Foto: Ecos del Combeima
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Con la administración municipal del médico Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, la ciudad musical de Colombia, Ibagué tiene un rostro distinto al dejado por las anteriores administraciones, especialmente la del señor Luis H. Rodríguez. “Con todo el corazón”, como dice su eslogan, esta ciudad intermedia de 500.000 habitantes presenta un semblante casi diametralmente opuesto al recibido hace casi tres años.
Con seriedad y trabajo ha logrado recuperar en grado sumo la credibilidad de lo público entre la comunidad, a pesar que ha tenido un gran sector de la prensa en su contra porque al parecer no ha feriado enormes sumas de dinero en publicidad como lo hizo la anterior administración para tapar el vergonzoso desfalco de los juegos nacionales.
A puro pulso, el mandatario municipal ha ido posicionando en el imaginario del ibaguereño una nueva concepción de la cosa pública. Sin mucha alharaca ha ido revolucionando la administración municipal acentuando el énfasis en la transparencia y en la efectividad del gasto público. Eso no se puede desconocer o subvalorar como dice la pobre oposición que solo sabe mentir y decir no.
Carrera Segunda entre calles 28 y 32, sitio donde se construyó el colector El Sillón. Foto: Paz Estereo |
La vergonzosa avenida fantasma se hizo realidad favoreciendo directamente a los habitantes de las comunas 10 y 11, se habilitó el colector El Sillón y se construyó el boulevard iluminado con energía solar y arborización, cuyo costo ascendió a los $10 mil millones de pesos. En educación está haciendo inversión nunca vista, pues la suma se aproxima a los $200 mil millones de pesos. El médico está llegando a la casa en el sector rural al estilo Cuba o la hermana República Bolivariana de Venezuela. Es decir, trabaja esta administración más en la medicina preventiva que curativa.
Es cierto: A pesar de la infame incomunicación mediática, los ibaguereños han ido dimensionando la obra de esta administración, todo porque las obras hablan por sí solas. El centro de la ciudad era casi intransitable, sus calles y avenidas estaban llenas de huecos, hoy esta malla vial ha sido recuperada casi en su totalidad. Casi un centenar de parques biosaludables han sido instalados en distintas partes de la ciudad, incluyendo, algunos corregimientos como Villa Restrepo donde se construye a toda prisa.
En la vereda El Porvenir se construyó un puente que hacía 17 años la comunidad lo venía reclamando por un monto cercano a los $1.400 millones de pesos. Esta obra desembotella una extensa región rica en agricultura y altamente poblada. “Vamos a desembotellar todas las veredas de Tapias, como El Ingenio, El Guico, incluso muchas veredas de Toche, porque por acá ya queda más cerca, estamos muy contentos no solo con el puente, también con la carretera a Tapias y esperamos seguir avanzando en el trabajo a Mangos, para consolidar esta vía y sacar nuestros productos”, dijo Jesús Antonio Cárdenas Umaña, líder comunitario de la zona[i]. El panóptico por fin dejará de ser un elefante blanco y pasará a ser un centro de memoria, de derechos humanos y de cultura.
En cuanto a los escenarios deportivos arrasados por la corrupción de Luis H. Rodríguez y su pútrido combo, se encuentra en proceso de adjudicación, después de las demandas y la gran tramitología de la burocracia colombiana. El acueducto complementario, entregó la primera fase con una inversión cercana a los 13 mil millones de pesos. La obra culminará en su totalidad el año entrante. Inauguró la avenida hacia el aeropuerto Perales y numerosas calles vienen siendo pavimentadas
Biblioteca campesina de la vereda El Gallo. Foto: Nelosi |
Se ha preocupado también esta administración en el tema de la cultura. A través de la secretaría del ramo se viene haciendo actividades encaminadas a fomentar el arte como el teatro, la danza, la lectura, la apertura de bibliotecas públicas y espacios de encuentro para facilitar la comunicación entre las personas. Ha generado impacto nacional los libros al parque que se conoce como “Picnic Literarios”, actividad que viene desarrollando con decisión las bibliotecas públicas.
¿Una administración municipal perfecta? Por supuesto que no. Pero sí lo suficientemente responsable y exitosa para hoy tener nuestra ciudad un rostro diferente, alegre y esperanzador, sin ese olor fétido que genera la corrupción. Hay que perfeccionarla y sobre todo, darle continuidad. Y la única manera posible es a través de la unidad de las distintas fuerzas de izquierda y democráticas que colocaron allí, al doctor Jaramillo. Balancear, aceptar la crítica, corregir, avanzar y radicalizar el proceso. No hacerlo así, es retroceder y condenar a Ibagué a otros cien años de soledad como diría nuestro nobel Gabriel García Márquez.
[i] La Consulta. Periódico de la alcaldía de Ibagué. Noviembre 2018. Página consultada 3.
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