jueves, 28 de enero de 2016

La doble faz del capitalismo

Por Nelson Lombana Silva

El capitalismo es un conjunto de relaciones dinámicas en constante movimiento que los  economistas burgueses aprovechan para decir que es perenne. Dicen semejante estupidez con el fin de defender el sistema y presentarlo como eterno. Pero la realidad es bien distinta. El capitalismo es histórico. Un día nació, un día morirá para abrir espacio al Socialismo. El sepulturero sigue siendo la clase obrera, por supuesto ampliada a otros sectores y expresiones que vienen surgiendo y desarrollándose, pero quien realmente lleva la batuta en ese proceso es la clase obrera.



El capitalismo tiene la capacidad de cambiar de rostro. Acomodarse a las circunstancias concretas. Con qué facilidad cambia el rostro de criminal a rostro de filántropo. Sobre el particular dice la doctora Olga Fernández Ríos, historiadora Ph. D. en ciencias filosóficas, secretaria científica, investigadora titular del área de marxismo y teoría sociopolítica, del instituto de filosofía de la Habana (Cuba): “Junto a la violencia y barbarie extremas, tiene la capacidad de presentarse con un rostro atractivo que transita a través de la cultura de la imagen y de la palabra que le acompaña durante siglos”. [i] 


El capitalismo es un monstruo de mil cabezas. Tiene la capacidad de mimetizarse de acuerdo a las circunstancias concretas. Sin lugar a dudas el sistema metodológico que pudo explicar todo el tejemaneje del capitalismo con pelos y señales es el marxismo. La investigación científica de Carlos Marx y Federico Engels colocaron al desnudo este sistema salvaje e inhumano que hoy padece la humanidad como un lastre inexorable. Ese método está expresado en su obra cumbre: El Capital.


Resulta de suma urgencia en consecuencia volver la mirada a la obra cumbre del maestro del proletariado. Salirle al paso a la caricatura de marxismo que muchos seudoizquierdistas pretenden imponer unos de buena fe y otros de mala fe. Los de buena fe por desconocimiento, por cuanto no resulta fácil digerir la tesis marxista y los de mala fe porque está comprometido hasta los tuétanos con el régimen capitalista.


Volver a las fuentes primarias del marxismo es de vital importancia. Hay que mirar las distintas interpretaciones con desconfianza y creatividad, de lo contrario, podríamos caer fácilmente en la tergiversación. Quizás nos estemos guiando por los resúmenes y no por la tesis y documentación directa y sin “intermediarios”.


Al respecto, señala la doctora Olga Fernández Ríos: “En el marxismo originario hay una concepción de la nueva sociedad, científica y políticamente fundamentada, con claves vigentes que no son “recetas” sobre la forma de realizar la construcción socialista”.[ii]


El mismo Carlos Marx dijo que su creación era un método para la acción, la guía para la acción más exactamente. Así concebida la idea marxista, su propuesta está exenta de dogmas y fórmulas inmutables.


Su investigación desnuda íntegramente la dinámica del capital y lo tilda de vampiro chupa sangre. Dice: “El capital es el trabajo muerto que solo se reanima, a la manera de un vampiro, al chupar trabajo vivo, y que vive tanto más cuanto más trabajo vivo chupa”.[iii] 


Carlos Marx no solamente fue teórico, fue también práctico. Su tesis la desarrolla teniendo en cuenta estas dos categorías. No de cualquier manera, mecánicamente. Acudió a estas categorías de una manera dinámica, dialéctica. “Combinó su actividad política conspirativa (Práctica), con el trabajo en la biblioteca del Museo Británico (Teórico)”.[iv]


Sobre el particular, señala Federico Engels: “Toda la concepción de Marx no es una doctrina, sino un método. No ofrece dogmas hechos, sino puntos de partida para la ulterior investigación  y el método para dicha investigación”.[v]


Así, para entender entre otras cosas el doblez de faz del capitalismo hay que conocer críticamente el método científico marxista y no una simple caricatura. Así lo quiere el Partido Comunista cuando llama al pueblo colombiano a releer creativamente el Capital, cuyo primer todo en 2017, cumple 150 años de su primera publicación.


Este resulta ser un desafío a la imposición neoliberal del pensamiento único impuesto a sangre y fuego por la burguesía. Desafío que hay que asumir en las organizaciones con decisión y conciencia social y de clase. De lo contrario, estamos condenados a otros “cien años de soledad”, como diría Gabriel García Márquez.


[i] El pensamiento de Marx en el siglo XXI. memorias del primer seminario internacional. El capital 150 aniversario (1867 – 2017). Magda Rivera Monsalve (Editora). Impreso en Colombia por Nueva Editorial Teoría y Praxis. Primera edición 2015. Página consultada 73.


[ii] Ibíd. Página consultada 77.


[iii] Ibíd. Página consulta 85.


[iv] Ibíd. Página consultada 86.


[v] Ibíd. Página consultada 89.




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