sábado, 3 de octubre de 2015

Salomón Arias ejemplo de lucha y resistencia popular

Candidato al concejo municipal de Algeciras (Huila) por la Unión Patriótica. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

El compañero candidato al concejo municipal de Algeciras (Huila) por la Unión Patriótica en coalición y la chapa del Polo Democrático Alternativo, es un ejemplo de lucha y resistencia popular. Siempre ha militado en la izquierda y sueña con un cambio en Colombia a favor del pueblo, tradicionalmente engañado y explotado.



Nació el primero de febrero de 1939 en el municipio de la Mesa (Cundinamarca);  después de recorrer varios departamentos y poblaciones, ha echado raíces en el municipio de Algeciras, donde vive con su inseparable esposa tejiendo ilusiones como cuando era feliz e indocumentado, según Gabriel García Márquez.


La página web: www.pacocol.org dialogó sobre su devenir histórico, sus luchas, sus dificultades y sus perspectivas como candidato al concejo municipal de Algeciras. El diálogo es el siguiente:


-         Camarada Salomón Arias: Una síntesis de su vida, ¿Cuál sería?


Bueno, mis padres se trasladan a Anaime, corregimiento del municipio de Cajamarca (Tolima), pero allí dura muy poco. Nos vinimos Rovira. En Rovira duramos hasta el año de 1949, cuando la violencia partidista se recrudece y mi papá tiene que salirse y se radica en Ibagué.


En Ibagué vivo hasta 1953. Me traslado a Girardot (Cundinamarca), me ubico en una vereda La Esperanza de este municipio, tuvimos cogiendo café. Yo salí con la idea de ser de la izquierda. Escuchaba los planteamientos de Gaitán siendo muy niño, pero ya la política me jalaba, pero no en la política tradicional, porque soñaba con cambios que consideraba se tenían que presentar en Colombia.


Me traslado a Bogotá. De allí, salgo para los Llanos Orientales, después inicio un periplo por los departamentos de Valle, Quindío. Por último llego al municipio de Espinal (Tolima), donde mi mamá estaba radicada. De allí, me traslado a Algeciras (Huila), eso fue en 1972.


En este municipio llego a ser presidente de la junta de acción comunal del barrio Juan XXIII, actividad que desarrollé con mucha altura, logré la construcción de un acueducto, un alcantarillado cuando las aguas negras corrían por las calles. Me llevé un obispo de Neiva para que me ayudara a gestionar estas obras que tanto necesitaba la comunidad.


Cuando surgió el Frente Unido del padre Camilo Torres Restrepo, yo hice la primera incursión política aspirando al concejo municipal y el barrio me eligió concejal en reconocimiento a la labor comunitaria desarrollada.


Así, comencé a luchar desde la orilla de la izquierda. Ingreso al Partido Comunista en 1977 o 1978, desde donde comencé a desarrollar talleres. Fui enviado a hacer la escuela nacional del Partido en Bogotá, evento que se desarrolló en la universidad Autónoma y tuvo una duración de ocho meses, siendo dictado en su gran mayoría el camarada Gilberto Vieira y el compañero Molina, regresando al municipio de Algeciras con más capacidad política.


Sigo en el concejo municipal, desarrollando la política en bien de la gente que estaba hacinada en el pueblo, fue así como en 1984 fundé el barrio El Triunfo. Yo era el comodín del concejo. De once concejales, yo definía la mayoría. Había dos sectores liberales que se disputaban el poder. Yo aprovecha esa coyuntura para sacar obras para la comunidad. Así construimos este barrio para 80 familias. Eso fue un jueves Santo.


Viendo que la gente seguía hacinada en el pueblo, seguimos luchando y fundamos el barrio Simón Bolívar, con la ayuda de un compañero de nombre Delgadillo. Hoy tiene más de 150 familias. Sigo en el concejo municipal.


Caigo detenido en 1985, a raíz de un asalto que hizo el M – 19 a la población, a raíz que era conocido como militante de la izquierda. Soy víctima de un allanamiento, tenía una vieja escopeta que un amigo me había vendido y eso fue la desgracia para mí, teniendo que pagar un año de presidio por un juez militar. Me trasladan a Neiva. Reunidos allí con los camaradas, me trasladan al municipio de Honda (Tolima), siendo prisionero en precarias condiciones. Allí, no había asientos para que la gente se sentara.


Me dediqué a trabajar y logré que la dirección de la penitenciaría me diera permiso para hacer unas planchas de cemento, con fin de que las visitas se sentaran allí. Era líder de trabajo en la cárcel. Hice una feria carcelaria. Sacamos muchos productos y todos se vendieron. Permitieron el ingreso de los gerentes de las emisoras Ondas de Gualí y Radio Honda y a través de ellas conseguimos un stand de Bavaria. Yo le decía al director que a los reclusos había que emplearlos en algo para que no tuvieran solamente teniendo sexo con los demás varones y pensando en tonterías, sino trabajando.


Salí. Me trasladé a Ibagué y de Ibagué a Algeciras. Ingreso a la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (Anuc). Con nuestra lucha logramos levantar tres parcelaciones: Satía, Lagunilla y El Puente. De esas parcelaciones se logró que bajo mi orientación, se hicieran muchas obras, como fueron las vías carreteables para desembotellar la región, porque eso era grande, tenía 600 hectáreas   la hacienda que se había parcelado. También un programa de lagos.


Volví a ser concejal. La iba bien con los alcaldes porque apoyaba las cosas positivas para el pueblo y rechazaba las negativas. Por intermedio del Plan Nacional de Rehabilitación (Pnr) durante el gobierno de Ernesto Samper Pizano, me vinculan a ese plan, logrando sacar una cantidad de cosas buenas, como aulas múltiples para las escuelas, auxilios para las parcelaciones y ayudo a fundar dos escuelas más y otras dos parcelaciones que se llaman: Santuario y El Horizonte.


Al terminarse el período de concejal, sigo en la lucha. Tuve pereza de seguir en el concejo municipal, pero la lucha no decaía para nada. Nací con esa devoción, ese fervor, con esa verraquera, como dice el cuento. Sigo trabajando hasta encontrar beneficios como: Escuelas, hospitales, educación. Soy ex presidente de la asociación de padres de familia, que regenta 18 instituciones educativas en el municipio.


Considero que la izquierda no debe desfallecer, la izquierda debe continuar, porque en las condiciones políticas del país, dan para que alguna vez sea opción de poder. Si tuvimos una recaída con la masacre contra la Unión Patriótica, nos podemos levantarnos de nuevo, porque hay ánimo revolucionario y capacidad de lucha. Podemos seguir adelante con las banderas de la Up, como efectivamente, viene sucediendo.


-         Precisamente, ¿Cómo fue su participación en la Unión Patriótica en Algeciras y en el departamento de Huila?


Yo fui uno de los fundadores de la Unión Patriótica en el municipio de Algeciras. Allí, hace un trabajo importante. En una oportunidad de once, logramos sacar cinco concejales, mediante un trabajo político serio. La gente estaba ilusionada de que la Up era una esperanza que podía servirle al pueblo.


Pero, yo me retiro de eso. Me quedo quieto, una vez salgo del concejo municipal. Claro, no quieto totalmente, porque me pongo a luchar por el alumbrado público, mejoramiento de vivienda, carreteables, salud, casa comunal. No desfallezco. Tengo 77 años y continúo con el fervor vivo de que hay que seguir luchando, compañero, porque el momento es propicio para poder llegar a tener un buen escenario en el futuro.


-         ¿Cómo analiza usted el proceso de paz que se adelanta en la Habana entre las Farc – Ep y el gobierno Santos?


Este proceso es importantísimo hacerlo porque vemos que el país se está desangrando por todas partes. Es una necesidad el cese del fuego bilateral que se da en los últimos días, vemos cómo ha bajado la intensidad de las muertes  de una parte y de la otra, se economizado el dolor a muchos ciudadanos colombianos, sean familiares del ejército o de la guerrilla.


Me parece importante que se siga desarrollando este proceso de paz, a pesar de las duras presiones de la ultraderecha para que no se dé y se siga alimentando la guerra, caso del Centro Democrático de Uribe.


Hay una cosa muy importante que es el post conflicto. Una experiencia muy importante fue con las autodefensas unidas de Colombia (Auc), que a esa gente no le cumplió el Estado, que debía haberle cumplido, con un salario mínimo o una estabilidad económica, así fuera agraria o urbana.


Por eso, hay una cierta sospecha sobre la desmovilización de las Farc, porque el país anda por un momento económico muy crucial, hasta el momento que tiene un déficit la economía colombiana de 15 billones de pesos, que el gobierno no ha podido recoger esa plata para el poder rendar el Pib 2014.


Es importante que entre todos nosotros, los que estamos libres y tenemos empresas, que de pronto tenemos fincas, hacer algo, porque los compañeros que se desmovilizan tengan ocupación, que se les cumpla si no lo hace el gobierno, a lo menos nosotros hacer algo para que esa gente no vuelva a la repetición de la violencia, porque acordémonos que allí hay gente que lleva 20 y 30 años en las armas y es muy difícil que se acomoden a otra vida diferente a la que han llevado hasta ahora.


Es importante entender que es una lucha de todos nosotros acerca del post conflicto tenga un éxito total, para que no se vuelva a repetir en Colombia lo que ha pasado durante 50 años.


La cuestión de la oligarquía en relación con la tierra está muy contradicha, porque mientras en la Habana se habla de una reforma agraria integral, con garantías, la oligarquía colombiana forma la Sidres, que es la organización a través de la cual aglutinar las tierras en manos de unos pocos, desconociendo las zonas de reservas campesinas que son importantes para el país, donde se respeta la soberanía, el medio ambiente, porque si seguimos en esta racha de entregar las tierras a las multinacionales y a los extranjeros la utilización de los recursos nuestros como el oro, el platino, el petróleo, aunque está desvalorizado, siempre representa un valor para nosotros poder vivir mejor.


En el post conflicto vamos a tener que meter la mano todos, compañeros de izquierda y no de izquierda, crear conciencia en la gente para que se dé el post conflicto de una manera exitosa y para eso hay que trabajar todos unidos.


-         Finalmente, ¿Cómo se viene desarrollando la campaña de la Unión Patriótica en Algeciras y en el departamento de Huila?


Las dificultades no son pocas, debido a la estigmatización que de nosotros hacen el gobierno y las fuerzas militares. Eso genera cierto miedo entre las comunidades. Sin embargo, el regreso de la Up ha generado expectativa y esperanza por cuanto el programa de antes, ahora es el mismo. Es decir, la Up sigue siendo consecuente con sus principios.


A pesar de mi edad que son 77 años que tengo, fui seleccionado uno de los candidatos de la Unión Patriótica en este municipio, con el fin de levantar la bandera de la Up y ser ejemplo en el departamento de Huila. Hay entusiasmo. Ganas. Estamos llamando a trabajar con ahínco revolucionario.


-         Hablemos de candidaturas…


En Algeciras hicimos una coalición con el Polo Democrático, logrando aglutinar una asociación campesina llamada TRACAL, que alberga a la mayoría de campesinos de Algeciras, donde están la Marcha Patriótica, la Unión Patriótica, el Polo Democrático. Entre todos sacamos once candidatos al concejo municipal. No hay candidato para la alcaldía. Mi ambición es salir concejal y trabajar para en las próximas elecciones tener candidato propio a la alcaldía.




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