Lejos de su patria, por obra y gracia del exilio impuesto por la burguesía colombiana en tiempos oscuros del gobierno de Julio César Turbay Ayala, muere Mercedes Raquel Barcha Pardo, esposa del laureado escritor Gabriel García Márquez, el 15 de agosto de 2020, en la ciudad de Méjico.
El funeral se realizará hoy (16 de agosto), según trascendió. Era natural de Magangué (Bolívar), municipio ubicado a la orilla del río Magdalena, conocido como la “capital de los ríos”, habida cuenta que en este lugar desembocan los caudalosos ríos Cauca y San Jorge en el Magdalena.
Mercedes Raquel Barcha Pardo, nació el 6 de noviembre de 1932, siendo hija de un farmaceuta. Se casó en 1958 con Gabriel García Márquez, de cuya unión hubo dos hijos: Gonzalo y Rodrigo. El matrimonio duró 56 años. Los separó la muerte del autor de Cien Años de Soledad, El General en su laberinto, la Mala Hora, el Coronel no tiene quien le escriba, el Amor en los tiempos del Cólera, Crónica de una muerte anunciada, Memoria de mis putas tristes, entre otras.
Al decir de los biógrafos de Gabo, Barcha Pardo, era de armas a tomar, tenía pleno dominio del hogar, una compañera íntegra del escritor. Supo sortear duras tormentas con decisión y coraje. La tormenta más aguda quizá fue cuando escribía su obra cumbre. Mercedes tomó control absoluto del hogar, sorteando las vicisitudes económicas con fuerza y temperamento. No en vano se le conoce como la “Gaba”.
Siempre estuvo al lado del escritor. Cuando el terrorismo de Estado se disparó en Colombia, durante el triste y criminal gobierno de Julio César Turbay Ayala, con el tenebroso Estatuto de Seguridad, García Márquez le tocó salir en estampida porque los sabuesos del Estado lo buscaban para detenerlo, sindicado de ser auxiliador o cómplice de la guerrilla. Mercedes lo acompañó sin vacilar en esa decisión del escritor de salvarse de las garras del neofascismo.
Largas horas en la Habana (Cuba), dialogó el comandante Fidel Castro Ruz con Mercedes, durante los continuos encuentros del escritor con el comandante. Cuenta Gabo que en una de esas visitas Mercedes no estaba, entonces Fidel se metió a la cocina a preparar unos pescados y mientras preparaba los condimentos hablaba con Mercedes quien le explicaba detalladamente la preparación de la cena.
Es más. Hay otra anécdota que también relata Gabo. En cierta oportunidad Fidel entró a la cocina e intentó insinuar algunos detalles a Mercedes. Con cariño pero con sinceridad y carácter, Mercedes marcó territorio. Con sus propias palabras y de una manera elegante le insinuó: “Usted manda en la presidencia y yo en la cocina”. Fidel, acudiendo a la fina diplomacia, resolvió el impase, abandonándola.
Mercedes se convirtió en el gran apoyo de Gabo y Gabo también se apoyó de qué manera en Mercedes. Al decir, “Mercedes fue la gran novela de Gabo”.
Patricia Lara, famosa periodista y escritora, dijo que Mercedes le daba la seguridad a Gabo. “Fue el eje de García Márquez. Le daba a Gabo la seguridad que de pronto le podía faltar. Gabo era un tipo inseguro. Mercedes le daba esa seguridad en todo sentido: En el sentido afectivo, en el sentido del manejo de la casa, en el sentido del manejo del dinero. Es decir: Mercedes era el eje”.
Murió una gran mujer que necesariamente tiene que ver con la maravillosa creación literaria del hijo de Aracataca. Su apoyo fue decisivo durante los 56 años de vida marital. Qué bello sería en su memoria póstuma volver a leer estos fabulosos textos. Paz en su tumba.
El funeral se realizará hoy (16 de agosto), según trascendió. Era natural de Magangué (Bolívar), municipio ubicado a la orilla del río Magdalena, conocido como la “capital de los ríos”, habida cuenta que en este lugar desembocan los caudalosos ríos Cauca y San Jorge en el Magdalena.
Mercedes Raquel Barcha Pardo, nació el 6 de noviembre de 1932, siendo hija de un farmaceuta. Se casó en 1958 con Gabriel García Márquez, de cuya unión hubo dos hijos: Gonzalo y Rodrigo. El matrimonio duró 56 años. Los separó la muerte del autor de Cien Años de Soledad, El General en su laberinto, la Mala Hora, el Coronel no tiene quien le escriba, el Amor en los tiempos del Cólera, Crónica de una muerte anunciada, Memoria de mis putas tristes, entre otras.
Al decir de los biógrafos de Gabo, Barcha Pardo, era de armas a tomar, tenía pleno dominio del hogar, una compañera íntegra del escritor. Supo sortear duras tormentas con decisión y coraje. La tormenta más aguda quizá fue cuando escribía su obra cumbre. Mercedes tomó control absoluto del hogar, sorteando las vicisitudes económicas con fuerza y temperamento. No en vano se le conoce como la “Gaba”.
Siempre estuvo al lado del escritor. Cuando el terrorismo de Estado se disparó en Colombia, durante el triste y criminal gobierno de Julio César Turbay Ayala, con el tenebroso Estatuto de Seguridad, García Márquez le tocó salir en estampida porque los sabuesos del Estado lo buscaban para detenerlo, sindicado de ser auxiliador o cómplice de la guerrilla. Mercedes lo acompañó sin vacilar en esa decisión del escritor de salvarse de las garras del neofascismo.
Largas horas en la Habana (Cuba), dialogó el comandante Fidel Castro Ruz con Mercedes, durante los continuos encuentros del escritor con el comandante. Cuenta Gabo que en una de esas visitas Mercedes no estaba, entonces Fidel se metió a la cocina a preparar unos pescados y mientras preparaba los condimentos hablaba con Mercedes quien le explicaba detalladamente la preparación de la cena.
Es más. Hay otra anécdota que también relata Gabo. En cierta oportunidad Fidel entró a la cocina e intentó insinuar algunos detalles a Mercedes. Con cariño pero con sinceridad y carácter, Mercedes marcó territorio. Con sus propias palabras y de una manera elegante le insinuó: “Usted manda en la presidencia y yo en la cocina”. Fidel, acudiendo a la fina diplomacia, resolvió el impase, abandonándola.
Mercedes se convirtió en el gran apoyo de Gabo y Gabo también se apoyó de qué manera en Mercedes. Al decir, “Mercedes fue la gran novela de Gabo”.
Patricia Lara, famosa periodista y escritora, dijo que Mercedes le daba la seguridad a Gabo. “Fue el eje de García Márquez. Le daba a Gabo la seguridad que de pronto le podía faltar. Gabo era un tipo inseguro. Mercedes le daba esa seguridad en todo sentido: En el sentido afectivo, en el sentido del manejo de la casa, en el sentido del manejo del dinero. Es decir: Mercedes era el eje”.
Murió una gran mujer que necesariamente tiene que ver con la maravillosa creación literaria del hijo de Aracataca. Su apoyo fue decisivo durante los 56 años de vida marital. Qué bello sería en su memoria póstuma volver a leer estos fabulosos textos. Paz en su tumba.
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