“El capitalismo vino al mundo chorreando sangre y lodo por todos sus poros, desde los pies hasta la cabeza”, lo dijo con qué sabiduría el filósofo más grande que ha dado la humanidad hasta ahora: Carlos Marx. Esa cruda realidad la está viviendo Colombia con la pútrida clase dirigente liderada por el presidente Iván Duque Márquez. Por cualquier poro que se le pinche a esta seudo democracia, sale pus en cantidades industriales. Es el capitalismo en alto grado de descomposición. No hay duda: Colombia está en manos de la narco mafia.
La turbulencia infestada de esta clase dirigente que habla español pero piensa en inglés, se va lanza en ristre contra la oposición con todo su poder descomunal con el fin de aniquilar cualquier resistencia y propuesta de sacar el país de la cruda encrucijada en la cual se encuentra la república de Colombia y que, ciertamente, avergüenza a propios y extraños.
El corajudo debate liderado por la oposición en el parlamento colombiano para demostrar los estragos que hizo Odebrecht en la descompuesta moral de la clase dominante y el papel desvergonzado del grupo AVAL donde se encuentra el más adinerado en Colombia, Luis Carlos Sarmiento Angulo, hizo temblar de pies a cabeza a este monstruo imperial putrefacto que impone su ley en este país sin consideración alguna colocando en evidencia inexorable la lucha de clases que muchos consideraron en su momento pasada de moda, pero que en realidad está más vigente que nunca.
Entramado vergonzante
El más rico de Colombia coloca a uno de sus servidores de Fiscal General de la Nación, el señor Néstor Humberto Martínez, al parecer con un claro propósito: Cubrir sus oscuras transacciones económicas (Coimas) con Odebrecht y de paso sabotear el acuerdo de paz suscrito en la Habana (Cuba) y firmado en el teatro Colón de Bogotá, entre la guerrilla FARC – EP y el Estado Colombiano, seguramente obedeciendo las órdenes de Estados Unidos y el narco paramilitar número 82, Álvaro Uribe Vélez, quien ha utilizado la violencia como “machete para ser dos veces presidente y ahora senador de la república”.
Gustavo Petro Urrego, ex candidato presidencial de la Colombia Humana preparó el debate. Se proponía demostrar los nexos del grupo AVAL con Odebrecht y el papelón miserable del Fiscal General de la Nación. Dicho debate colocó ante la faz del país e incluso, ante la faz del mundo, el grado de descomposición de la clase gobernante en Colombia.
Todos los aparatos del establecimiento se colocaron en acción con el fin de minimizar la gravedad de los hechos, las denuncias de la oposición en cabeza de Gustavo Petro Urrego. Los medios de comunicación, en su mayoría propiedad del grupo AVAL, con la ayuda del Fiscal General de la Nación y la bancada de la narco mafia del Centro Democrático, adquirieron ilegalmente un vídeo en el cual Petro recibía en efectivo $20 millones de pesos lícitos para su campaña en 2005.
Maquillaron el vídeo y lo lanzaron con ímpetu mediático. El hijo de la “loquita” Pachito Santos dijo que era más grave el contenido de este vídeo que el caso Odebrecht, versión que sostuvieron los medios con publicidad demencial. Como quien dice: El robo de Invercolsa de Fernando Londoño, Reficar en Cartagena, no son comparables con lo hecho supuestamente por Gustavo Petro. Dicho en otros términos: Resulta más $20 millones de pesos que 50 mil millones de dólares, 20 mil millones de Invercolsa o miles y miles de millones de Reficar, para solo colocar unos poquitos ejemplos del dinero que se ha venido robando esta criminal y avara oligarquía colombiana.
El vídeo Petro
Con honestidad a flor de piel, Gustavo Petro Urrego, explicó detalladamente el contenido del vídeo convenciendo al país nacional, especialmente a los 8.040.000 colombianos que votamos por él en las pasadas justas electorales. “Me enfrento a una mafia peor que el paramilitarismo”, señaló.[i]
Invocó una frase lapidaria y en cierta medida premonitoria: “Mientras esté vivo, la vieja idea de una Colombia justa y transparente seguirá, si en este empeño me desaparecen moral y físicamente, sigan adelante”. Son las palabras de un dirigente comprometido con el proyecto político que no busca defenderse, sino demostrar con autoridad moral y política la justeza social de sus iniciativas en momentos crudos y turbulentos.
Dos figuras claras y férreas del paramilitarismo son presentadas por los medios como personas decentes y honorables, pero en realidad son dos forajidos de saco y corbata. Ellos son: Abelardo de la Espriella y Ernesto Yamuhre. ¿Qué tienen en común? Su relación histórica con el paramilitarismo. El primero actuó como abogado asesor en la conversación de “yo con yo” que montó Uribe para legalizar el paramilitarismo y darle estatus político en Ralito y el otro actuó como escribiente de las ideas de Carlos Castaño y sus compinches. Esas “mancornas” son las que están acusando a Petro. Cínicamente han dicho que esos 20 millones de pesos proceden de “una transacción de un paramilitar de los Llanos Orientales a Petro”.[ii]
¿Va a recibir dinero Gustavo Petro Urrego del paramilitarismo cuando es uno de los hombres públicos que más los ha combatido en el parlamento colombiano y en la plaza pública? Tendríamos que ser demasiados ingenuos o demasiados alienados para creer semejante embuste. Sin embargo, una mentira mil veces repetida termina siendo “cierta”.
¿Cómo llegó el vídeo a las manos sucias de Paloma Valencia, mejor dicho, del Centro Democrático? El vídeo fue grabado en 2005, cuando el arquitecto, profesional decente, Simón Vélez, le entregó esta suma en efectivo para su campaña para ser delegado nacional al congreso del recién creado Polo Democrático Alternativo. Fue hecho este vídeo por su viejo amigo de luchas políticas de Petro, Carlos Montes. Reposaba en el computador de este. Al parecer, según Petro, fue hackeado, es decir, obtenido ilegalmente llegando a manos de Valencia y De la Espriella. Pero, también hay quienes afirman que este vídeo lo mantuvo la Fiscalía General de la Nación en sus archivos como elemento para cualquier contingencia y esta apareció al estar en peligro la reputación del grupo AVAL donde figura el más rico de Colombia y la misma postura de la Fiscalía en cabeza de Néstor Humberto Martínez. ¿Por qué no lo investigo inmediatamente lo obtuvo? ¿Por qué espero casi trece años para difundirlo?
Conclusión: Estamos ante un nuevo falso positivo. Es más: Ante la nueva estrategia imperialista de los Estados Unidos de aniquilar a sus contradictores con montajes jurídicos. Ya pasó con el ex presidente Zelaya en Honduras, con Dilma y Lula en Brasil, se está cocinando en Ecuador contra Correa y en Colombia contra Petro. A Lula – por ejemplo – le colocaron como cuerpo del delito un apartamento, apartamento que nunca ha sido de su propiedad, pero los abogados se lo adjudicaron a la fuerza y sobre esa base lo pusieron preso.
La oligarquía está acorralada, al descubierto, navegando en su propio estiércol, por eso hace lo que hace, en un intento desesperado por evitar lo inevitable. Puede hacer mucho daño todavía, indudablemente, pero sus días están contados. En esas condiciones, hay que rodear a la auténtica oposición, aumentar la movilización callejera y dar una batalla unitaria en 2019 para ganar las denominadas elecciones de mitaca. No somos petristas pero sí reconocemos la vida y obra progresista de Gustavo Petro Urrego. Por eso, no dudamos en ofrecer nuestra incondicional solidaridad, nuestra absoluta confianza en sus explicaciones y la trama que hay de fondo. En eso no podemos vacilar.
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[i] Semanario VOZ La verdad del pueblo. Edición número 2961. Página consultada 10.
[ii] Ibíd. Página consultada 10.
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