sábado, 5 de junio de 2021

¡Que no mueran en el olvido!

 


Por Nelson Lombana Silva

No se tiene un registro único de los jóvenes asesinados y desaparecidos durante el Paro Nacional que ya lleva 37 días en Colombia. Eso es preocupante. Unos dan unas cifras y otros dan otra, otros dan un aproximado y así sucesivamente. Realmente, ¿Cuántas son las personas asesinadas y desaparecidas durante este duro y reprimido Paro Nacional?

Es un acto de humanismo tener cifras precisas. Es un error divagar, exagerar u omitir y salir del paso diciendo aproximaciones. Un solo ser humano asesinado o desaparecido es motivo de preocupación, indignación y rechazo. Así que frases como: “Solamente hubo uno, cinco, diez muertos, uno, cinco, diez desaparecidos”, no debe seguir en nuestro léxico cotidiano.

El mejor ejemplo de humanismo nos lo enseñó el pueblo cubano con el niño Elián. Toda la isla se movilizó, bajo el liderazgo del comandante Fidel Castro Ruz. Inmensas multitudes salieron a la calle a exigir la repatriación del pequeño. Alguien hizo un comentario cáustico: “Mover todo un país por un “chino”, mientras en Colombia mueren miles de física hambre, me parece una tontería de Fidel Castro”, dijo.

Desconoce este parroquiano que mientras en el capitalismo lo más importante es el capital, en el socialismo es el ser humano. Víctima de las leyes monstruosas del capitalismo lo lleva a afirmar que la muerte de un semejante no es trascendente, importante. En ese sentido, se plasma en este modelo neoliberal la sentencia inexorable de que la vida no vale nada y como la canción mejicana, comienza llorando y así termina.

Seguir con esta dinámica de simplemente calcular y aproximar, puede conducir más fácilmente al olvido e incluso, suponer clasificación y distinción entre los muertos y desaparecidos, cayendo más fácilmente el manto de la peste del olvido, como diría Gabriel García Márquez.

No podemos hacer lo que hace la burguesía. Ella coloca todo el país a llorar por la muerte de uno de sus miembros, mientras que la muerte de un miembro del pueblo es catalogada de “normal” o cuando más de “intrascendente”.

Hay que procurar tener cifras exactas, porque para nosotros no debe haber muertos y desaparecidos de primera y segunda clase. Todos y todas, son seres humanos que merecen nuestra profunda admiración. Además, se está construyendo la verdadera historia. ¡Qué ningún mártir del pueblo, muera en el olvido!

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