jueves, 25 de abril de 2024

Entrevista con la escritora, Diana Sofía Zapata, “Sozapata”

 

El bibliotecario y periodista Nelson Lombana Silva entrevista a la escritora ecuatoriana Diana Sofía Zapata . Foto JCP

Por Nelson Lombana Silva

La joven escritora ecuatoriana, Diana Sofía Zapata, conocida artísticamente como “Sozapata”, visitó el Cañón del Combeima el 23 de abril, compartiendo con los niños y las niñas de la escuela Nicolás Esguerra en la vereda Pastales, estimulando el interés por la lectura en estos niños y niñas que la recibieron con entusiasmo y regocijo, compartiendo varias actividades y la lectura de uno de sus textos.

Los docentes de esta institución también participaron activamente del vistoso y colorido encuentro cultural y artístico que contó también con la presencia del secretario municipal de cultura, maestro Mauricio Hernández Cala, la biblioteca pública Cañón del Combeima y el grupo musical Güipas de Ibagué que deleitó a los presentes con su presentación musical.

Conversamos con la escritora del hermano país con el fin de conocer de primera mano, varios aspectos de su vida como escritora, ilustradora y actriz. La entrevista es la siguiente: 

Diana Sofía Zapata, escritora ecuatoriana y el secretario de cultura de Ibagué, Mauricio Hernández Cala por la biblioteca Nicolás Esguerra en Llanitos, Cañón del Combeima. Foto Nelosi

-         Bienvenida al imponente Cañón del Combeima

Hola queridos, muchas gracias. Yo feliz de estar aquí compartiendo.

-         ¿Cómo se hizo usted escritora?

En realidad, yo llegué primero a la ilustración que es donde me siento como pez en el agua. Después llegué al formato libro álbum, donde la imagen tiene una importancia muy fuerte. Pero, también empecé a jugar con las letras y con los conceptos, ya que en el libro álbum se puede como hilar varias líneas narrativas en un mismo espacio. Para mí, ha sido como otro juego y otra experimentación empezar a pintar con las palabras. Lo que hago es como escribir, pero, teniendo en cuenta la imagen que acompaña, es como una especie de danza, tanto de la imagen como del texto.

-         Hay tantos conceptos y teorías acerca de la literatura. ¿En cual de ellos usted se ubicaría?

Estoy alejada un poco de este adoctrinamiento y de los textos sobre los libros que pretenden dar una moraleja, que se acercan a la infancia desde un lugar jerárquico como yo sé, entonces yo te pongo, yo te enseño. Sería como más honesto y más bonito acercarnos a la infancia desde un lugar de escucha también. Entonces, toda mi propuesta literaria va desde la lectura activa, es decir, que yo planteo un ecosistema de preguntas y de reflexiones, sin dar necesariamente respuestas y permitir que el niño, que la niña, que el lector, pueda encontrar esa respuesta y pueda encontrarse en sus propias respuestas. Finalmente, es lo que me interesa, que cada uno desarrolle su propio ser sin imitaciones y sin imposiciones.

-         ¿Cuál ha sido la receptividad del público a su propuesta original que ha planteado?

Afortunadamente, me va bien. He tenido sorpresas muy gratas de niños que se enamoran de los libros desde los cuatro años. Uno creería que de repente no es una edad de lector, propiamente dicho, pero, sí tengo el libro “Sin Palabras”, por ejemplo, que niños cuentan y recuentan sus historias de ese libro y se apropian, lo muerden y lo aman, se encuentran y encuentran a sus familiares, es muy loco. Creo que es parte de respetarnos cuando tú impones una única visión de mundo, eso finalmente es violencia y creo que genera en el lector o la lectora agradece que no se le imponga una forma ni de pensar ni de sentir y esos espacios de libertad y de creatividad.

-         ¿Qué significación tiene estar hoy 23 de abril, día del idioma, compartiendo en el Cañón del Combeima, en Ibagué (Tolima)?

Estoy súper feliz, súper honrada de poder haber venido a este lugar tan maravilloso. Estoy enamorada de las montañas, del paisaje, del sol, de la gente que ha sido muy bella conmigo. Es como la extensión de jugar, de encontrarme, de hacer encuentros con otros seres humanos que viven otras realidades y nutrirnos. Soy de abrazar la diversidad. Estoy súper feliz, encantada de estar acá.

-         ¿Cuál es su producción literaria?

Yo me especializo en el libro álbum. Formato que como te decía hay mucha imagen y la imagen por fuerza tiene que bailar con el texto y que además, pues ser como tan artístico y tan conceptual, da permiso para hablar de varios temas en una misma narración. Es el lugar donde me siento más cómoda. También soy actriz, entonces, siento que de alguna forma se nutren estas dos profesiones para apuntar a un propósito mayor, que vendría a ser esto del respeto y de ejercitar la tolerancia en todos nosotros, no solo en la infancia, sino también en los adultos también, porque siento que el libro es un formato que también se consume desde la adultez.

-         En contados minutos va a estar ante un público infantil de la escuela Nicolás Esguerra. ¿Qué espera de él?

Yo la infancia la amo con locura, siento que están más súper alienados que los adultos, más súper conectados con el entorno, con la honestidad. Así, que, más bien voy como súper expectante, con ganas de compartir con ellos, les voy a leer un libro de acuerdo a lo coordinado. Feliz de estar con la infancia, aprendo un montón, por eso también vengo dispuesta a dejarme salpicar de esas sonrisas.

Grupo musical Los Guipas de Ibagué, la escuela Nicolás Esguerra en Pastales, Cañón del Combeima

-         ¿Cuál es su estilo de escribir?

Pues, depende. No me siento tan escritora, el texto que desarrollo tiene que ver con mi necesidad comunicacional también desde la imagen. Entonces, no podría definir un estilo. Sin embargo, creo que siempre rozo la poesía, sin ser una poesía como cerrada que uno mira y dice: Es Poesía. Pero, si se nota cierto eje poético. Entro como en la categoría de texto poético, sin ser poesía.

-         ¿Cómo analiza usted el movimiento literario, poético en nuestro continente actualmente?

No sé si soy la persona indicada para hacer ese análisis, porque como te digo, no me siento metida en el mundo de la escritura, creo que me muevo más en la isla si acaso de literatura infantil y juvenil. Pero, sobre todo, en el libro álbum. Sin embargo, creo que hay propuestas superinteresantes sobre todo las independientes. Creo que, en general, ha habido como un desvío medio raro que no logro entender que a veces la producción literaria depende de términos mercantistas, los mercantiles de editoriales macros, pero también he visto que propuestas independientes, pues hay otra cosa que mueve, hay algo como más consciente y temas profundos que mueven y he visto producciones muy bellas, muy “irreverentes”, pero que hacen mucha falta en el supermercado y yo les tengo fe en esas propuestas que realmente nos moviliza como lectores, desde varios lugares, no solo desde el intelectual, sino también en lo emocional, nos abrazan como seres humanos integrales y se alejan de vender mucho o tener mucha publicidad, sino que se forjan en algo más contundente, digámoslo así.  

-         ¿Cómo impulsar la literatura en nuestro continente?

El acto de leer, es también un acto social y, deberíamos verlo un poco así. Cuando yo leía con mis sobrinos, empezaba con un libro, pero terminaba con un juego, porque no solo leíamos las palabras, sino también leíamos las imágenes, y luego, a través de cada imagen les proponía como inventar historias, entonces, terminaba haciendo un juguete. Creo que es la mejor forma de entrar a la infancia, que no es sentarme en un lugar solo a leer esta propuesta, sino cómo hacemos de la lectura con nuestro hijo, nuestro sobrino, nuestro padre, nuestro nieto, con lo que fuere, un acto de encuentro de humanidades. O sea, no es solo, yo leyéndole a mi hijo, tal libro, sino yo encontrándome con mi hijo a través de este libro. Entonces la lectura no es solo con el libro, sino cómo me acercaba a mi mamá, cómo compartía con mi hijo. Comienza a nutrirse de otras cosas. Creo que a partir de eso, podemos empezar a hacer y nutrir un público más lector, a partir de compartir nuestras humanidades en ese acto.

-         Se dice que el libro está condenado a desaparecer y ser reemplazado por la virtualidad. ¿Cuál es su opinión?

Creo que no. Lo mismo se dijo del teatro cuando apareció el cine, va a desaparecer, porque está el cine con sus efectos y no sé qué más. El cine es maravilloso, hay muchas películas maravillosas con muchos efectos que no se pueden comparar con el teatro. Pero, yo sigo yendo al teatro, el teatro sigue existiendo y sigue siendo una necesidad vital. Hay mucha gente que lee libros en digital, pero hay mucha gente también que vamos y necesitamos comprar el libro para oler el libro, para llevarlo en el carro, para salir de la rutina. Yo no tengo rollo con eso, creo que hay espacio para todo, y que siempre vamos a ir y volver, es como un baile de experimentar lo nuevo, regresar a lo que me hace sentir, evaluar los dos y al final tomar una decisión, pero, creo que hay espacio para todos, van a coexistir siempre de ahora en adelante. 

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