Por Nelson Lombana Silva
Hoy se conmemora el día internacional de la mujer trabajadora, según lo ha determinado la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un reconocimiento a la mujer trabajadora que, con su propio liderazgo, ha ido conquistando espacios de participación y dirección con mucho sacrificio, pero, a su vez, con mucha decisión y coraje.
Ciento veintitrés mujeres y veintitrés hombres murieron en New York en un incendio que arrasó tres pisos del edificio Asch. Foto: Grosbygroup |
El origen del día internacional de la mujer es sangriento y doloroso. Solo un incidente: el 25 de marzo de 1911, los patronos se negaron a negociar el pliego petitorio, prefiriendo incendiar la fábrica de camisas en Nueva York, dejando como saldo trágico la muerte de 123 mujeres y 23 hombres, calcinadas y calcinados por las llamas. De esta manera, el capitalismo pretendió silenciar el sentido pliego petitorio de las trabajadoras quemándolas vivas, ultrajándolas y minimizándolas. Quemó a centenares, pero no el sueño de libertad y justicia social. Las conquistas de hoy, entonces, no son dádivas del sistema capitalista, son conquistas adquiridas al calor de la lucha y de la heroica resistencia.
Semejante vergüenza que dio origen a esta efeméride, este sistema económico en su ocaso, pretende minimizar las atrocidades que hizo y hace contra la mujer, dando la impresión que es un reconocimiento a su loable labor. Trata de ocultar su crueldad mostrando un rostro “afable”, a través de la sociedad de consumo.
Las calles y vitrinas hoy están atiborradas de chucherías, flores de diversos colores, especialmente de color rojo, sacrificando el medio ambiente; tabernas y restaurantes, halagos y promesas, buscando con ello hacer creer que el capitalismo ofrece un sincero reconocimiento al papel determinante de la mujer trabajadora en todas las áreas del conocimiento.
Los medios de incomunicación corporativos cumplen la infeliz tarea de tergiversar la realidad, de tal manera, que un altísimo porcentaje de féminas, desconocen el origen real del día internacional de la mujer trabajadora. No saben que este sistema las ha convertido en mercancía que se compra y se vende como cualquier producto.
Es tal la criminalidad y salvajismo de este sistema, que sin ruborizarse ha metido a la mujer “perfecta” o “ideal”, en unas medidas: 60, 90, 60. Quien no esté en esas medidas, es una pobre desgraciada, que no merece figurar en sus grandes medios y llegar a las pasarelas.
Contra toda esa ruin subcultura del sistema económico, la resistencia de la mujer en este siglo es inmensa y admirable. A pesar de que la sigue estigmatizando y considerándola objeto de uso, asesinándola con distintas disculpas y justificaciones, el proceso femenino se abre camino con conquistas muy importantes.
Hoy, saludamos a todas las mujeres del mundo, no con lambonería, sino con respeto y admiración, reconociendo en cada una de ellas, su descollante papel en el desarrollo histórico de la humanidad. Rendimos culto de admiración a todas las mujeres del mundo que han caído luchando por sus derechos, a las que han recogido sus banderas y este hermoso legado y han continuado con decisión y coraje.
Saludamos a la mujer comunista, a la mujer periodista, a la mujer emprendedora, a la mujer bibliotecaria, a la mujer campesina, a la mujer indígena. Gracias por existir. Larga vida…
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