de la esclavitud, pero no es así. El pueblo actúa así porque es víctima de los distintos aparatos ideológicos y represivos y, porque desconoce la dinámica criminal del sistema capitalista.
En esas condiciones concretas, la izquierda, los sectores democráticos y alternativos, están en mora de juntarse y con un programa mínimo y unas reglas claras, amplias y democráticas, fortalecer un Frente Amplio, Democrático y Alternativo, capaz de robustecer, consolidar y mantener el proceso histórico que ha comenzado con el gobierno Petro.
Hay que hacer todos los esfuerzos posibles, superar los egos viscerales y oportunistas y avanzar con decisión y coraje. Necesitamos en esta tarea los medios alternativos de comunicación, fortalecer en el caso de los comunistas, la página web: www.pacocol.org y el semanario VOZ La verdad del pueblo. No podemos convertirnos en simples espectadores, cruzarnos de brazos y esperar que cruce el cadáver del capitalismo. Hay que actuar consecuentemente, antes que sea demasiado tarde. El fascismo acecha.
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