domingo, 7 de junio de 2020

“La vida me ha dado otra oportunidad para seguir luchando”: Gilberto Salinas Novoa

Por Nelson Lombana Silva

Ayer visitamos en su morada al camarada Gilberto Salinas Novoa. Lo encontramos sentado conversando con sus familiares y con ese rostro pletórico de optimismo y grado supremo de combatividad. Dibujando una corta sonrisa no duda al decir: “La vida me ha dado otra oportunidad para seguir luchando”. Lo dice con convicción.


De entrada agradece la solidaridad de los camaradas y las camaradas y destaca al maestro Arlés Herrera, el maestro Calarcá, lo mismo que los saludos de solidaridad provenientes de Europa y varias regiones del país. “El comunismo es humanismo”, señala. Relata detalles del infarto y denuncia la postura miserable de la EPS Sanitas, que al parecer quería someterlo al paseo de la muerte.

Aprovechando su estado de ánimo y su recuperación asombrosa, la página web: www.pacocol.org le solicita una entrevista para hablar no solo del incidente, sino de su vida revolucionaria y de sus diversas actividades que desarrolla en Tolima. El camarada, es un comunista hormonal y de tiempo completo. Participa con estoicismo en distintos frentes de masas: Es dirigente comunista, es presidente del sindicato Sintragritol, hace parte de la comisión departamental de Derechos Humanos, es difusor del semanario VOZ La verdad del pueblo. Además, humorista, cantante, cuentista, decente, leal, etc. Es un comunista integral.

La entrevista es la siguiente:

-         Camarada, felicitaciones por esa gran oportunidad de seguir viviendo…

Hoy más que nunca me siento feliz, porque la vida me dio otra oportunidad de seguir viviendo para seguir aportando a la lucha revolucionaria en Colombia. Reconozco que la vida es la lucha y el que no lucha no vive.

La paz la construimos nosotros mismos como pueblo. La pobreza es la ignorancia nuestra que nos impide ser libres, en no tener la capacidad de pensar por uno mismo, sino esperar que otro piense por uno. Ese es el gran problema: Permitimos que otros decidan por nosotros.

Doy gracias a todos los compañeros y compañeras que han estado pendientes de mí, me han brindado la solidaridad, entre ellos, el compañero Nelson Lombana. También agradezco la solidaridad del maestro Calarcá, que desde un momento se interesó por mi salud. Muchas gracias. Un camarada que admiro por su arte, pero sobre todo por su profundo humanismo y amplio contenido comunista. El marxismo es humanismo, no es violencia, no es guerra, no es esclavitud.

-         ¿Cómo fueron esos momentos tan difíciles y que afortunadamente viene superando?

Me encontraba viendo televisión en mi posada, el domingo en horas de la noche, cuando sentí un desespero, una ansiedad y luego, un dolor fulminante en el pecho, ardor y tuve dificultades con la respiración, no podía movilizarme, me puse frío, perdí la fuerza. Mis hijos me sacaron en un carro rápido para urgencias. Fue tan duro el impacto que no recuerdo el color del vehículo que me transportó. Cuando reaccioné ya estaba en la clínica, donde me atendieron. Afortunadamente, el cardiólogo estaba de turno y me prestó los primeros auxilios. Al otro día, por la mañana me hicieron la intervención quirúrgica, me hicieron cateterismo, me sacaron el coágulo que tenía en la arteria, me colocaron unos aparatos y pude sobrevivir.

-         ¿Cómo se portó la EPS?

Ante eso, quiero aprovechar esta oportunidad para denunciar la EPS Sanitas. El gerente y el grupo de esta, deciden por la vida de los seres humanos de una manera irresponsable y criminal. Dijeron que no pagaban esa atención urgente que me prestó esta clínica porque ellos no tenían convenio con dicha clínica. Considero que la salud es un derecho universal, un derecho a la vida, una actuación así, es una violación de los Derechos Humanos. Creo que me quería hacer esta EPS el paseo de la muerte. Que dizque tenían que llevarme al Federico Lleras, primero y de allí, a la clínica Tolima.

Hago un llamado al señor ministro de salud. Me pregunto: ¿Qué está pasando? Al secretario departamental de salud y al municipal, les pregunto: ¿Por qué violan los derechos humanos de esta manera? ¿Por qué se abrogan el derecho de quien debe vivir y quién no. ¿Qué tal que esta clínica no me hubiera auxiliado con el cuento que no tenía convenio con esta EPS? Pues, sencillamente, no estaría contando el cuento.

Aprovecho esta oportunidad para denunciar esto. Que lo sepa toda Colombia y el mundo entero. Le voy a dirigir una carta abierta al señor ministro haciendo esta denuncia. Estas EPS no tienen no tienen la potestad de decidir quién debe vivir y quien no debe vivir.

-         Camarada, ¿Cómo ha venido siendo el proceso de recuperación?

De la clínica Nuestra Señora de la calle 60, me remitieron para la clínica Tolima donde me dejaron en urgencias. En la noche un médico me colaboró pasándome a la USI, donde la atención fue buena. De ahí salí a piso donde recibí el tratamiento, el que fue excelente. Retorné a casa con el compromiso de llevar el tratamiento riguroso, habida cuenta que el corazón sufrió una lesión severa por la descarga violenta. Tengo que cuidarme en la alimentación, en los medicamentos, mucha tranquilidad y quietud. Afortunadamente, me siento recuperado y contento de tener la oportunidad de seguir viviendo para seguir luchando con más amor, con más fortaleza. Invoco el llamado a todos y todas a seguir luchando por la defensa de nuestros derechos, empezando por la vida.

-         Camarada, ¿Usted dónde nació?

Yo nací en la pendiente del nevado del Tolima. Siempre he sido tolimense de pura cepa.

-         ¿Cómo fue posible su encuentro con las ideas de izquierda?

¡Qué hermoso recordar! Nací en un hogar comunista. Es decir, considero que antes de nacer ya era comunista, porque mi padre fue el fundador del Partido Comunista en Ibagué. La primera célula que hubo en esta ciudad fue en el barrio Alaska. La integraban los compañeros: Polo, Santos Salinas, mi padre; José del Carmen Torres y el camarada de apellido Vidal. Ese fue el primer organismo celular que se fundó en Ibagué.

Más tarde, me relacioné con destacados dirigentes comunistas como Pedro Ignacio Villamarín, José Neira, Chucho el zapatero, Raúl Rojas González y muchos camaradas que merecen estar en el libro histórico del Partido. Me eduqué políticamente al lado de mi padre, él me enseñó a pensar, a ser libre y a luchar decididamente.

Con todas las dificultades y vicisitudes que implica la lucha revolucionaria, me siento contento y orgulloso de ser comunista y haber sido hijo de ese gran campesino comunista como fue mi padre. Él me enseñó con mucha paciencia a ser comunista. Me siento contento de ser camarada, ser comunista.

-         Usted ha sido un aguerrido dirigente sindical en el Tolima. ¿Qué sabe de la historia de Sintragritol?

No conozco mucho la historia del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima (Sintragritol). Sé de un pequeño grupo que existía en el municipio de Chaparral, región donde nació la resistencia en Colombia. Allí, nació esta organización sindical, gracias al esfuerzo de un grupo de campesinos. Nació en 1971. El crecimiento fue lento. Hay que recordar a compañeros como Maseto, el compañero Silva, Raúl Rojas González. Se decidió extenderlo a otros municipios del Tolima. Es un sindicato orientado por el Partido Comunista.

Actualmente, soy su presidente. Es el honor de ser nombrado presidente en reemplazado del compañero Gilberto Sierra. Tenemos una dinámica de crecimiento de la organización sindical en este departamento, recorriendo vereda por vereda, municipio por municipio, reactivando nuevamente el interés de la organización campesina y de la unidad para avanzar. Necesitamos la organización campesina, toda vez que hemos sido la cenicienta del gobierno nacional y desde la época de Bolívar. La burguesía siempre ha golpeado al campesinado colombiano. En pleno siglo XXI, el campesino colombiano no tiene reconocimiento jurídico. Otros sectores importantes sí como los indígenas, los afros, los mestizos, pero los campesinos no. Somos para el Estado un “bicho raro”. Sin embargo, somos los que garantizamos la comida a los habitantes de las ciudades y pueblos. El capitalismo salvaje nos ha querido exterminar y los grandes terratenientes tomar el control de todas las tierras en Colombia.

-         También usted es miembro de la Comisión de Derechos Humanos en el Tolima…

Soy el responsable de derechos humanos de mi glorioso Partido Comunista en el departamento del Tolima, también en el CPDH hago parte y FENSUAGRO, porque somos uno solo y tenemos que defender todos los derechos universales, como el derecho a la vida, el derecho a la tierra, el derecho a una vida digna, que hoy el gobierno corrupto, mafioso y corrompido que tenemos desde hace 200 años, que murió Bolívar. Los políticos liberales y conservadores se tomaron el poder y han venido disfrutando y usurpando los derechos de los pueblos, imponiendo la voluntad exclusiva de ellos. Me siento orgulloso de ser miembro de la comisión de derechos humanos y estar siempre dispuesto a defender a los compañeros y compañeras, campesinos, trabajadores, obreros, periodistas, jóvenes, estudiantes, etc.

-         También es un difusor del semanario VOZ La verdad del pueblo y de la literatura marxista y leninista en el Tolima…

Me gusta mucho leer. Además, ofrecerla, brindarla, porque es el medio de comunicación más importante que tenemos los comunistas y el pueblo colombiano en general. El capitalismo salvaje siempre nos ha puesto la mordaza. Siempre ha sido perseguido. De niño – recuerdo – la acción de Carmelita que vivía por los lados del estadio. Era la principal distribuidora del periódico. Fue encarcelada y amenazada por esta actividad. También metían a la cárcel a quien encontraran leyéndolo. Siempre el capitalismo se ha empecinado en mantener solo sus medios de comunicación, pero afortunadamente, nos hemos mantenido y el periódico ha seguido circulando en Colombia. La verdad del pueblo está en estas páginas, actualmente virtuales por la pandemia. Es el único medio que desenmascara a la oligarquía colombiana. También destacamos, la labor de la revista Taller y las mismas redes sociales.

-         También es humorista, cantante, charlatán y algo más…

Mi padre fue integral y decía que el comunista tenía que ser integral. Él tenía un refrán que decía: “Hay que morir cantando porque nacimos llorando”. Creo que en medio de la adversidad hay que tener el buen humor, la risa, la alegría, para poder pensar y poder actuar con más eficacia. El problema por difícil que sea, tiene una salida. Y la única manera de entender ese momento es con la tranquilidad y el humor, la alegría y la esperanza. El buen humor da fortaleza para luchar y enfrentar los embates del enemigo de clase.

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